Festividad del Santo Cristo que “se hizo protector de Venezuela”

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La misa pontifical fue presidida por el Obispo diocesano Mario Moronta, acompañado por el Obispo emérito de Mérida, monseñor Luis Alfonso Márquez, y el presbiterio tachirense

El Santuario Diocesano de la Diócesis de San Cristóbal recibió a miles de peregrinos para celebrar este 6 de agosto la festividad del Santo Cristo de La Grita que desde Táchira se ha convertido en el protector de Venezuela. La misa pontifical fue presidida por el Obispo diocesano Mario Moronta, acompañado por el Obispo emérito de Mérida, monseñor Luis Alfonso Márquez, y el presbiterio tachirense.

Los peregrinos que llegaron caminando desde diversos lugares de la región, y otros estados del país, participaron de la ceremonia con una profunda actitud de oración y devoción al Santo Cristo.

“Venimos a encontrarnos de manera especial con el Cristo del Rostros Sereno, quien se hizo presente en nuestra historia. ‘Por los valles y montes andinos’ se metió en nuestra historia y desde aquí se hizo protector de Venezuela. El anuncio de su Evangelio se ha venido dando bajo el reflejo de su rostro sereno y sostenido por sus brazos amorosos”, manifestó el Obispo Mario Moronta en su homilía.

El Prelado recordó también que Cristo es el centro de nuestra vida, pues “el Santo Cristo de La Grita nos permite, en primer lugar, profesar la fe y decirle: ‘Tú eres el hijo de Dios’. Como peregrinos comprobamos que los hermanos que llegan a este monte santo y también nosotros mismos reconocemos ser discípulos del Señor. Puede ser que sea débil la fe, pero hay fe. Lo que sí es claro es que Él es el centro de nuestra propia vida cristiana”, dijo.

Enemigos de la Cruz

También reconoció que existen enemigos de la cruz, “aquellos que, en las diversas responsabilidades públicas o privadas que tienen en la sociedad, imponen cargas inmensas sobre los hombros de la gente; los que provocan el hambre de muchos hermanos, así como indefensión en el campo de la salud al no brindarle seguridad y confianza para obtener y mantener una adecuada calidad de vida. Son quienes viven en contradicción con el Evangelio, pues en vez de servir, buscan ser servidos y prefieren actuar como los que tiranizan a los pueblos y naciones”.

Entre ellos también mencionó a quienes fomentan la “cultura de la muerte” a través del narcotráfico, la violencia, el contrabando, el bachaqueo, el matraqueo, y la especulación. O quienes promueven y defienden el aborto, la eutanasia, la igualdad de género, y el matrimonio igualitario.

Los brazos del crucificado

“Sin embargo, la cruz de Cristo sigue siendo signo de victoria para todos y cada uno de nosotros. Es motivo de orgullo, pues allí se sigue dando la Nueva Creación. Por eso, nos gloriamos en esa cruz redentora de Jesús”, manifestó monseñor Moronta.

Invitó también a contemplar en los brazos del Cristo a tantas personas que reciben consuelo, y en su rostro a “tantos jóvenes y familias completas que han debido emigrar a otros países; los de la inmensa cantidad de venezolanos pasando hambre de verdad, así como de los numerosos ciudadanos que han visto deteriorar su salud por falta de adecuada atención y medicamentos”.

Compromiso de ser misioneros de Cristo

Así mismo exhortó asumir compromisos como misioneros de Cristo, entre ellos: “Mantenernos firmes en el Señor”, “prestarle a Cristo nuestros brazos para sostener a los más débiles”, “mostrar que, en medio de la turbulencia del momento, el Señor está allí con nosotros”.

Los fieles devotos del Santo Cristo de La Grita hicieron la petición al Obispo organizar para el próximo año una “Peregrinación Nacional de Sacerdotes” en la que puedan participar sacerdotes de toda Venezuela. Así mismo los ‘ferieros’ -productores agrícolas de los andes que transportan hortalizas al país- se comprometieron con organizar una peregrinación de la réplica de la imagen Santo Cristo por toda Venezuela.

El Obispo realizó un enérgico llamado a las autoridades a que respeten a los ‘ferieros´ que son sometidos a los abusos de policías y militares en las carreteras venezolanas.

Finalmente, el Obispo realizó una plegaria dirigida al Santo Cristo: “en tus brazos nos acogemos y en ellos colocamos a Venezuela y a toda su gente”.

El Obispo impartió la bendición a toda Venezuela, elevando una niña y trazando la cruz pidiendo que valoremos la vida de en todas sus etapas, y proclamando: “si a la vida, no al aborto”. (Prensa DiocesisSC)