“Desde los 6 años de edad, mi mamá me enseñó a hacer el rosario, iba a misa, pero como más tranquilo”, expresó Edicson Urdaneta haciendo referencia a su inicio en la vida cristiana, que cambió cuando entró a la Universidad, actualmente es médico, pero en ese tiempo le tocó enfrentar posturas que contraponen a Dios con la ciencia, y eso le hizo confundir.
Hace 32 años comenzó a hacer vida en el grupo Encuentros Familiares de Venezuela, donde que trabajan personas sin cobrar nada, con matrimonios, con novios, con hijos, con personas solas, viudas, divorciadas, solteros, comentó Edicson Urdaneta, haciendo referencia que en un encuentro conyugal con su esposa, sintió el llamado al servicio, “allí me metí, en esos movimientos ayudando a los matrimonios en conflictos y donde muchos años después, en 2006, hace 16 años, quedamos como Matrimonio Director a nivel nacional. Eso me ayudó a meterme de nuevo en el camino del Señor. En una reconversión”.
“Participando en la Iglesia Claret con el padre Ovidio Duarte, allí yo le decía al Señor… Quiero ser activo en la iglesia, participar”, y comencé ayudando en la liturgia leyendo la Palabra de Dios, comenta Urdaneta al narrar que un día el templo estaba muy lleno, y el Padre comienza a hacer señas, antes de llegar el momento de la comunión. Hasta que comprende que era a él a quien llamaba, “me llevó el Espíritu Santo, desde donde estaba hasta el altar, llegué y me dijo lávate las manos, purifícate que vas a dar la comunión. Eso era lo que yo había pedido al Señor”.
Edicson Urdaneta señala que por cuestiones familiares y personales se trasladan a la Iglesia San José, con el Padre José Rafael Romero, donde le nombran Coordinador de Salud del Congreso Misionero, para la atención de 3 mil personas, que venían de todo el mundo para ese evento. “Yo estuve coordinando todo: emergencias, Cruz Roja, 911, la gobernación, coordinaba todo lo relacionado con la salud”.
“A partir de allí, el Padre nos nombra, a mi esposa y a mí: Ministro, Delegados de la Palabra. Luego el padre Lenin Naranjo, en la parroquia Nuestra Señora de Las Mercedes, nos pide fundar Encuentros Familiares, allí conocí a César Montoya y otros diáconos. Sentí otro llamado, a otra vocación.”, Urdaneta no se queda allí, investiga, busca en la Biblia sobre los diáconos y va más allá. “Consulté mi inquietud con el Padre y me dijo que tenía cualidades, eran ya 63 años y a esa edad me postuló, fui a la Escuela y me aceptaron, comencé mi Formación Diaconal. Voy para 8 años y gracias al Señor se va a hacer su voluntad, desde este sábado seré diácono”.
Comentó el Urdaneta que en una oportunidad le entrevistó Monseñor Ubaldo Santana, a él le dijo como Juan le dijo a Jesús, “de quien no soy digno de desatarle las sandalias, así decía de José Gregorio, porque era un hombre con mucha humildad, entregado, a mí como que me faltaba mucho”.
Señaló además otra anécdota, que en una oportunidad hablando con Monseñor Ángel Caraballo, éste le comentó “dicen que de los Encuentros Familiares no salen personas con vocación, y yo soy Obispo, fui el primer HH a nivel nacional, y usted va al diaconado y su vocación también sale de Encuentros Familiares”. HH que es Hijo e Hija y NN que es Novio y Novia explicó el diacono para documentarnos un poco sobre estas siglas de los Encuentros Familiares.
Edicson Urdaneta, refiere que cuando comenzó en la Escuela, empieza a recibir clases de los diáconos que habían estudiado teología. En la Única inicia estudios de Filosofía, “asistí a todas las clases del diaconado, que me parecieron super interensantes, con muchos de los diáconos. He venido formándome con ellos y ya termino todas las clases del diaconado”.
“La verdad me siento muy complacido con mis hermanos los diáconos, que nos dieron clases, con mucho interés estuvieron pendientes de nosotros en cada momento. La formación ayuda mucho, además que el Espíritu Santo te ayuda, uno debe formarse y espero que como diácono, siga teniendo ese servicio que ya venía haciendo, pero ahora se soy Intercesor del Señor y que hago todo porque él me ayuda”, dijo el Diácono al señalar para concluir que “En mi servicio como médico, estoy en la parroquia San Benito, allí no había Cáritas, se está formando. Desde allí se atienden matrimonios en conflictos, con la ayuda de mi esposa, que es Ministro y de mis hijos que son de Encuentros Familiares, todos están casados, los nietos también apoyan y asisten”.
José R. Espina F.