Para los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH), la caravana de migrantes hondureños que camina a pie hacia Estados Unidos «es una realidad indignante» provocada por «la actual situación» del país centroamericano, y cuya solución pasa por «abrir oportunidades permanentes» para los ciudadanos. Así lo manifestaron los obispos del país en un comunicado en el que dicen también ver «esta tragedia humana –como ha llamado el Papa Francisco a la migración forzada– con mucho pesar y seria preocupación».
Sin embargo, esta crisis humanitaria «no es nueva» en Honduras, asegura la CEH. «La venimos padeciendo desde hace años», pero «hemos sido sordos ante los gritos de abusos y violación a sus derechos en su trayecto y hemos sido ciegos para ver esa realidad, hemos preferido alegrarnos por la llegada de remesas, como una solución a los problemas internos».
De todas formas, «no es la hora de culpabilizar a personas o a partidos políticos, ni al Gobierno en turno. Eso sería mirar de manera superficial el problema, la responsabilidad es común», resaltó la Conferencia Episcopal.
Ahora, «es momento de brindar salidas humanitarias a la población que va en caravana, pero también es hora de que tanto el Gobierno, el sector financiero, empresarial, trabajadores, campesinos y la sociedad en general emprendamos la tarea de establecer un nuevo pacto social que aborde profunda y definitivamente la solución a este drama social hondureño», añadieron.
En este sentido, abogaron por abordar otros problemas nacionales como «la pobreza, la inequidad y la falta de oportunidades». Es el momento para que las autoridades civiles «reorienten sus políticas y establezcan programas sociales verificables, reorientando el Presupuesto general de la República con esa finalidad».
Asimismo, es «urgente revisar el gasto público y los sueldos y salarios que devengan todos los funcionarios de Gobierno, la mayoría de las veces son sueldos escandalosos, frente a la miseria y pobreza del pueblo».
EFE/Alfa y Omega