El Papa Francisco recordó a las personas que “impulsadas por la esperanza, han abandonado su tierra natal a un gran precio y no pocas veces han atravesado tragedias por tierra y mar”.
Así lo indicó el Santo Padre al recibir en audiencia este 11 de enero a los miembros del Pontificio Colegio Etíope en el Vaticano con ocasión de los 100 años de fundación.
En su discurso, el Pontífice exhortó a los sacerdotes estudiantes de Etiopía y Eritrea que viven en este Pontificio Colegio a “preservar la preciosa tradición eclesial, junto al impulso misionero”.
Asimismo, el Santo Padre esperó que se “garantice a la Iglesia Católica de estas naciones la libertad de servir al bien común, sea al permitir a ustedes estudiantes completar sus estudios en Roma, o en cualquier otro lugar, y también protegiendo las instituciones educativas, sanitarias y asistenciales, con la certeza de que los pastores y los fieles desean contribuir al bien y a la prosperidad de sus naciones”.
Sin embargo, el Papa añadió también que “es triste recordar” a las muchas personas que “impulsadas por la esperanza, han abandonado su tierra natal a un gran precio y no pocas veces han atravesado tragedias por tierra y mar.”
En esta línea, el Pontífice agradeció la acogida “que sus fieles han podido experimentar y por el compromiso que algunos de ustedes ya viven al acompañarlos pastoralmente en Europa y en otros continentes” pero añadió que “todavía se puede hacer mucho y mejor, sea en patria que en el extranjero”.
Finalmente, el Papa Francisco los animó en su discurso a “aprovechar los años de estudio y estancia en Roma, en un servicio humilde y generoso basado siempre en la unión con el Señor, a quien hemos dado toda nuestra existencia”
ACI Prensa