Después del rezo mariano del Ángelus, el Papa hizo un llamamiento a la Comunidad Internacional para que opere con responsabilidad ante la aprobación del Pacto Mundial de Migración y bendijo las estatuillas del Niño Jesús de los fieles presentes en la Plaza de San Pedro.
Después de rezar la oración mariana del Ángelus en el tercer Domingo de Adviento, el Santo Padre recordó la reciente aprobación del Pacto Mundial de Migración, que tuvo lugar el pasado 10 de diciembre en Marrakech, Marruecos, y que fue adoptado por 184 países miembros de la ONU, “para una Migración Segura, Ordenada y Regular”.
Momento que Francisco aprovechó para hacer un llamamiento a la Comunidad Internacional “para que opere con responsabilidad, solidaridad y compasión con respecto a quien, por diversos motivos, ha dejado su propio país”, y encomendó esta intención a sus oraciones.
Bendición de las estatuillas del Niño Jesús
Además, como ya había sido anunciado, el Papa bendijo las estatuillas del Niño Jesús que llevaron los niños de Roma, acompañados por el Obispo Auxiliar Monseñor Ruzza. “Queridos niños – dijo el Papa – cuando en sus casas se reunirán en oración ante el pesebre, fijando la mirada sobre el Niño Jesús, sentirán estupor por el gran misterio de Dios hecho hombre; y el Espíritu Santo les pondrá en el corazón la humildad, la ternura y la bondad de Jesús. ¡Ésta es la verdadera Navidad! Que sea así para ustedes y para sus familiares”.
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