Venezuela fue el único ausente en este trienal foro presidencial conformado por los 35 países del continente, al no ser invitado su jefe del Estado, Nicolás Maduro, por la nación anfitriona, Perú
El gran ausente en la VIII Cumbre de las Américas, Venezuela, protagonizó los discursos de los gobernantes presentes en esta cita continental, con una mayoritaria condena a su régimen, que ha visto reforzado su aislamiento internacional.
Venezuela fue el único ausente en este trienal foro presidencial conformado por los 35 países del continente, al no ser invitado su jefe del Estado, Nicolás Maduro, por la nación anfitriona, Perú.
“Seremos implacables con el régimen opresor de Venezuela“, dijo el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, e insistió en que su gobierno no reconocerá los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas convocadas para el próximo mayo por el régimen que lidera Maduro.
“La crisis social y económica (en Venezuela) se agrava cada día más, lo que paradójicamente le ha servido al gobierno para reprimir a la población civil cada día más”, consideró Santos.
“Colombia -agregó- es el país que más sufre la desesperada situación que atraviesan los venezolanos. Por eso somos los más interesados en que en nuestra hermana nación se restablezca la democracia”.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, denunció la violación de derechos humanos en Venezuela, a su criterio “completamente inaceptable”, y exhortó al resto de países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a trabajar juntos para restaurar la democracia en ese país.
“No podemos mirar a otro lado, donde hay un proceso político sin garantías mínimas.Vamos a desconocer cualquier elección que surja de un proceso de este tipo, porque no es elección democrática”, explicó el presidente de Argentina, Mauricio Macri.
El gobernante argentino expresó además su preocupación por la crisis humanitaria en Venezuela, donde “millones son obligados a dejar su tierra, y diariamente sufren de carencias de alimentos y servicios básicos”.
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, reclamó al gobierno de Venezuela que “se reencuentre con el camino de la democracia” y que reconozca la crisis humanitaria que “está condenando al hambre y la muerte” a muchos ciudadanos de ese país.
El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, le agradeció personalmente al presidente peruano Martín Vizcarra, la “fuerte” posición adoptada por Lima contra el Gobierno de Nicolás Maduro y prometió que Washington seguirá presionando política y económicamente a Caracas.
“Gracias por su fuerte postura ante la tiranía y crisis humanitaria que es Venezuela“, le dijo Pence a Vizcarra.
Ante una pregunta directa de Efe sobre si Washington reconocería un resultado electoral en las elecciones del próximo mayo en Venezuela, Pence se limitó a mover los labios para mostrar un categórico “no“.
En Estados Unidos, aseguró, “estamos absolutamente decididos, en esta conferencia y en el futuro, a imponer toda la fuerza de nuestro poder diplomático y económico hasta que las libertades y la democracia se restauren en Venezuela“.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, pidió el “restablecimiento de la democracia” en Venezuela y confío en que se pueda conseguir por medio pacíficos.
El gobernante mexicano enfatizó que “hoy prácticamente en todo el continente hay gobiernos democráticos” y que, “en ese contexto”, le “preocupa la grave situación en Venezuela“.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, que recientemente retiró a su embajador en Caracas y anuncio que no reconocerá los resultados de las elecciones en mayo, condenó el “debilitamiento de la democracia” en Venezuela y denunció el éxodo masivo de ciudadanos de ese país.
“La democracia es uno de los pilares de nuestra integración“, recordó el presidente de Brasil, Michel Temer, que pidió una salida democrática a la situación de Venezuela con el respaldo del Grupo de Lima (formado por 12 países latinoamericanos, los más críticos de la región hacia el régimen de Maduro) y de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Únicamente, y como era previsible, Cuba y Bolivia se desmarcaron en términos idénticos del mayoritario rechazo al régimen venezolano.
El jefe de la diplomacia cubana, Bruno Rodríguez, deploró la exclusión del presidente venezolano de la cumbre limeña y lo que calificó de “afrenta a todos los pueblos de América y retroceso histórico impuesto por” EE.UU.
“Como la voz de Venezuela estamos aquí para defender su libre determinación”, dijo Rodríguez, quien deseó a ese país, principal aliado de Cuba en la región, “éxitos” en las elecciones presidenciales de mayo.