La tarde del martes 20 de noviembre se efectuó el acto público de Apertura del Proceso de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Lucio León Cárdenas, conocido por la comunidad como un “laico ejemplar y apóstol de la Eucaristía”.
El acto lo presidió el Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, para la juramentación del Tribunal que realizará los pasos respectivos exigidos por la Santa Sede.
“Con la gracia de Dios hemos dado inicio al proceso de beatificación de un hombre de Dios, de un hombre del pueblo, una persona muy conocida en el Táchira por sus apostolado como miembro de la Cofradía del Santísimo. Con grandes virtudes de amor a la familia, y devoción a la Eucaristía, conocido como un laico ejemplar y apóstol de la Eucaristía. Que sin ser ilustrado se ilustró con la doctrina de Dios, no fue a ninguna universidad pero era capaz de interpretar y dar a conocer magníficamente al Palabra de Dios porque lo conocía íntimamente en la sagrada Eucaristía”, expresó monseñor Moronta.
El Postulador de la causa de beatificación del Siervo de Dios Lucio León es el presbítero Roberth Hernández, quien realizará su trabajo desde Roma. Y cómo Vicepostulador, el presbítero Edgar Sánchez, párroco de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en La Concordia.
Así mismo el Tribunal Diocesano está conformado por los sacerdotes: Gonzalo Ontiveros, Juez Delegado; Alfredo Sánchez OAR, Promotor de Justicia; y el seminarista Daniel Duque, Notario Principal.
Siervo de Dios Lucio León
Nació en la aldea El Recreo, del municipio Rafael Urdaneta en Táchira, apenas pudo estudiar hasta tercer grado. Por condiciones de pobreza tuvo que trabajar, primero en la población de Rubio y luego en San Cristóbal. Se convirtió en un artesano albañil. Contrajo matrimonio con Mercedes Duque, y tuvieron tres hijos, uno de ellos sacerdote.
Poco a poco fue conociendo la sana doctrina cristiana y llego a ser un decidido evangelizador. Con su esposa e hijos vivieron en armonía y con gran espíritu cristiano. Se convirtió en un Apóstol de la Eucaristía, a través de su acción con la Cofradía del Santísimo. Gran defensor de la familia y de los sacerdotes. La gente lo recuerda por su solidaridad, humildad y por su decidido testimonio de vida cristiana. Paso a la casa de Dios Padre en 2010. (Prensa DiócesisSC)
