La salud en el estado Zulia muestra los resultados de la “desidia y el abandono”. El 2018, el más “crítico de la historia”
El Zulia, una de las regiones más petroleras de Venezuela muestra los resultados de la “desidia” y el descuido de uno de los sectores más importantes de una nación, el sector salud. Los hospitales zulianos cierran el 2018 con constantes muertes y centros asistenciales en estado deplorable.
Juan Carlos Velazco, presidente encargado del Colegio de Médicos del estado Zulia, asegura que el 2018 fue y es el más “crítico” de la historia de salud donde el Gobierno sentenció a muerte a los zulianos.
“La situación de la salud ha llegado a dimensiones dramáticas, catastróficas o apocalípticas; la población se muere de mengua en nuestros hospitales por la irresponsabilidad e indolencia del régimen. Maduro decretó la pena de muerte al pueblo venezolano”.
Para el también diputado de la Asamblea Nacional, una de las consecuencias más notables es cómo de manera vertiginosa las tasas de mortalidad que incluyen tanto la infantil como la materna, aumentaron producto del “abandono”.
Puntualizó que el Ejecutivo nacional le cercena al pueblo los derechos fundamentales de la vida y la salud, y que tratan de ocultar la información, ya que no publican el boletín epidemiológico desde el año 2014.
Protesta de la intergremial
El grito de exigencia se hizo sentir por parte de los trabajadores de la salud el 21 junio del presente año. Los representantes del Colegio de Enfermería de Caracas decidieron tomar las calles de la capital e impulsar la protesta nacional de la intergremial, incluyendo la del estado Zulia.
Hannia Salazar, presidenta del Colegio de Enfermería del estado Zulia, comentó que debido a las condiciones “tan deplorables” que atraviesa la salud regional y nacional, los trabajadores de la intergremial de salud decidieron tomar las calles y declararse en emergencia. “En los hospitales llegan enfermos y los sacan muertos”.
La gremialista aseguró que entre las exigencias que hasta los momentos siguen vigentes están la dotación de medicamentos e insumos, la reconstrucción de la infraestructura de los centros de salud, un salario justo, que a pesar de recibir diferentes aumentos este no es suficiente ni cubre las necesidades básicas de los trabajadores.
Entre las protestas más trascendentes por parte de los galenos está la del 14 de mayo del 2018, cuando a los médicos William Ferrer y Sergio Fuenmayor se los llevaron detenidos por protestar contra la escasez de insumos en el Hospital Adolfo Pons en Maracaibo.
En la protesta las autoridades se acercaron y decidieron aprehender a los dos profesionales. El personal que estaba presente denunció que los funcionarios golpearon y arremetieron contra los protestantes.
El pasado 20 de noviembre los gremios de la salud de la región y sus representantes se presentaron en la sede del Sistema Regional de Salud con pancartas en mano y un manifiesto donde declararon al sector salud en alerta roja por la “situación crítica”.
En el sitio Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia, aseguró que la “situación precaria de la salud se convirtió en un holocausto”, que no recibe respuesta y cada vez mueren más pacientes de mengua.
Puntualizó que el Gobierno en vez de aceptar la ayuda humanitaria, lo que hace es “traer y traer más cubanos, que lo que hacen es empeorar la situación. Queremos es que le garanticen un futuro estable a nuestros futuros médicos para que no se sigan yendo”.
Lo que dejó el 2018 para el 2019
Juan Carlos Velazco, quien representa al Colegio de Médicos de la región, aseguró que es evidente la falta de medicamentos e insumos en los centros hospitalarios que permitan que los profesionales brinden una atención adecuada.
Indicó que: “el 70 por ciento de los quirófanos de los hospitales públicos del Zulia no funciona. Más del 60 por ciento de las camas está inoperativa”.
Para Velazco, el problema eléctrico convirtió los centros asistenciales en unos cementerios de equipos dañados y que de 64 ambulancias que había en el Zulia solo están funcionando tres.
“Casi en su totalidad las unidades de hemodiálisis no funcionan, los equipos de Rayos X todos están dañados. No hay tomógrafos ni resonadores al servicio del sector público en todo el Zulia, y el caso de los medicamentos de alto costo es un verdadero problema de indolencia marcada por la corrupción”, alegó el gremialista.
Los profesionales trabajan con plan de contingencia de 24 horas por guardias a diferencia de las seis horas por bloque, que era lo habitual, esto debido a la diáspora que según Hannia Salazar, representante del Colegio de Enfermería del Zulia, supera el 60 por ciento.
El parlamentario avizora para el año 2019 que: “será peor aún por la negativa del régimen de implementar políticas de salud, que permitan dar un giro a este grave problema y logre dar bienestar y calidad de vida al pueblo venezolano, y mucho más al no reconocer y declarar la crisis humanitaria en salud y facilitar así el ingreso al país de la ayuda humanitaria”.
Para Velazco, lo más sano para el país y para el bien de la salud nacional es que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, renuncie antes del 10 de enero para evitar daños mayores y que los venezolanos sigan muriendo de mengua.
Eladio Júnior Pérez / La Verdad