Organizaciones de movilidad humana en Colombia encaran el desafío de la migración venezolana

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Se necesitan acciones concretas, en perspectiva samaritana

Con un ciclo de conferencias, promovido por la diócesis de Engativá y otras instituciones de Iglesia, se profundiza en los cuatro verbos propuestos por Francisco de cara al acontecer migratorio

 Como parte de las acciones para asumir las acciones que el papa Francisco ha propuesto frente al tema de las migraciones en el mundo –acoger, proteger, promover e integrar–, la diócesis de Engativá y la Universidad del Rosario realizaron en Bogotá, un conversatorio en torno a protección a migrantes venezolanos, bajo el título: “El acontecer migratorio regional: signos de vida y esperanza”.

El evento, celebrado el pasado 25 de julio, contó con el apoyo de la Conferencia Episcopal de Colombia, Cáritas colombiana, la arquidiócesis de Bogotá, la red Tamar –que combate la trata de personas– y la red CLAMOR –dedicada a la movilidad humana.

Como prioridad, los participantes centraron su mirada en el tema de la migración, especialmente ante la situación que se vive en Colombia frente al drama migratorio venezolano. Particularmente, se enfatizó en el verbo “proteger”, como parte de una serie de conversatorios que se llevan a cabo en todo el país desde el mes de mayo, cuando se abordó el imperativo de “acoger”.

Plan samaritano

Francisco Nieto, obispo de la diócesis de Engativá, expresó que es una ocasión supremamente importante frente a esta realidad dolorosa y desafiante para los colombianos y ante la insistencia del gobierno venezolano de negar la crisis migratoria.

“Nos lleva desde el Evangelio a pensar en aquella misericordia en la que tanto insistió el papa Francisco y que nosotros hemos asumido en Bogotá, afortunadamente, con el Plan samaritano en nuestra diócesis, bajo el principio de compasión y misericordia. Es un desafío y nos debe llevar a acciones concretas, lo que encontramos precisamente en estos conversatorios”, señaló el prelado.

Para el obispo de Engativá es importante pasar de una teorización a la acción que “nos lleven a una vida plena sin separar la reflexión teológica de la vida misma”. Resaltó, además, que los conversatorios “nos tienen que llevar a mirar los esfuerzos que realizan las instituciones que tienen una gran experiencia” en este campo.

El reto continúa

Por último, el pastor hizo mención de los padres scalabrinianos, los sacerdotes, los religiosos y los laicos de la diócesis de Engativá, quienes han abrazado la misión de acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes.

Para este mes de agosto, las organizaciones de movilidad humana volverán a encontrarse en la basílica de Nuestra Señora de Lourdes, también en Bogotá, para profundizar en el verbo “promover”. Estos ciclos de conversatorios concluirán en el mes de octubre, cuando se aborde el imperativo de “integrar”, siempre a la luz del magisterio de Francisco.

Vida Nueva