Una delegación de Estados Unidos, que incluye al Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, presentará las conclusiones del V Encuentro Nacional de Pastoral Hispana/Latina al Papa Francisco el miércoles 18 de septiembre.
El V Encuentro se realizó en septiembre de 2018 con cerca de 3 mil católicos hispanos y latinos, abordando temas como el acompañamiento de inmigrantes, acceso a la educación superior, formación de liderazgo laico, servicio comunitario y evangelización.
La reunión de cuatro días fue la culminación de cuatro años de consultas y talleres a niveles parroquial, diocesano y regional de la Iglesia en Estados Unidos. El tema fue “Discípulos Misioneros: Testigos del amor de Dios”.
Mons. Gómez dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que el V Encuentro ayudó a “los latinos a comprender que realmente pertenecen a los Estados Unidos y que están trayendo sus regalos a nuestra sociedad”.
“Creo que fue hermoso ver su participación y la realidad de que necesitamos que sean líderes en nuestra comunidad. Están totalmente comprometidos con la vida, la sociedad en los Estados Unidos y haciendo una contribución a cada aspecto de la vida del país y especialmente a los valores del Evangelio”, aseguró.
Además, dijo que la comunidad latina trae consigo un compromiso con los valores cristianos que están en la base de sus propios países.
Mons. Gómez también instó a los católicos estadounidenses a rezar más para que el Gobierno llegue a una solución sobre una reforma migratoria integral.
El Arzobispo se encuentra en Roma con una delegación de 12 personas, incluidos el Obispo de Cleveland, Mons. Nelson Pérez; y el Obispo Auxiliar de Detroit, Mons. Arturo Cepeda. El grupo se reunirá con el Papa Francisco después de la audiencia general del 18 de septiembre.
Este equipo también ha participado en reuniones con oficinas y dicasterios del Vaticano desde el 13 de este mes.
Mons. Gómez, quien es vicepresidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) y nació en México, dijo que el grupo presentará al Papa un documento que resume lo que las diferentes personas experimentaron en la reunión y las formas prácticas de seguir el proceso.
“El Encuentro ha sido un proceso hermoso, eso es lo que queremos compartir con el Papa Francisco y todos los demás. Ha sido un ejercicio hermoso de cómo involucrar especialmente a la comunidad latina en la vida de la Iglesia. Así que eso es lo que queremos compartir con él”, explicó.
Mons. Pérez, que es presidente del Comité de Diversidad Cultural de la Iglesia de la USCCB, dijo a CNA que parte del fruto del V Encuentro fue el “liderazgo emergente, en muchos sentidos, de la próxima generación de líderes y líderes pastorales laicos en la iglesia de los Estados Unidos”.
A nivel parroquial, señaló que 3 mil parroquias y 350 mil católicos participaron en el proceso del Encuentro en los últimos años.
Junuee Castro, directora del ministerio de jóvenes y jóvenes adultos en la Diócesis de Salt Lake City, lo secundó. La joven dijo a CNA que las reuniones diocesanas del Encuentro fueron muy significativas para ella y que “los jóvenes levantaron la mano y dijeron que sí, estoy dispuesto a seguir adelante, estoy dispuesto a comprometerme”.
Mons. Pérez también señaló que 250 parroquias de Estados Unidos iniciaron con las actividades pastorales en español y a celebrar Misas en español como resultado del V Encuentro. Agregó que también han visto a varias diócesis establecer oficinas y personal con nuevos líderes laicos.
Al señalar que han ocurrido deportaciones en su diócesis, Mons. Pérez dijo que una de las bendiciones del V Encuentro fue que, a pesar de llegar “en un momento de incertidumbre y miedo”, se convirtió “en muchos sentidos, en un bálsamo relajante donde la gente se une y apoya, acompaña y fortalece un momento muy tumultuoso”.
En la reunión con el Papa Francisco participará personal laico de la USCCB, miembros del equipo del V Encuentro Nacional y otros delegados con experiencia en el ministerio diocesano y parroquial.
Mons. Castro, por su parte, añadió que “lo que la Iglesia puede hacer es lo que el proceso del Encuentro hizo por nosotros. Detenerse y escucharnos”.
