“La Iglesia no debe ser juez”, antes bien, “debe actuar de manera más cercana a las inquietudes de los jóvenes”, expresan líderes de la PJ Caracas, apoyando los aportes hechos por Venezuela al Sínodo que finalizó este domingo 28 de octubre
“La iglesia debe ser más cercana a las inquietudes de los jóvenes”, fue uno de los planteamientos hechos por la representación venezolana en XV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, dedicado a “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se realizó en Roma del 3 de octubre hasta este domingo 28 cuando fue clausurado con una misa por el Papa Francisco. La delegación estuvo integrada por la directora ejecutiva de la Pastoral Juvenil de Venezuela, María José Rojas Trocelis, de 24 años, y miembros de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) Mariano Parra Sandoval, arzobispo de Coro y Carlos Alfredo Cabezas Mendoza, obispo de Punto Fijo. Junto a ellos participó el padre Arturo Sosa Abascal, general de la Compañía de Jesús.
María José trabajó como auditora de este Sínodo que reunió a más de 250 padres sinodales y unos 300 jóvenes de varios países, entre los que se incluyeron católicos, delegados de algunas confesiones cristianas y otras religiones y personas no creyentes.
La imagen de la joven venezolana fue difundida por los medios de comunicación, cuando el 17 de octubre, entregaron al Papa Francisco una carta de apoyo y un pectoral con la Cruz de la Pastoral Juvenil Latinoamericana que simboliza “el amor, la oración y entrega de muchos jóvenes y agentes de la pastoral juvenil, asesores y animadores”.
En un audio publicado por la PJ Latinoamericana, María José habló del trabajo realizado en las congregaciones generales, entre ellos, el tema del “acompañamiento a los jóvenes que están refugiados” y el “acompañamiento a los jóvenes en su educación sexual”. Explica que también conversaron sobre “cómo los jóvenes perciben a la iglesia”; y que desean “una iglesia más empática” y “más abierta”.
Resaltó que el tema de “la escucha” fue tomado en cuenta por varios padres sinodales. “La escucha, no solamente como un elemento pedagógico, sino también como un elemento teológico, en la forma de proceder de la iglesia para con los jóvenes”, dijo.
Repercusión del Sínodo en Venezuela
La participación de María José que pertenece a la Diócesis de Maracay, ha sido seguida por las instancias diocesanas y arquidiocesanas de la juventud en Venezuela. Entre estos se encuentran Anderson Mavares, coordinador de la pastoral juvenil de la Arquidiócesis de Caracas y Luisana Lorenzo, asesora laica de la juventud en el Arciprestazgo de la Catedral Metropolitana, quienes conversaron sobre este sínodo.
Explicaron algunos detalles significativos con las promesas del mañana para los jóvenes en su renovación espiritual y desarrollo social en el camino con Jesucristo.
Mavares precisó que lo expuesto por la delegación venezolana fue el resultado de un trabajo previo que se realizó entre jóvenes donde se indagó el papel de la iglesia en la vida del muchacho: “¿Qué le molesta y le agrada de la iglesia?” “¿Qué espera de ella en su proyecto de vida?”.
“Un planteamiento es reconocer el valor de los jóvenes para la evangelización y que los ayuden a enfrentar los grandes problemas del mundo actual”, expuso. Igualmente, destacaron “como algo novedoso” darle oportunidad de participar no sólo a jóvenes católicos, sino de otras religiones, porque “la Iglesia se abre para compartir nuevas experiencias ante los cambios que se están generando en la vida”.
La pastoral juvenil es una escuela
Luisana Lorenzo expresó su satisfacción por el hecho de que la Pastoral Juvenil acompaña en la educación de la fe a muchachos desde los 13 años, a los universitarios y profesionales.
“Es parte de la vida en el camino del evangelio de Cristo resucitado para que su existencia sea exitosa, evitando que caigan en las garras de la droga, el alcohol, y otras conductas que lo alejan de tener una sana y feliz convivencia en la sociedad”, dijo la joven que también ha sido directora de la Pastoral Juvenil en Caracas.
Estos líderes juveniles católicos, coincidieron en afirmar que la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Caracas en sus 36 años de creada, constituye una “pequeña gran escuela”, y es la base de otras pastorales ya sea de familia, vocaciones sacerdotales y religiosas, laicas que orientan al muchacho a emprender lo que será su vida en el futuro.
Maracaibo recibe símbolos de la JMJ
Mavares y Lorenzo revelaron la gran expectativa que se siente en toda Venezuela y de manera especial en Maracaibo (estado Zulia), con la llegada de los símbolos que representan a la Jornada Mundial de la Juventud: la Cruz Peregrina y el ícono de María Santísima, establecidos como tales por San Juan Pablo II.
“Está prevista que el arribo sea entre el 15 al 20 de noviembre”, informaron. “Es un gesto de solidaridad de la iglesia universal ante tanta desesperanza que atraviesa el pueblo zuliano golpeado por la crisis del país, especialmente desde el ámbito eléctrico”, calificó Anderson Mavares.
Para Lorenzo esta visita, que coincide con las festividades de La Chiquinquirá el próximo 18 de noviembre, “vendrá a ser como una llama a la fe de un pueblo que se resiste ante tanta violación de los derechos humanos”.
¡Rumbo a la JMJ de Panamá! En torno a la realización de la Jornada Mundial de Jóvenes, prevista a cumplirse entre el 22 y 27 de enero de 2019, en Panamá, adelantaron que Venezuela aspira llevar entre 300 y 400 muchachos. Lorenzo informó que a pesar de la crisis, muchos jóvenes están ahorrando para sufragar sus gastos, pero el departamento de adolescencia y juventud de la CEV, también hace serios esfuerzos para costear algunos pasajes de aquellos jóvenes que no tienen recursos y desean participar.
Ramón Antonio Pérez // El Guardián Católico