Con fecha 14 de febrero de 2019, el Papa Francisco ha nombrado nuevo camarlengo del Sacro Colegio Cardenalicio. El cargo estaba vacante tras la muerte, el pasado 5 de julio, del cardenal francés Jean Louis Tauran, quien con anterioridad había sido protodiácono.
El cardenal Kevin Joseph Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha sido el purpurado designado por el Santo Padre. Farrell nació en Dublín (Irlanda) el 2 de septiembre de 1947. Es sacerdote desde el 24 de diciembre de 1978. Tiene también nacionalidad norteamericana, ya que fue misionero y obispo auxiliar en Washington. Recibió la consagración episcopal el 11 de febrero de 2002. Posteriormente, fue nombrado obispo de Dallas, donde permaneció entre 2007 y 2016. En agosto de 2016, el Papa Francisco lo nombró prefecto del citado dicasterio de la Curia Romana. Fue creado cardenal meses después, el 19 de noviembre, asignándosele la diaconía de la iglesia romana de San Julián Mártir. Estudió en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Cuando fallece un Papa o renuncia, el gobierno provisional de la Iglesia católica pasa a manos del cardenal camarlengo, que debe administrar los bienes de la Santa Sede, ayudado por tres purpurados asistentes.
También es quien se encarga de confirmar -una vez informado por el prefecto de la Casa Pontificia- la muerte del Papa y de firmar el acta del deceso.
También en caso de renuncia, sellará el apartamento del pontífice, tomará posesión del Palacio Apostólico Vaticano y de los palacios Lateranense y de Castel Gandolfo.
Cuando el Papa muere o renuncia cesan de sus cargos todos los jefes de los consejos pontificios e incluso el secretario de Estado. Sólo permanecen el camarlengo, el penitenciario mayor y el vicario para Roma. Con todo, en la actualidad es un cargo histórico y honorífico.