Por el Padre Andrés Bravo
Todavía resuena hoy, en el centenario de su nacimiento, la voz del Papa Juan Pablo II desde el Seminario Palafoxiano en Puebla de los Ángeles, México, cuando el 28 de enero de 1979 lanza el discurso de inauguración de la III Conferencia Episcopal Latinoamérica. Es uno de los documentos más impactantes.
Recojo algunas ideas. Son tres los temas fundamentales del contenido de la evangelización: Jesucristo, su Iglesia y la persona humana. Además, exhorta a los Obispos que sean, por un lado, signos y constructores de la unidad y, por otro, defensores y promotores de la dignidad. Termina proponiéndoles tres tareas pastoles: la familia, las vocaciones sacerdotales y religiosas, y la juventud. Compromiso serio y urgente todavía en nuestra Iglesia Latinoamérica.
Del conocimiento de la verdad sobre Jesucristo, “depende el vigor de la fe de millones de hombres. Dependerá también el valor de su adhesión a la Iglesia y de su presencia activa de cristianos en el mundo. De este conocimiento derivará opciones, valores, actitudes y comportamientos capaces de orientar y definir nuestra vida cristiana, y de crear hombres nuevos y luego una humanidad nueva por la conversión de la conciencia individual y social”.
Con respecto a la Iglesia, dice que ella “nace de la respuesta de fe que nosotros damos a Cristo. En efecto, es por la acogida sincera a la Buena Nueva, que nos reunimos los creyentes en el nombre de Jesús para buscar juntos el Reino, construirlo, vivirlo”.
Y cuando se refiere a la verdad sobre el hombre, expresa que “frente a otros tantos humanismos, frecuentemente cerrados en una visión del hombre estrictamente económica, biológica o síquica, la Iglesia tiene el derecho y el deber de proclamar la verdad sobre el hombre, que ella recibió de su Maestro Jesucristo”. Para el Papa, esta verdad sobre el ser humano “constituye el fundamento de la enseñanza social de la Iglesia, así como es la base de la verdadera liberación”.
Con todo el contenido de su discurso, nos hace entender que el fundamento de la vida cristiana es Jesucristo.
Padre Andrés Bravo
@joseabh
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