13 de julio, día de María Rosa Mística

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13 de julio, día de María Rosa Mística

El domingo 13 de julio de 1947, en el hospital, se apareció nuevamente la madre de Dios. Vestía de blanco y en lugar de las tres espadas, tres rosas, blanca, roja y dorada, adornaban su pecho.  Ella pidió: “En ese día derramaré sobreabundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubiesen honrado. Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística

Las apariciones de Montichiari comienzan en 1947.

Montichiari (Monte Luminoso), es una pequeña ciudad del norte de Italia a 20 km. de Brecia, la sede diocesana, está situada al píe de los Alpes italianos, en la fértil llanura del río Po.

Su primera aparición

Pierina Guilli, nacida el 3 de agosto de 1911, ejercía el oficio de enfermera. En la primavera de 1947, se le apareció una hermosísima señora que vestía túnica morada y cubría su cabeza con un velo blanco, tenía el pecho atravesado por tres espadas, su rostro estaba triste. Le corrían lágrimas hasta el suelo. Sus dulces labios se abrían para decir: “Oración, Penitencia, reparación” y guardó silencio.

Segunda aparición

El domingo 13 de julio de 1947, en el hospital, se apareció nuevamente la madre de Dios. Vestía de blanco y en lugar de las tres espadas, tres rosas, blanca, roja y dorada, adornaban su pecho. Pierina le preguntó asombrada: “Por favor, dígame quien es usted.” Con una dulce sonrisa la señora le contestó: “Soy la Madre de Jesús y madre de todos vosotros.” Después de una pausa prosiguió: “Nuestro Señor me envió para implantar una nueva devoción Mariana en todos los institutos así masculinos como femeninos, en las comunidades religiosas y en todos los sacerdotes. Yo les prometo que si me veneran de esta manera especial, gozarán particularmente de mi protección, habrá un florecimiento de vocaciones religiosas. Deseo que el día 13 de cada mes se me consagre como día Mariano y los doce precedentes sirvan de preparación con oraciones especiales.” Su rostro se iluminó con una inexplicable alegría y continuó: “En ese día derramaré sobreabundancia de gracias y santidad sobre quienes así me hubiesen honrado. Deseo que el 13 de julio de cada año sea dedicado en honor de Rosa Mística.”

Luego le explicó el significado de las tres espadas:

1- La primera espada, significa la pérdida culpable de la vocación sacerdotal o religiosa.
2- La segunda espada, la vida en pecado mortal de personas consagradas a Dios.
3- La tercera espada, la traición de aquellas personas que al abandonar su vocación sacerdotal o religiosa, pierden también la fe y se convierten en enemigos de la iglesia.
El significado de las rosas:

.- La rosa blanca simboliza el espíritu de oración

.- La rosa roja, el espíritu de reparación y sacrificio.

.- La rosa dorada o amarilla, el espíritu de penitencia.

Tercera aparición, el 22 de octubre de 1947

En la capilla del hospital de Montichiari, durante la celebración Eucarística con asistencia de médicos, empleados y gentes del lugar, hizo su aparición la hermosísima señora. Todos se percataron de una presencia extraordinaria pero solamente Pierina pudo verla y escucharla.
María, Rosa Mística, pidió la práctica de la devoción que ya había recomendado y recalcó: “Mi divino Hijo, cansado por las incesantes ofensas, quiso descargar su justicia, pero me interpuse como mediadora entre Él y los hombres, intercediendo especialmente por las almas consagradas.”

Pierina, la vidente, le dio las gracias en nombre de todos y ella se despidió recomendándole con majestad y ternura: “¡Vive de amor… amor al prójimo!”

Cuarta aparición el 16 de noviembre de 1947

La aparición de Rosa Mística a Pierina, en una Iglesia parroquial de Montichiari tuvo por testigos a varias personas, entre las cuales se contaban algunos sacerdotes. Su mensaje puede resumirse en estas palabras.-“Mí divino Hijo Jesús y Señor Nuestro esta hastiado de las muchas y graves ofensas que se le infieren por tantos pecados contra la santa pureza. Le provoca desatar un diluvio de castigos… pero mi intercesión se ha interpuesto para que tenga compasión una vez más, por eso pido en desagravio oración y penitencia. Suplico íntimamente a los sacerdotes que amonesten a los hombres para que no sigan en la liviandad. Yo regalaré mi gracia a quienes ayuden a explicar esos delitos.”

¿Se nos perdonará entonces? preguntó la vidente. La Rosa Mística contestó: “Sí, en cuanto se les deje de cometer.” Y con esta palabras se alejó.

Quinta aparición: 22 de noviembre de 1947

Pierina le preguntó a nuestra Madre: ¿Qué debemos hacer para cumplir sus deseos de oración y penitencia? Resplandeciente de bondad, contestó la Virgen: “¡Oración!” Hizo silencio unos momentos y continuó: “penitencia quiere decir, aceptar las pequeñas cruces diarias y realizar el trabajo cotidiano en espíritu de expiación.”

En seguida le prometió solamente: “El 8 de diciembre alrededor del mediodía vendré otra vez aquí y será la hora de gracia. La hora de gracia será un acontecimiento de numerosas y grandes conversiones, almas totalmente endurecidas en el mal y frías como este mármol, tocados por la divina gracia volverán a ser amantes y fieles a Dios”.

Sexta aparición: 7 de diciembre de 1947

Serena y majestuosa la Virgen llevaba un manto blanco y desde la cabeza le caía graciosamente en pliegue: un niño se lo sostenía a la derecha y una niña al izquierdo.

La Madre de Dios dijo: “Mañana mostraré mi Inmaculado Corazón que es tan poco conocido por los hombres!” Después de un corto silencio prosiguió: “En Fátima, propagué la consagración a mi Corazón, en Bonate procuré que penetrara en las familias cristianas, aquí en Montichiari, deseo implantar la devoción a Rosa Mística unida a la veneración de mi Inmaculado Corazón y deseo arraigarla especialmente en los conventos e institutos religiosos para que las almas consagradas a Dios obtengan aumento de gracia a mi maternal Corazón.
Pierina le preguntó quienes son los niños que estaban a su lado, nuestra Señora le explicó: “Son Jacinta y Francisco quienes te acompañarán desde ahora en todos tus contratiempos. Ellos también tuvieron que sufrir a pesar de haber sido mucho mas pequeñitos que tú. Esto es lo que quiero de ti sencillez y bondad a semejanza de estos niños.” Extendió entonces sus brazos hacia la tierra en señal de protección y mirando al cielo exclamó: “Alabado sea el Señor” y desapareció.

Séptima aparición: 8 de diciembre de 1947

Pierina contempló a la madre de Dios decir.-“¡Yo soy la Inmaculada Concepción!” y con gran majestad afirmó “Yo soy María de las Gracias, esto es, la llena de Gracia, Madre de mi Divino Hijo Jesucristo”. Descendió suavemente por la escala y añadió.- “Por mi venida a Montichiari deseo ser invocada y venerada como Rosa Mística. Quiero que al mediodía de cada 8 de diciembre (Solemnidad de la Inmaculada) se celebre la hora de la gracia por todo el mundo, mediante esta devoción se alcanzarán muchas gracias para el alma y el cuerpo. Nuestro Señor, mi Divino Hijo Jesús, concederá copiosamente su misericordia, mientras los buenos recen por sus hermanos que permanecen en el pecado. Es preciso informar cuanto antes, al Supremo Pastor de la Iglesia Católica el Papa Pío XII mi deseo de que esta hora de gracia sea conocida y extendida por todo el mundo. Quien no puede ir a la iglesia que sea en su casa al mediodía y conseguirá mis gracias.” Luego mostrándole su purísimo corazón exclamo: “Mira este corazón que tanto ama a los hombres, mientras la mayoría de ellos lo colma de vituperios.” Calló unos momentos y continuó: “Sí todos, buenos y malos, se unen en la oración, obtendrán de este corazón misericordia y paz. Los buenos acaban de alcanzar por mi mediación la misericordia del Señor, que detuvo un gran castigo. Dentro de poco se conocerá la eficaz grandeza de esta hora de gracia.

Notando Pierina que la resplandeciente Señora iba a alejarse le imploró fervorosamente: “¡Oh hermosa y amada Madre de Dios, yo le doy gracias!” Bendiga a todo el mundo especialmente al Santo Padre, a los sacerdotes, religiosos y a los pecadores. Ella contestó: “Tengo preparado una sobreabundancia de gracia para todos aquellos hijos que escuchan mi voz y toman a pecho mis deseos.” Con estas palabras se terminó la visión.

Las apariciones en Fontanelli (1966)

Pierina Gilli, pasó varios años en Brecia, como ayudante en un convento de religiosas por orden del Obispo Diocesano Monseñor Giacinto Tredici y el Franciscano Giustino, sacerdote de gran fama; fue desde entonces su director espiritual.

La segunda etapa de las maravillosas apariciones de Rosa Mística comienza en el año 1966 en Fontanelli, un campo de Montichiari donde se halla una fuente de agua escondida en una gruta. Una vieja grada de piedra con unos diez escalones da acceso a la cueva.

En febrero, mientras Pierina rezaba en su cuarto ante un altar de la Virgen, tuvo el privilegio de volverla a ver. La madre de Dios le infundió nuevo ánimo, la colmó de consuelo y alegría y le prometió para el domingo blanco, 17 de abril de 1966, su aparición en Fontanelli.

Informado el Obispo de Brecia de la anunciada aparición de la Virgen, ordenó a Pierina a guardar absoluto secreto sobre el particular.

Primera Aparición: 17 de abril de 1966.

Pierina rezaba el rosario paseándose en el camino, a poca distancia de la gruta. A eso del mediodía, después del toque del Ángelus, se apareció la Madre de Dios y dijo: “Mi divino Hijo Jesús con todo amor me mandó para dar un poder milagroso de curación a esta fuente. En señal de penitencia y purificación besa, de rodillas, el peldaño superior… Ahora baja un poco más siempre de rodillas y besa otra vez el peldaño.”

La vidente descendió de espalda y arrodillada y la Virgen la siguió, sus inmaculados pies descalzos eran perfectamente visibles al posarse en los escalones. Por tercera vez le mandó: “besa las gradas, y haz levantar de aquí una cruz” y señaló con la mano izquierda el punto preciso en donde debía ser colocada. “Que los enfermos y todos mis hijos pidan ante todo perdón a mi divino Hijo. Besen con mucho amor la cruz y luego saquen agua de la fuente y beban.”
La celestial señora se acercó a la fuente y mandó a Pierina: “Coge barro en las manos y luego lávate. Esto te debe mostrar como el pecado es lodo y suciedad en el corazón de mis hijos pero sí se bañan con el agua de la gracia, las almas quedan purificadas y otra vez dignas de la amistad de Dios” Se inclinó, tocó con sus manos la fuente en dos lugares y prosiguió: “Es preciso que se haga conocer a todos mis hijos los deseos de mí Hijo Jesús, comunicados en 1947 y los mensajes que di en la Iglesia de Montichiari. Deseo que los enfermos y todos mis hijos acudan a esta fuente milagrosa. Tu misión está en este lugar en medio de los enfermos y de quienes necesiten de tu ayuda.”

La Virgen comenzó a elevarse hacía lo alto y abrió majestuosamente los brazos, a cuyo impulso se desplegó y extendió su manto que ocupó un espacio inmenso. Cobijadas por el manto, hacía la derecha, aparecieron la iglesia de Montichiari y la fortaleza o Castillo de María.
La Madre de Dios repitió: “Deseo que los enfermos y todos mis hijos, vengan aquí a la fuente de la gracia.” Su maravillosa sonrisa fue la rúbrica de sus palabras, mientras seguía elevándose hasta perderse en el cielo.

La aparición del Castillo de María bajo el manto de Nuestra Señora, tiene su razón de ser. Cuando fue puesto el Castillo en venta, personas pudientes deseaban comprarlo para hacer de el un centro nocturno nada recomendable. Monseñor Rossi, Párroco de Montichiari, se propuso impedirlo a todo trance y pidió incesantemente la ayuda de la Rosa Mística. Surgió entonces la idea de comprarlo para fines caritativos. Se dirigió a Monseñor Luigi, apóstol de la Caridad que ya había fundado en Italia varios asilos para enfermos, ancianos. Este compró el castillo y lo convirtió en un hogar para sacerdotes, ancianos y enfermos. Se estableció allí una capilla y en señaladas ocasiones se dan retiros espirituales.

Monseñor Francisco Rossi afirma: “Todo esto es para mí un milagro muy grande y visible de la Rosa Mística. La vieja fortaleza de María que estuvo a punto de convertirse en un lugar de pecado es hoy lugar de oración, reparación y caridad.

Las construcciones que aparecieron al lado izquierdo, cobijadas por el manto de María fueron la visión profética de muchas edificaciones que la fe y la caridad de las gentes han levantado en torno a la fuente milagrosa.

Segunda Aparición: 13 de mayo de 1966

La Virgen escogió el aniversario de las apariciones en Fátima para manifestarse nuevamente a Pierina Guillini junto a la fuente, a las 11:40 AM. Se habían reunido en el lugar unas 20 personas. He aquí la conversación que se produjo:

-La Madre de Dios inició el diálogo: “La noticia de mí venida aquí a la fuente debe ser conocida y difundida por todas partes.”

-Pierina preguntó: “¿Cómo podré hacerlo sí no se me creen y se me impide actuar?”
-“Aquí está tu misión así como te lo exigí.”

-“Oh amada Madre de Dios, sin un milagro suyo que acredite mis palabras, las autoridades eclesiásticas no me prestarán fe. Yo te pido que hagas un milagro.”

-Sin dar respuesta a la petición, la Virgen sonrió maternalmente y continuó: “Mi divino Hijo es todo amor, pero el mundo va hacia la ruina. Yo he alcanzado una vez más misericordia y vengo a Montichiari para prodigar las gracias de su amor, pero para salvar a la humanidad se necesita oración, sacrificio y penitencia.” Después señaló la fuente hacia la derecha y dijo: “Deseo que aquí se construya un baño cómodo, alimentado por esta agua, en donde se pueda sumergir a los enfermos”, y mostrando hacia la izquierda, dispuso: “esta otra parte de la fuente debe ser reservada para beber.”

Pierina le preguntó el nombre que debía llevar la fuente y la Rosa Mística contestó: “Que se llame la fuente de la Gracia.”

Medalla de la Rosa Mística: 19 de mayo de 1970

La Virgen María, Rosa Mística le pidió a Pierina:

Haz de acuñar una medalla según este modelo: por un lado “Rosa Mística” y por el otro, “María, Madre de la Iglesia.”

“He sido enviada por el Señor, que escogió a Montichiari para traer el don de su amor, el don de la fuente de gracia y el don de la medalla de mi amor maternal. Yo intervendré en la difusión de la medalla, prenda de caridad universal. Mis hijos me llevarán sobre sus corazones a todas partes y yo les prometo mi protección maternal llena de gracias, en este tiempo en que se quiere destruir la veneración que se me tributa.

Esta medalla es el signo de que mis hijos están siempre conmigo que soy la Madre del Señor y Madre de la humanidad. Este es el triunfo del amor universal. La bendición del Señor y mi protección estarán siempre con aquellos que recurren a mí.” 

Oración:
Virgen Inmaculada, Rosa Mística, en honor de tu Divino Hijo nos postramos delante de ti, implorando la misericordia de Dios. No por nuestros méritos, sino por la bondad de tu corazón maternal concédenos ayuda y gracia con la seguridad de escucharnos.
Dios te salve…

Rosa Mística, Madre de Jesús, Reina del Santo Rosario y Madre de la Iglesia – del Cuerpo Místico de Cristo – Te pedimos concedas al mundo, rasgado por la discordia, la unidad y la paz y todas aquellas gracias que puedan cambiar los corazones de todos tus hijos.
Dios te salve…

Rosa Mística, Reina de los Apóstoles, haz que, alrededor de los altares eucarísticos, surjan muchas vocaciones sacerdotales y religiosas para difundir con la santidad de su vida y con el celo apostólico el Reino de tu Hijo Jesús por todo el mundo. Derrama sobre nosotros tus gracias celestiales.

Dios te salve…

Dios te salve, Reina… Rosa Mística, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros!