Les presentamos el documento completo de la «Lectio Brevis», clase magistral ofrecida en el día de hoy, 25 de septiembre, por el rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso, con motivo del inicio del período académico 2019-2020.
La lección inaugural contiene importantes reflexiones sobre la situación social, política y económica del país, el papel de la Universidad venezolana y el rol de la UCAB en este contexto, además de las directrices estratégicas de esta casa de estudios para este año.
«La crisis que ha sobrevenido es de carácter sistémico, avanza de manera vertiginosa y amenaza con arrastrar al país al caos propio de un Estado fallido. Los análisis de nuestra economía señalan que tendremos para el cierre de este año una caída de más del 40% del PIB con respecto al año 2018. Somos una economía paralizada».
«El deterioro de las condiciones de vida de la población venezolana ha sido el mayor registrado desde el inicio de la era petrolera. La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI), coordinada desde la Universidad Católica Andrés Bello, estimaba al final del año 2018 que el 51% de los hogares (casi 4 millones de hogares), se encuentran en situación de pobreza estructural. Sabemos que, a esta altura, esta cifra ha crecido en forma alarmante…Se ha determinado que el agravamiento de la crisis humanitaria ha supuesto el incremento de la tasa bruta de mortalidad y una pérdida de 3,5 años en la esperanza de vida. Al día de hoy, la inseguridad alimentaria está presente en 81% de los hogares«.
«Esta sociedad quiere cambio, cambio urgente de régimen, de políticas, quiere paz, certidumbre, esperanza, no soporta a quien se llama gobierno desde Miraflores, porque siente que con él se hunde cada vez más. Las encuestas indican que alrededor de un 80% evalúa negativamente la gestión de Nicolás Maduro y un 67% quiere que cese la usurpación de la Presidencia que ilegítimamente éste desempeña en la actualidad. Y más del 55% quiere que este cambio de gobierno sea a través de elecciones libres y transparentes a través de un acuerdo concertado».
«Las negociaciones en la isla de Barbados entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición representada en la directiva de la Asamblea Nacional, bajo la facilitación del Reino de Noruega, permitieron a la directiva de la Asamblea Nacional diseñar y presentar un mecanismo que, efectivamente, permitiera establecer un gobierno de transición y la celebración de elecciones presidenciales libres, bajo un modelo que lograba zafarse del esquema ‘vencedores y vencidos’”. Los representantes del régimen imperante decidieron levantarse de la mesa y montar otra mesa en paralelo con otros actores».
»Soy de los que me niego rotundamente a ver en este momento fracasos por todas partes. No es así. En Venezuela se está pariendo una salida democrática, pacífica y constitucional a la tragedia que padecemos. Digo pariendo y pariendo con sangre, sudor y lágrimas. Porque se trata de que irrumpan nuevas posibilidades en medio de la represión, el odio, la resistencia al cambio, la obcecación por mantenerse en el poder, aun a costa del sufrimiento de la gran mayoría. Son muchas las energías que se están invirtiendo en esta dirección desde la dirigencia de la Asamblea Nacional, la sociedad civil organizada, ese más del 30% de la población que cotidianamente protesta y exige cambios en la calle y la comunidad internacional aliada a favor de la transición política. Estamos pariendo esa salida y no nos vamos a detener«.
«Creo que es necesario combatir dos actitudes que lamentablemente no nos ayudan. Una es superar el mesianismo redentor. Ese fenómeno en el cual yo, que quiero mucho el cambio, apuesto a que otro lo logre por mí, por su carisma especial, porque es oído por la mayoría, porque cuenta con apoyo y respaldo o porque tiene la fuerza necesaria para imponerse…La verdadera fuerza política, la robustez de las luchas políticas, dependen del compromiso de la sociedad en su conjunto, de la apuesta de cada uno que le lleva a implicarse en la acción colectiva, de la conciencia de los ciudadanos, de la propia responsabilidad».
«Hay que salir de una tentación muy grave y perversa también, que es la búsqueda de la sobrevivencia individual haciéndonos, paradójicamente cómplices del mal que padecemos…Con dolor, se observa cada vez en muchos comportamientos cotidianos el crecimiento del individualismo y la anomia. Hay muchos que optan por su salvación individual, mandando al trasto a los demás, agrediéndolos si hace falta o simplemente prescindiendo de las consecuencias de sus actos».
«La democracia no es solo un modo de gobierno y una forma de Estado; es también y sobre todo, una forma de vida en sociedad, sustentada en la deliberación que busca el bien común de todos…Como dice el maestro (Carlos) Cruz-Diez, esta terrible crisis de democracia es una gran oportunidad para las generaciones de este tiempo, porque tenemos en nuestras manos la posibilidad de conquistarla y reinventar su cultura y sus instituciones sobre la base de las terribles lecciones aprendidas«.
Sobre la situación de la educación y las universidades
«Para quienes somos educadores por vocación, no podemos abandonar la educación si queremos que el país resurja de sus cenizas. Es urgente que todos colaboremos en su salvación como condición para lograr un país próspero y en paz. Si bien es cierto que el nuevo año escolar se presenta lleno de problema y dificultades, los genuinos educadores no podemos permitir que los problemas nos agobien, nos desanimen y nos derroten.
«Venezuela está en ese elenco de los muchos países en los que el derecho a una educación de calidad está siendo vulnerado. Para 2018 los estudios de ENCOVI nos revelaban que la deserción escolar en niños y jóvenes entre 3 y 24 años se ubicó en 30%, ocho puntos porcentuales por encima de 2014…El grupo donde hay mayor abandono escolar es el de los jóvenes con edades entre 18 y 24 años, en el que el 65% manifestó no acudir a ninguna institución por la imposibilidad de asumir los costos. Ahora, al inicio de este curso escolar 2019 – 2020, UNICEF estima que más de un millón de niños y niñas están fuera de la escuela en Venezuela».
«Las universidades de financiamiento público (bien sean nacionales o experimentales) no escapan de esta realidad: profesores y empleados muy mal remunerados, eliminación progresiva de los servicios de trasporte, comedor, becas, ayudantías estudiantiles, graves omisiones en el mantenimiento de infraestructuras, etc. El resultado es una universidad que progresivamente se ha ido vaciando. Las cifras de abandono de docentes y estudiantes son realmente alarmantes».
«Para colmo de males, las universidades autónomas nacionales están siendo obligadas en un plazo perentorio a convocar elecciones con una normativa electoral que suplanta lo establecido en la ley de universidades, lo cual solo pretende profundizar el desconocimiento de la autonomía y la institucionalidad universitaria, buscando tomar el control de la instituciones más reconocidas como símbolos de resistencia al régimen político….Como universidad, nos sumamos al rechazo y a la protesta que las Academias y las universidades han manifestado».
«La educación de gestión privada, que depende de los recursos que provienen de su matrícula estudiantil, se ha visto sobre exigida para continuar desarrollando su tarea en un contexto económico y social muy adverso e intentar a la vez dar respuesta a aquellos padres y representantes que buscan opciones de formación de calidad para sus hijos».
«Para los universitarios, esta es la hora de defender la universidad libre y de calidad, como institución forjadora de capacidades y talentos, como fuerza creadora de conocimientos, como impulso que estimula la ilusión de nuestra juventud que marcha a su destino impávida como incontenible alud. Por nuestros jóvenes, luchemos por la universidad de calidad, libre y democrática».
Sobre la UCAB, sus desafíos y su papel ante la hora actual de Venezuela
«Hoy la UCAB es una institución de referencia para el país y los jóvenes que buscan formación de calidad, nos mantenemos en una posición muy importante en el ranking QS de universidades de América Latina y nuestros egresados siguen siendo la mejor prueba de lo valorados que somos dentro y fuera del país».
«La universidad ha decidido, durante el período académico 2019 – 2020, iniciar un proceso de actualización de su Plan Estratégico con una mirada hasta el año 2022, que nos permita seguir avanzando sobre los logros ya obtenidos en esta última década. Nos proponemos ser una universidad más conectada con el mundo, la empresa, las comunidades y las instituciones del país, salir de nuestras fronteras territoriales mediante la virtualización de nuestra oferta académica. Queremos avanzar en la diversificación de nuestra oferta académica en cada uno de sus niveles, para ofrecer muchas más opciones de formación que las que tenemos actualmente. Deseamos consolidar la calidad académica y de gestión con sustentabilidad y sostenibilidad. Queremos brindar lo mejor de nuestras capacidades institucionales en el empeño por inventar un país de democracia y bienestar«.
«Al tiempo que profundizamos en la calidad de nuestra institución, fortalecemos nuestro compromiso con el país, porque nuestro éxito depende de la viabilidad del país. En este sentido, profundizamos cada vez más nuestro compromiso con el cambio político, la atención a la emergencia humanitaria, la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento de la sociedad civil, la atención a las comunidades vulnerables, etc. Concebimos a la universidad como un proyecto permanente de transformación social, poniendo al servicio de la sociedad nuestras capacidades de investigación y análisis, así como nuestros valores de solidaridad y empatía«.
«Pero para que la universidad alcance estas metas tan ambiciosas y estimulantes, tiene que enfrentar de forma unida y con claridad de objetivos el gran reto de su sostenibilidad financiera en un contexto social de paralización económica, hiperinflación y quiebre de los servicios básicos, entre otros muchos males. Nuestra responsabilidad histórica es garantizar que la universidad pueda sobrevivir a esta crisis a la vez que mantiene sus atributos de calidad y su horizonte de futuro«.
«La universidad se hace más pequeña en número de estudiantes de pregrado y postgrado. Ante ello hemos establecido una política de apertura y cierre de secciones que ha permitido ajustar los tamaños de las clases considerando la taxonomía de las cátedras aprobadas por el Consejo Universitario. Igualmente fortalecemos nuestras estrategias de mercadeo y promoción para ampliar nuestras posibilidades de captación en medio de una demanda que se restringe cada vez más. Seguiremos avanzando en políticas tendientes a reducir costos y aumentar la eficiencia, teniendo cuidado de mantener las actividades sustanciales».
»La institución ha diseñado y ejecutado una estrategia financiera frente al contexto económico, estableciendo presupuestos trimestrales, junto con una trimestralización del proceso de fijación de precios de la matrícula, para responder a las variaciones económicas, preservando algunos niveles de certidumbre para las familias de los estudiantes«.
«Nuestra política de fijación de precios ha respondido a la necesaria relación que debe existir entre ingresos y costos. Sin embargo, esta sana relación nunca la hemos mantenido y en la actualidad está muy por debajo de lo que debe ser. Para cubrir ese desequilibrio que existe entre precio de la matrícula y costos reales nos hemos visto obligados a buscar préstamos financieros, que por cierto están muy limitados desde hace varios meses, y hemos tenido que utilizar los pocos ahorros que tiene la institución. También nos hemos visto obligados a buscar donaciones especiales para mantenimiento de la infraestructura, compra de equipos, pago de licencias, etc.».
«La UCAB continúa manteniendo una amplia cobertura de sus políticas de cooperación económica. La universidad, para el período académico 2019 – 2020, cuenta con un 35% de sus estudiantes amparados por alguno de sus programas de cooperación económica, con porcentajes de ayuda que superan el 65% en promedio. Estamos hablando de unos 3.500 estudiantes que reciben apoyo económico».
«Si volvemos la mirada hacia nuestros docentes, investigadores, técnicos y profesionales y empleados, la universidad ha consolidado sus prácticas de compensación para responder a un entorno hiperinflacionario que atenta contra el poder adquisitivo y la calidad de vida de sus colaboradores».
«Lamentablemente hay quienes no entienden este esfuerzo. Son pocos, pero los hay, y buscan hacer daño, mintiendo descaradamente, difamando y ofendiendo, a través de campañas insidiosas».
«Mi deber como Rector -y nuestra responsabilidad institucional- es preservar esta universidad en el tiempo, no agotarla hasta arruinarla para responder a las exigencias injustas de quienes solo ven su problema independientemente del contexto y de los derechos de otros».
«Yo quiero llamarlos hoy y los animo a todos a seguir apostando por la UCAB, que es apostar por nosotros mismos, por nuestros sueños y nuestras luchas por la dignidad. Los invito a que sigamos resistiendo con coraje y claridad de objetivos a la inclemencia de este tiempo que nos ha tocado vivir y a que pongamos nuestras mejores energías en inventar un futuro mejor, de democracia, libertad, paz y bienestar para todos. Los invito a defender a la UCAB con argumentos, con posiciones, con convicción. La UCAB es centro de luz y de vida para esta sociedad, para muchos jóvenes, es vida para nosotros. Defendamos a la UCAB como espacio de vida contra todo mezquino interés«.