Los obispos panameños se plantan contra los abusos sexuales a menores

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Arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa

La Iglesia suscribe un comunicado adhiriéndose a la reciente carta al Pueblo de Dios de Francisco, comprometiéndose a denunciar y a prevenir este flagelo

Con “vergüenza y arrepentimiento” los pastores también  reconocen que “no actuamos a tiempo” ante  la magnitud y la gravedad del daño causados a menores

La Conferencia Episcopal Panameña (CEP) expresó su apoyo a la posición del papa Francisco sobre los casos de abusos sexuales a menores a través de un pronunciamiento en el que hacen eco a la carta al Pueblo de Dios que el mismo Francisco hizo pública el pasado 20 de octubre, en la que se puso del lado de las víctimas y pide perdón, rechazando toda acción que vulnere sus derechos.

Tolerancia cero contra abusos

En el comunicado, rubricado por el comité permanente de la CEP, en cabeza de su presidente, el arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa, los obispos panameños hacen suyas las palabras del Papa al señalar que “urge reafirmar una vez más nuestro compromiso para garantizar la protección de los menores y de los adultos en situación de vulnerabilidad” para evitar el abuso sexual.

Es por ello que con “vergüenza y arrepentimiento”,  tal como lo dijera Francisco reconocen que “no actuamos a tiempo reconociendo la magnitud y la gravedad del daño que se estaba causando en tantas vidas” con el abuso sexual a menores por parte de clérigos y consagrados.

De igual forma, los obispos destacan los esfuerzos de “tolerancia cero” contra cualquier tipo de abuso (sexual, de poder y de conciencia) así como la “condena” y los “modos de rendir cuentas por parte de todos aquellos que realicen o encubran estos delitos”.

No a la repetición y al encubrimiento

La CEP es partidaria de reconocer los errores, delitos y heridas del pasado que “nos permite abrirnos y comprometernos más con el presente en un camino de renovada conversión”. Con Francisco dicen que “mirando hacia el futuro nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

Finalmente, extienden un llamado a obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y fieles en general a leer la carta del papa Francisco, “a fin de comprometernos cada vez más para aplicar los mecanismos de prevención y de denuncia de estos actos que hieren profundamente a nuestra niñez”.

Vida Nueva