“La meta es seguir trabajando por la paz, reconciliación y justicia de Venezuela”

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Consejo Nacional de Laicos desarrolló su asamblea anual

El Consejo Nacional de Laicos desarrolló su asamblea anual, a cuyo término emitió un contundente comunicado en el que llamó a buscar la santidad en medio de la crisis venezolana. Recordó la urgencia de un “cambio urgente del régimen que inicie la transición a la democracia”.

Con éxito se desarrollaron las sesiones y actividades especiales de la Asamblea Anual 2019 del Consejo Nacional de Laicos de Venezuela (CNL), en Caracas, del 1 al 3 de noviembre, a las que acudió Reporte Católico Laico.

La presidenta del CNL, Dra. María Elena Febres Cordero, destacó la excelente participación de conferencistas y ponentes, “quienes demostraron su formación, altura académica y compromiso con el país, la Iglesia, la misión y el protagonismo del laicado venezolano”.

Las jornadas contaron con la presencia del representante del Papa Francisco, el Nuncio Apostólico, mons. Aldo Giordano; el cardenal Jorge Urosa; el obispo Auxiliar de Caracas, mons. Tulio Ramírez; así como del Secretario de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), monseñor Trino Fernández; la madre Julia Pardo Martín, Superiora General de las Hermanitas de los Pobres.

Representantes sacerdotales y religiosos acudieron a este importante evento nacional al que acudieron delegados representantes de los Consejos Diocesanos y Arquidiocesanos, Movimientos y Asociaciones del país, que integran “más del 75% de las organizaciones que hacen vida en el CNL”.

Además, durante las mesas de trabajo se contó con los aportes de representantes de organizaciones de REPAM, RASI, Cáritas, Pastoral Juvenil; Red Provida Venezuela, Universidades, instituciones sociales, Comisión Centenario Siervo de Dios Arístides Calvani, Academia Internacional de Hagiografía y actores de la sociedad civil venezolana.

Crisis continuada y agravada

Al término de la actividad, el CNL emitió un comunicado ante la “crisis continuada y agravada que hoy nos ofrece dos vías inaceptables: vivir oprimidos en emergencia humanitaria compleja, condenados a padecimientos de hambre y enfermedad; o tomar camino hacia otros países por fronteras de tierra, mar y aire”.

El Consejo Nacional de Laicos advierte al respecto que “el éxodo de compatriotas cercano a los 5 millones no se va a detener, hasta tanto no se produzca el cambio político que la nación entera está clamando pacífica pero contundentemente”.

El documento reitera la denuncia del “gravísimo deterioro en la prestación de servicios públicos básicos de salud y educación, de electricidad y agua potable, de transporte y comunicaciones, que atenta contra la dignidad, la integridad y el desarrollo de nuestro pueblo”.

Alerta además que ese deterioro “está ocasionando pérdidas incalculables de vida y recursos, producto de la ineficiencia del Estado y graves y sistemáticas violaciones a los derechos humanos fundamentales, entre los cuales sobresale el derecho a la vida”.

“La catástrofe sólo tiene una salida…”

Lamenta que Venezuela registre “récord mundial de una hiperinflación constante durante más de cuatro años”; así como el hecho de que en espera de una “pensión o jubilación digna, hoy (muchos) mueren de mengua con una mensualidad que gira en torno a los cinco dólares”.

Insisten en que la “catástrofe no tiene otra salida que un cambio urgente del régimen que inicie una transición a la democracia. Por tanto, nos unimos a todas las personas de buena voluntad que trabajan por dicho cambio por vías pacíficas y constitucionales”. Estiman en este aspecto que “todos unidos hemos de trabajar por la reconstrucción y el progreso de Venezuela”.

Consideran no obstante que “urge promover y apoyar toda iniciativa de reconciliación y pacificación del país. Trabajar con una mirada de amor y de la misericordia que acoge en el perdón, para descartar sentimientos de odio y venganza que sólo traerían más dolor y violencia.

Al tiempo que hacen votos “por la justicia imparcial”, que “deberá hacer su trabajo con aquellos que tienen delitos graves cometidos y que seguramente responderán ante los tribunales nacionales y también los internacionales, exigen “la restitución del derecho a la libertad de expresión y opinión”, propias de un “país democrático como el que anhelamos construir”.

“No nos dejemos robar el ideal del amor”

Aseguran que el laicado venezolano “donde quiera que se encuentre cumpliendo su misión, seguirá salvando vidas, ayudando enfermos y necesitados; y, trabajando por la paz, la reconciliación y la justicia”. En este aspecto, claman: “¡No nos dejemos robar el ideal del amor fraterno! (EG 101)”.

Al recordar que “la esperanza activa implica confianza en Dios”, ratifican su “compromiso personal y comunitario con Venezuela” e inpliran “la misericordia de Dios para el pueblo venezolano y la protección de nuestra Madre María de Coromoto, Patrona de Venezuela”.

La asamblea anual contó con diversas conferencias, como la de “Cambio epocal y transformación de Venezuela”; amén de los análisis presentados por un panel de expertos, que incluyó un profuso análisis de la situación venezolana “desde las realidades de este tiempo”.

Además sirvió de marco para el bautizo de los cuadernos de la colección “Centenario Arístides Calvani”.

Uno de los elementos más interesantes del formato fue la presentación del foro: “La realidad actual y la actitud del cristiano”, que brindó una decena de testimonios acerca de “¿Cómo vivir la santidad en nuestro quehacer diario?”.

Carlos Zapata | Reporte Católico Laico