El sacerdote Guillermo Serra revela lo que lo llevó a la cima en las redes sociales

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El sacerdote español Guillermo Serra tiene casi un millón de seguidores en Facebook, más de 150 mil en Instagram, 80 mil en Twitter y 56 mil en YouTube

El legionario tiene casi un millón de seguidores en Facebook, más de 150 mil en Instagram, 80 mil en Twitter y 56 mil en YouTube

En entrevista para Vida Nueva, explica por qué la pandemia y la “nueva normalidad” representan un gran reto para la Iglesia digital

El sacerdote español Guillermo Serra empezó a utilizar Facebook en 2011. El proyecto que le habían asignado entonces los Legionarios de Cristo, congregación religiosa a la que pertenece, lo obligaba a estar en contacto con mucha gente, y alguien le sugirió usar dicha red social para cumplir su encomienda.

Él había escuchado hablar de Facebook pero le parecía “una pérdida de tiempo”; sin embargo, pronto descubrió su potencial evangelizador: inició subiendo reflexiones espirituales, y al ver que éstas tenían muy buena acogida, a los pocos meses abrió la página pública ‘Padre Guillermo Serra’, la cual hoy cuenta con casi un millón de seguidores.
Después se animó a navegar en otras plataformas, y hoy es considerado uno de los sacerdotes con mayor número seguidores en las redes sociales: en Instagram cuenta con más de 150 mil; en Twitter, con más de 80 mil, y en YouTube, con más de 56 mil.

De la obligación al gusto

En entrevista con Vida Nueva, el padre Guillermo explica que sus primeros años como sacerdote no tenía una misión de evangelización directa, sino que más bien se desempeñaba como secretario y consejero, por lo cual pasaba mucho tiempo delante de la computadora. Fue ahí donde descubrió el potencial evangelizador de las redes sociales y entonces sí –dice– “lancé las redes, en nombre de Jesús”.

Actualmente, los principales países donde se encuentran sus seguidores en redes sociales son México, en primer lugar; luego Estados Unidos, Colombia, Argentina y Venezuela. La mayoría de sus seguidores son mujeres, poco más del 70%, y el rango de edad más grande va de los 45 a los 55 años.

El padre Guillermo ha ido entendiendo la dinámica propia de cada red social. Empezó con Facebook e Instagram, pero ahora utiliza más Twitter, pues asegura que la gente está ávida con mensajes positivos, espirituales y oraciones, y “puedo decir que los usuarios de Twitter encuentran respuestas y consuelo al leer en poco tiempo algo que pueda darles paz”.

Meditaciones exitosas

Hace unos años el padre Guillermo empezó el proyecto llamado “Audio Evangelio”, una breve meditación del Evangelio de cada día enviada por WhatsApp. “Los grupos crecieron y ahora lo reciben más de 16.000 personas que a su vez lo replican en sus grupos”, asegura.

También creó los “Caminos”, que son meditaciones diarias, enviadas también por WhatsApp, y otras más para prepararse para Navidad y Pascua.

Al referirse a los contenidos preferidos por su audiencia, reveló que sin duda alguna es todo aquello que “les ayude a rezar mejor, a conectarse con Dios, conocer su fe y encontrar un remanso de paz en medio de la agitación diaria. Por eso, el ‘Audio Evangelio’ y los ‘Caminos’ han encontrado tan buena acogida”.

Lanzar las redes, en el lago digital

PREGUNTA.- ¿Cuál considera que ha sido su mayor logro en este camino de evangelización a través de las redes sociales?

RESPUESTA.- Uno podría pensar que el número de seguidores, pero creo que es un modo algo superficial de medir el impacto. No depende de uno realmente, hay muchos factores a la hora de que te sigan, incluso, estamos también dependiendo de los algoritmos de cada red social.

Por eso me gusta medir los logros por haber encontrado un modo virtual, pero no por ello menos real, de acercar a la gente a Dios. Podría decir, el haber creado una “Parroquia virtual”, que ahora que estamos en tiempo de Covid-19, se ha demostrado muy útil y práctica. Todo lo sembrado por años, ahora ha dado un fruto visible maravilloso, pues la gente se ha sentido acogida, acompañada y sostenida en tiempos de tanta tribulación.

todo ello en el contexto del llamado de la Iglesia, ya desde el Concilio Vaticano II, para usar los medios de comunicación como un lugar privilegiado para transmitir el mensaje de Jesús. De hecho, desde 1967 la Iglesia cuenta con la Jornada Mundial de la Comunicación Social, donde el Papa presenta un mensaje. Los últimos años las redes sociales han estado entre los temas principales.

Así que podría decir que el mayor logro es haber respondido a esta necesidad de usar los medios de comunicación para evangelizar, lanzar las redes, en el lago digital y dar a conocer la barca de Jesús que nos llama a una vida nueva y a santificar todas las realidades del mundo, orientándolas a la salvación de los hombres.

¡Cuidado con el miedo y la ignorancia!

Para el sacerdote legionario, los principales obstáculos para evangelizar en las redes sociales han sido dos: El miedo y la ignorancia inicial de lo que es una red social y de cómo funciona.

Después vienen los retos –explica– y uno de ellos es saber encontrar el equilibrio entre el mensaje que se quiere transmitir y el modo de hacerlo, y esto, sin emplear demasiado tiempo, que nunca sobra.

Otro desafío es que la Iglesia, aunque ha dado grandes pasos, todavía le falta mucho para trabajar de modo profesional en la comunicación digital.

En este sentido, agrega: “La pandemia ha dado un gran impulso y ha solucionado en parte otro de los retos, que era el esfuerzo individual con poca coordinación. Ahora se han detectado esfuerzos interesantes con mucho fruto. Por ejemplo, entre cuatro sacerdotes dimos una renovación matrimonial virtual con más de 20.000 parejas participantes”.

Del mismo modo –subraya– muchos sacerdotes y catequistas han tenido que usar las redes sociales y han encontrado una forma de estar cerca de los fieles.

Las redes sociales en la “nueva normalidad”

Cuenta el padre Guillermo Serra lo que le ocurrió hace unas semanas cuando un policía de vigilancia de la escuela donde trabaja se le acercó y le dijo: ‘Padre, ¿va a seguir enviando ‘El camino del corazón de Jesús?’.

“No sabía bien a qué se refería, yo lo conocía nada más de vista porque rotan a los policías por toda la escuela y universidad. Me paré, le dije: ‘¿Perdón?’. Me volvió a preguntar lo mismo, y añadió: ‘Me llegan sus audios todos los días y me ayudan mucho’. En ese momento entendí que las redes sociales no tienen barreras y que puedes llegar a gente cercana después de dar muchas vueltas”.

Sin embargo, la pregunta de aquel hombre hizo ver al sacerdote un nuevo reto que vendrá de la mano de la “nueva normalidad”: la falta de tiempo. Con la nueva dinámica –dice– ya no habrá tiempo suficiente para dedicarle a las redes sociales, pero es importante estar y seguir presentes en ellas. No hay de otra”.

Vida Nueva

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