El Papa Francisco canonizó este domingo a Mons. Óscar Romero, al Papa Pablo VI y a otros cinco santos en el Vaticano, en una Misa en la que se colocó a los pies de una imagen mariana una reliquia de cada uno de ellos.
La reliquia de San Pablo VI fue una camiseta que usó cuando sufrió un atentado en Manila, que tenía algunas manchas de sangre a causa de las dos puñaladas que recibió en el aeropuerto a su llegada a Filipinas el 27 de noviembre de 1970.
El atacante que sufría de problemas mentales estaba disfrazado de sacerdote y los que estaban alrededor creían que llevaba en la mano un crucifijo sin percatarse que en realidad era una daga.
El pintor boliviano Benjamín Mendoza y Amor Flores fue detenido inmediatamente y el santo posteriormente lo perdonó.
La reliquia de San Óscar Romero que fue llevada a la Plaza de San Pedro, según informó la Oficina de Prensa del Vaticano, fue una parte de un hueso; mientras que la reliquia de San Francesco Spinelli era un hueso de uno de los pies.
La reliquia de San Vincenzo Romano fue una vértebra mientras que la de San Nunzio Sulprizio, el santo más joven de este grupo ya que falleció a los 19 años, fue un hueso de un dedo de una de las manos.
La reliquia de Santa María Caterina Kasper fue un hueso de la espina vertebral y la de Santa Nazaria Ignacia March Mesa, que ahora es la primera santa de Bolivia, era un mechón de cabellos.
El comunicado del Vaticano también informó que la tumba de San Pablo VI permanecerá en el mismo lugar en el que ha estado hasta ahora, debajo de la Basílica de San Pedro, para así cumplir su testamento.
“La tumba: Me gustaría que estuviese en la verdadera tierra, con un humilde signo, que indique el lugar e invite a la piedad cristiana. Ningún monumento para mí”, escribió el santo.
Las reliquias son objetos físicos que tienen una asociación directa con los santos o con Cristo. Reliquia significa “fragmento” o “remanente de una cosa que fue, pero que ahora ya no es.
La veneración de las reliquias se remonta al siglo II cuando los cristianos recuperaban los restos de los mártires, quienes habían sido discípulos fieles de Cristo.
El P. Carlos Martins, custodio de reliquias y director del ministerio Tesoros de la Iglesia, explicó a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que “las reliquias no son mágicas. No contienen un poder propio, un poder separado de Dios” y dijo que el Señor las utiliza como un medio para hacer sus milagros porque “quiere dirigir nuestra atención a los santos como modelos e intercesores”.
ACI Prensa