La Iglesia Venezolana frente a la peor de las crisis

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Tres puntos de vista de dos realidades que afectan también a la Iglesia en Venezuela

Tres puntos de vista de dos realidades  que afectan también a la Iglesia en Venezuela

Haciendo un análisis de la realidad de la Iglesia Católica y del país y su repercusión en la Iglesia Venezolana, con el uso de los recursos tecnológicos, se consultó la opinión de tres sacerdotes, desde distintos puntos del país entre ellos: Fray Luis Antonio Salazar, encargado de la parroquia San Judas Tadeo,  Iglesia Chiquinquirá, en Caracas; el presbítero Johan Pacheco, quien antes de desempeñarse como Jefe de Redacción de Vatican News, fue director de Diario Católico de San Cristóbal, y el Presbítero  Edgar Gregorio Sánchez, también de San Cristóbal, párroco de Nuestra Señor del Carmen, profesor de la Universidad Católica del Táchira y del seminario Diocesano y vicepresidente de la Fundación Rerum Novarum, para la formación de la juventud en la Doctrina Social de la Iglesia.

Denuncias de abusos

En relación a la situación de la iglesia en torno a las denuncias de abusos, Fray Luis Salazar comentó que es una realidad dura y fuerte de la Iglesia. “Pero hemos asumido la posición de tolerancia cero… es una enfermedad… sé que hay culpa en los que lo ocultan y deben ser juzgados”, agregó el fraile Capuchino.

“Es vergonzoso el abuso de poder, de conciencia y sexuales, en el que se han visto involucrados algunos miembros de la Iglesia. Algo que nunca debió suceder, en cualquiera de sus casos”, expresó el Presbítero Johan Pacheco, exdirector del Diario Católico de San Cristóbal.

“Pero nos hace ver que es una debilidad que debe ser superada, en primer lugar aceptándolo y asumiendo las responsabilidades, colocando en manos de la justicia a los responsables y ofreciendo una atención especial a las víctimas. Luego es necesaria una actitud de penitencia, con ayuno y oración, pidiendo de Dios fortaleza y voluntad de hacer las cosas correctamente.  Y en tercer lugar, confiar e implementar las líneas que propone la Iglesia en la formación integral del sacerdote”, sugirió Pacheco.

Por su parte el presbítero Edgar Sánchez, de San Cristóbal,  explicó que una de las principales misiones de la Iglesia en medio del mundo, es la de servir a la humanidad en la búsqueda de la verdad y en el restablecimiento de la justicia. “Ante cualquier denuncia, la búsqueda de la verdad y el restablecimiento de la justicia, es obligante para la Iglesia, sea para reivindicar el agravio cometido contra las víctimas, sea también para restituir el honor ante posibles difamaciones”, señaló el sacerdote de san Cristóbal.

Situación de la Iglesia en torno a los abusos

Al consultárseles sobre si esta situación de la Iglesia en torno a los abusos de la que se le señala, de alguna manera afecta la vida parroquial, el padre Edgar Sánchez comentó   “La Iglesia es un cuerpo, es una unidad. Ya lo decía San Pablo en la primera Carta a los Corintios, capitulo 12. Y cuando un miembro de la Iglesia sufre, todo el cuerpo que es la Iglesia sufre con él. El pecado de unos miembros, hace sufrir a todo el cuerpo. Pero también la virtud de otros miembros, los santos, nos ayuda y nos animan a retomar el recto camino de la conversión y de la santidad”.

“Si un miembro sufre, todos sufren con él” (1 Co 12,26). Recordó el Padre Johan Pacheco, y recalcó que “esa es la reflexión de la Carta al Pueblo de Dios del Papa Francisco que nos pide a todos involucrarnos en la reparación de los daños, en la oración, en la formación y cuidado de los sacerdotes, y la trasformación eclesial y social. La vergüenza y el dolor de estos hechos es de todos, pero también es compromiso de ser mejores cristianos”.

Fray Luis Salazar, como se conoce en las redes sociales, señaló que realmente no, y comentó “en nuestra parroquia se trabaja. Alguno que otro pregunta pero se les habla y seguimos trabajando en pro de los demás”.

Situación de los venezolanos en medio de la crisis

Al preguntarles sobre  la situación de los venezolanos en medio de la crisis que vive el país, el mismo Fraile Capuchino, dijo que es una situación cruel e inhumana. Y acotó, “Debemos ver qué podemos aportar para mejorar nuestra realidad. Esta situación influye en nosotros pero no nos determina”.

“Es un momento duro el que vive el pueblo venezolano”. Expresó el padre Johan Pacheco para quien es lamentable el deterioro de las instituciones, de la calidad de vida, y el crecimiento de la corrupción. “No sólo de quienes dirigen las instituciones, sino del mismo ciudadano obligado hacer cosas indebidas para conseguir dinero, comida o medicinas”.

“Sin duda el pueblo está sufriendo, hay hambre, hay miedo de morir por falta de medicamentos. Y el gobierno no ofrece soluciones a las necedades del venezolano, su principal preocupación es mantenerse en el poder. Y por otro lado, los demás líderes políticos han demostrado no ser ni oposición, ni opción para resolver la crisis, pues tampoco se les ve con el pueblo, también quieren el poder”, sentenció Pacheco.

“Creo que los venezolanos estamos ante una doble situación límite”, señaló  el padre Edgar Sánchez al explicar que por un lado estamos ante una situación de total indefensión jurídica. “No tenemos estado de derecho” dijo explicando que una sociedad civilizada se debe regir por la ley, y no por la voluntad de los sujetos que tienen el poder. “En Venezuela, desde hace tiempo está sucediendo no lo primero, sino lo segundo”.

“Y por otro lado estamos viviendo una situación de progresiva indigencia. La infraestructura como las carreteras y los acueductos, está deteriorada. Los servicios públicos como el transporte, el gas doméstico, la gasolina, la electricidad, el agua, están colapsados”, expresó el sacerdote de San Cristóbal, según quien “la economía del Estado se la comió la corrupción; y la capacidad adquisitiva del ciudadano, está hecha polvo. Además el alto costo de alimentos y de medicamentos es terrible”.

Sánchez planteó  que  a su juicio “Venezuela, de ser una sociedad en vías de desarrollo, cayó en subdesarrollo, y últimamente estamos viendo y padeciendo como hemos caído en pobreza, seguidamente en pobreza extrema, y ahora ya estamos metidos en una situación de miseria y de indigencia”.

Éxodo de venezolanos

También se les preguntó a estos tres sacerdotes sobre éxodo de venezolanos y si éste se nota en sus parroquia. Estas fueron sus respuestas:

“El éxodo se ve, se toca, se siente, se lamenta”, en san Cristóbal, ciudad fronteriza, que sirve de paso a los migrantes. Manifestó el Padre Edgar Sánchez, al comentar que “Recuerdo cuando celebramos una Misa por aquellos que se nos han ido, y la iglesia estaba llena. También en Semana Santa celebramos la Eucaristía por esa misma intención, y el templo estaba aún más lleno”.

Señaló el padre Sánchez que generalmente cuando visita una comunidad o una familia, le piden una oración o una bendición por el hijo, por la hija, por el papá, o por el nieto que está fuera de Venezuela buscando lo que aquí se le ha negado y quitado. “Creo que en mi parroquia un 80 % de las familias están heridas y fracturadas por este lamentable éxodo”, dijo.

El padre Johan Pacheco, respondió que en las parroquias se nota el éxodo de feligreses, pero que no ha disminuido la presencia de fieles en los templos, porque muchas personas buscan consuelo en Dios. “Las personas que va a los templos su principal oración es por algún familiar que se han ido a otro país.  Han quedado muchos abuelos solos en las casas, hijos que se han marchado, esposos que van a trabajar para enviar el sustento a su familia”.

En Caracas, según la respuesta de Fray Luis Salazar, se percibe la misma realidad, “claro que se nota. Fuertemente. Mucha gente, padres con depresión por la lejanía de los chamos. Es doloroso”, señaló.

La vida parroquial se mantiene como siempre

A pesar de la situación del país, y del éxodo masivo de venezolanos, la vida parroquial se mantiene como siempre, con algunos cambios, como para adaptarse a la misma, por ejemplo en Caracas según lo que señala Fray Luis “hemos generado cambios pero para ayudar a los que nos necesitan”.

En San Cristóbal, según el Padre Johan Pacheco, la vida parroquial se mantiene, porque con crisis o sin crisis, la parroquia tiene su misión específica de evangelizar, organizar la comunidad en torno a la catequesis, la formación cristiana, y el acompañamiento espiritual.

“Sin embargo, en muchos casos se ha notado cambios de horarios para facilitar la asistencia de los fieles, teniendo en cuenta la inseguridad, y la falta de transporte público”, señaló.

Según el Padre Edgar Sánchez, también de San Cristóbal, se ha notado cambios de todo tipo. También, para seguir desarrollando la misión, han realizado cambios y adaptaciones  por varios motivos como el de la inseguridad, la electricidad y el transporte.

“Nos hemos visto obligados a ajustar horarios, y a buscar estrategias para seguir cumpliendo con nuestra misión. Hacer una reunión de pastoral, de formación, o de recreación en la noche, -un horario de encuentro en tiempos normales- es hoy en día casi imposible”, además señaló se han tenido que reestructurado los horarios de misa dominical. Otras actividades han sido replanteadas, como por ejemplo el trabajo con las Comunidades Eclesiales de Base y las reuniones con los distintos equipos de pastoral. “Aunque son tiempos duros, no hemos suspendido ni clausurado ningún servicio parroquial”, dijo.

La vida parroquial

A pesar de mantener la Iglesia con todos sus servicios, la situación país está afectando la vida parroquial la experiencia en San Cristóbal la plantea el padre Edgar Sánchez, “Nos ha afectado en la vida de comunidad, en la vida pastoral,  en la realización de actividades, y en la ejecución y mantenimiento de proyectos”, Sánchez colocó como ejemplo “Nuestro templo parroquial aún permanece abierto todo el día, desde las 6:30 am hasta las 6:30 pm, y para ofrecer ese servicio a la feligresía exige hacer frente al problema de la inseguridad”.

Lamentó Sánchez, la situación económica “La triste situación económica nos ha limitado la ejecución de diversos proyectos. Por ejemplo, aquí se pintaba el frente de la Iglesia anualmente; ya llevamos años sin poderlo pintar como antes”. Otro problema que enfrenta es la nómina de  tres empleados: secretaria, sacristán y servicio doméstico, y honrar los compromisos laborales es cada día más difícil. “Disponíamos de recursos para la evangelización y la formación de agentes de pastoral, niños, jóvenes, catequistas, y aunque seguimos promoviendo su formación, cada día es más asfixiante”.   

El padre Johan Pacheco, manifestó que “Como en cualquier institución o familia, las parroquias y los sacerdotes están padeciendo la situación país, la escases de medicinas y alimentos”. Al asegurar que la situación económica ha hecho difícil el mantenimiento de los templos, sin embargo refirió que se sigue fomentando el sentido de pertenencia donde todos ayudan, y con campañas de autofinanciación para atender a las necesidades básicas.

Fray Luis Salazar, de Caracas, refirió que “Vivimos de la limosna, de las donaciones y colaboraciones. Y pues cada día se hace cuesta arriba. Confiamos en la providencia y misericordia de Dios”.

Enfrentar la crisis  

Al preguntarles a los tres sacerdotes si estaban de acuerdo en que se debe enfrentar la crisis de la Iglesia y del país para que no nos afecte tanto como Iglesia local,  Fray Luis Salazar asintió, Haciendo cada quién el cambio desde lo poco o pequeño que parezca. Aportando. Dando soluciones”.

Pero el Padre Johan Pacheco, considera que la Iglesia no está en crisis, está en camino, “es una Iglesia peregrina y en ella estamos nosotros que somos pecadores y somos llamados  a la conversión, todos debemos atender a este llamado”.

Sin embargo, aseguró que una manera de enfrentar la crisis del país como Iglesia, es mirando a la iglesias primitivas que en medio de la necesidad ninguno pasaba hambre porque sabían compartir con el prójimo, “este un desafío para todos los bautizados, aprender a compartir”, dijo.

“Pienso que la crisis del país nos afecta a todos, incluida la Iglesia”, fue la respuesta del Padre Edgar Sánchez, según quien la Iglesia no es una superestructura que está fuera del pueblo. “La Iglesia son los obispos y los sacerdotes, pero también son todos los bautizados. Todos conformamos el Pueblo de Dios. Yo creo que el mejor modo de la Iglesia ayudar en esta crisis, es siendo pueblo”.

Y agregó que “Aquí en el Táchira una de las cosas que monseñor Mario Moronta, nuestro Obispo, nos ha insistido a los sacerdotes, es el de no olvidar que somos pueblo. Ser verdaderamente Iglesia es tener también las llagas y las heridas del pueblo”.

Para enfrentar la crisis

Se les pidió enumerar las cosas que se pueden hacer para enfrentar la crisis que nos envuelve como Iglesia Venezolana

Para el Padre Johan Pacheco, para enfrentar la crisis del país y de la Iglesia se debe: confiar en Dios y su voluntad antes que en el hombre, con compromiso personal de acompañar y ayudar a alguien especifico, con compromiso comunitario con las jornadas caritativas de las parroquias, con formación en la Doctrina Social de la Iglesia y con la comunión eclesial viviendo la fraternidad del mandamiento del amor.

El Padre Johan Pacheco aseguró que la Iglesia venezolana está en su misión, anuncio salvífico y profético, acompañando primordialmente al pueblo. “Con poco o mucho, es la única institución que sin ningún interés particular  acompaña al pueblo en sus necesidades. Pero también se debe pensar en los futuros líderes políticos, en su formación desde la doctrina social de la Iglesia, para la reconstrucción de nuestra sociedad”.

Y Fray Luis Salazar, señala que la crisis se debe enfrentar con “oración, caridad con el prójimo,  escuchando, con actitud consciente de querer ser mejores y aportar lo mejor de nosotros”.

 “Estamos trabajando en pro del prójimo, vulnerable y necesitado. Queremos hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Somos la institución en Venezuela con mayor credibilidad”, dijo Fray Luis.

No obstante el padre Edgar Sánchez, prefirió solo nombrar una  “quiero referirme a la educación, a la formación, a la instrucción de la persona y de la sociedad. La educación, sea cual fuera el nivel o etapa, no debe estar reducida a lo meramente académico, sino a lo holístico, es decir, a la formación del hombre total. Y este proceso debe abarcar por lo menos tres dimensiones de la persona humana”.

Y planteó una explicación que abarca primero: formar la mente para la verdad; segundo: formar el corazón para el bien, Y tercero: formar el espíritu para el amor.

“En definitiva, señaló, no podremos hacer frente a la crisis ni superarla, sin un adecuado proceso tanto educativo como reeducativo del ciudadano venezolano y de la sociedad en general”, dijo Sánchez quien asegura que “tenemos que aprender de esta crisis para verdaderamente salir de ella y superarla. Podríamos cambiar de gobierno ya, -y ojalá sea pronto-, pero si no dedicamos esfuerzos y recursos a la educación del ciudadano y a la reeducación de la sociedad, el deseo de cambio sería sólo una ilusión”.

Texto: Lcdo. José R. Espina F.