Los países desarrollados renovaron su llamado urgente a mitigar los efectos de la crisis. Insistieron también en su pedido de suspender las elecciones presidenciales, por cuanto no cuentan con las garantías que permitan considerarlas “libres, transparentes y creíbles”
El grupo de los siete -integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- emitió un comunicado en el que piden al gobierno de Venezuela que permita el ingreso de ayuda internacional, debido al vertiginoso empeoramiento de la crisis humanitaria que acaba con gran número de vidas humanas.
En su más reciente reunión, en Canadá, los ministros de las naciones analizaron la crisis venezolana y se mostraron “profundamente preocupados” ante la sistemática violación de los derechos humanos y los principios democráticos básicos.
Además, lamentaron la severa “crisis económica en curso y sus repercusiones humanitarias”, las cuales “afectan gravemente a la población, particularmente a los ancianos, mujeres y niños que se encuentran en situaciones de gran vulnerabilidad”. Esto, recuerdan, “está provocando grandes oleadas de personas que huyen de Venezuela, incluidos refugiados, solicitantes de asilo y migrantes, a otros países de la región”.
En este sentido, destacaron la importancia de “proporcionar asistencia humanitaria sensible a las cuestiones de género para ayudar a abordar las necesidades básicas de las personas afectadas por la crisis”; así como hicieron un llamamiento al Gobierno “para que acepte la asistencia humanitaria de la comunidad internacional”.
En su comunicado, el G7 también fijó posición conjunta respecto a las próximas elecciones presidenciales previstas para el 20 de mayo en el país. Advirtieron que estas “no pueden considerarse libres y justas bajo las condiciones implementadas por las autoridades venezolanas”. Bajo ese argumento, llamaron a “reconsiderar la convocatoria de estas elecciones” y al establecimiento de “condiciones ampliamente acordadas para garantizar elecciones libres, transparentes y creíbles sobre la base de un calendario electoral viable”.
Elogiaron igualmente el trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Grupo Lima “y otros socios regionales para contribuir al restablecimiento de la democracia en Venezuela”, mientras renovaron su exhortación a la comunidad internacional “para que colectivamente adopte una postura firme y de principios para ayudar al pueblo venezolano a lograr una solución pacífica, democrática y sostenible ante el empeoramiento de la crisis”.
Carlos Zapata| Reporte Católico Laico