Beata Candelaria de San José, una vida al servicio de Dios y al prójimo

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Beata Madre Candelaria de San José

En Venezuela el primero de febrero es la memoria litúrgica de la Beata Candelaria de San José, la segunda venezolana quien llegó a los altares por su vida de santidad al servicio de Dios y al prójimo especialmente de los ancianos, pobres y necesitados

Susana Paz Castillo Ramírez que es su nombre de Bautismo, nació en Altagracia de Orituco, estado Guárico (Venezuela), el 11 de agosto de 1863. Fue hija de Don Francisco de Paula Paz Castillo y Doña María del Rosario Ramírez, esposos auténticamente cristianos quienes les inculcaron los verdaderos valores y virtudes cristianas que ella practicó durante toda su vida.

La abuela paterna de la segunda beata venezolana, doña Candelaria Pérez y Bolívar, era prima hermana del Libertador Simón Bolívar, pero Susana demostrará su heroísmo en la vivencia diaria de la fe católica la cual le permitió llegar a los altares y ser modelo de la práctica de las virtudes cristianas.

Un aspecto característico de la Beata Candelaria de San José desde joven, es su gran fe y amor en Dios y una gran caridad hacia los enfermos y necesitados, lo cual tuvo durante toda su vida. Ante el dolor humano ella se compadece sanando y ayudando  hasta donde sus posibilidades lo permitieran.

El 19 de diciembre de 1901 estalló en Venezuela la Revolución Libertadora con la finalidad de derrocar al general Cipriano Castro quien había llegado al poder en 1899. Esta revolución tuvo su gran batalla el 11 de octubre de 1902 en la ciudad de La Victoria, estado Aragua, la cual duró 22 días resultando finalmente el General Castro vencedor de esta batalla.

A consecuencia de la contienda muchos soldados derrotados se fugaron y como pudieron llegaron hasta Altagracia de Orituco. La población se llenó de heridos y enfermos en sus plazas, calles y casas abandonadas. Debido a esta lamentable situación el padre Alberto González, párroco de Altagracia, sufre un derrame cerebral y muere en noviembre de 1902.

El 17 de febrero de 1903 llegó como párroco de  Altagracia de Orituco el presbítero Sixto Sosa quien años después se convertirá en Administrador Apostólico de la Diócesis de Guayana en 1914, y posteriormente, primer Obispo de Cumaná en 1923 y gran apoyo de la Madre Candelaria durante toda su vida.

Este insigne sacerdote ante la cantidad de soldados heridos y enfermos, convocó a una junta de médicos para la fundación de un hospital, el cual se inauguró el 13 de septiembre de 1903 con el nombre de Hospital San Antonio.

La joven Susana Paz Castillo con su gran caridad y animada por el padre Sosa se dedicó a la atención de los enfermos junto a un grupo de damas en este Hospital. Ella quedó como Superiora y al mismo tiempo nace en aquel grupo de mujeres el deseo de consagrarse a Dios en la vida religiosa.

El Padre Sosa con la ayuda de Monseñor Felipe Neri Sendrea, Obispo de Calabozo, gestiona todo lo referente para que Susana y sus compañeras se hagan religiosas consagradas. Para este fin tuvo la asesoría del Padre Santiago Machado fundador de la Congregación de las Hermanitas de los Pobres de Maiquetía.

Junto con la Venerable Madre Emilia de San José, y con aprobación de Monseñor Sendrea, aquellas mujeres vistieron hábito el 13 de septiembre de 1906 cambiando Susana su nombre por Candelaria de San José por su devoción que tenía a la Santísima Virgen bajo esta advocación mariana y como recuerdo de su abuela paterna Doña Candelaria Pérez y Bolívar.

Al finalizar el noviciado la Madre Candelaria y sus compañeras hacen su primera profesión religiosa el 31 de diciembre de 1910 ante Monseñor Sendrea quien se encontraba de visita en Altagracia.

De esta manera nace oficialmente la nueva Congregación religiosa venezolana con el nombre de Hermanitas de los Pobres de Altagracia de Orituco para el servicio de los enfermos, pobres y necesitados. El Obispo confirma a la Madre Candelaria como Superiora General que venía desempeñando.

El 31 de diciembre de 1916 con aprobación del Obispo de Calabozo, la Madre Candelaria y sus compañeras hacen sus votos perpetuos ante Monseñor Sixto Sosa ya consagrado Obispo en Ciudad Bolívar, en el estado Bolívar.

Después de su profesión perpetua la Madre Candelaria empezó a fundar asilos y hospitales en varios lugares tanto en los Llanos como en el Oriente venezolano y emprendía giras de recolección para el funcionamiento y mantenimiento de estas fundaciones y aunque no le faltaron las dificultades tanto económicas como de recursos, supo salir adelante con la fe y confianza siempre puesta  en Dios.

Agregación de la Congregación a la Orden del Carmen y fallecimiento de Madre Candelaria

En el año 1922 la Madre Candelaria inició las gestiones para dar a la Congregación carácter legal, y con la ayuda de Monseñor Sixto Sosa y del Padre Elías Sendra, sacerdote carmelita que desempeñaba su ministerio en Porlamar.

La Congregación fue agregada a la Orden del Carmen el 25 de marzo de 1925 con el nombre de Hermanas Terciarias Carmelitas Regulares, hoy conocidas como Hermanas Carmelitas Venezolanas o Hermanas Carmelitas de la Madre Candelaria.

Después de la agregación a la Orden del Carmen, la Madre Candelaria de San José seguirá como Superiora General de la naciente Congregación Carmelita hasta el 11 de abril de 1937, fecha que renunció a su cargo debido a su salud y edad durante el primer Capítulo General de la Congregación, pero continuó sirviendo como Maestra de Novicias.

El 31 de enero de 1940 después de haber sufrido su enfermedad con paciencia y fortaleza y luego de haber pronunciado el nombre de Jesús, falleció esta insigne religiosa guariqueña en olor de santidad en la ciudad de Cumaná, estado Sucre.

Segunda Beata de Venezuela 

Por la fama de santidad de la Madre Candelaria de San José los Padres Carmelitas prepararon el camino para el proceso de Beatificación, y el Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas instaló el Tribunal respectivo el 22 de marzo de 1969.

El 1 de octubre de 1974 se entrega toda la documentación en la Congregación para la Causa de los Santos en la ciudad del Vaticano. Posteriormente, el 19 de abril de 2004, se promulgó el decreto sobre la heroicidad de las virtudes y San Juan Pablo II la declaró Venerable.

El 6 de julio de 2007, el Papa Benedicto XVI que en gloria esté, aprobó el milagro para su beatificación realizándose la solemne ceremonia litúrgica el 27 de abril de 2008 en Caracas, presidida por el entonces Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos el Cardenal José Saraiva Martins como Legado Papal, llegando a ser la Madre Candelaria la segunda Beata de Venezuela.

El encuentro de la Beata Candelaria de San José con el Beato José Gregorio Hernández

Es digno mencionar que el 29 de junio de 1919 hubo en el Hospital Vargas de Caracas un encuentro entre dos santos: la Beata Candelaria de San José y el Beato José Gregorio Hernández.

De acuerdo a la biografía en los últimos meses del año 1918 la Madre Candelaria sufrió una caída del caballo durante uno de sus viajes de recolección para los asilos y hospitales fundados por ella, recibiendo un fuerte golpe en el pecho que trajo como consecuencia un tumor maligno y los médicos de Altagracia de Orituco temiendo por su vida decidieron enviarla al Hospital Vargas de Caracas para ser operada.

La religiosa llegó al Hospital el 30 de marzo de 1919, y el 14 de abril de ese año se realizó la operación que consistió en la amputación de un pecho con éxito, pero su recuperación fue demasiado lenta. El 9 de mayo podía oír Misa y comulgar en la capilla del Hospital Vargas. Durante todo el mes de junio todavía se encontraba convaleciente en en este centro médico.

Como se sabe el 29 de junio de 1919 el doctor José Gregorio Hernández sufrió un accidente en La Pastora, Caracas e inmediatamente lo llevaron al Hospital Vargas donde falleció a los pocos minutos. Es en este lugar donde ocurre oficialmente el que sería el encuentro entre los futuros beatos de Venezuela.

Una vez confirmada la muerte del Doctor José Gregorio Hernández, la Madre Candelaria de San José se acercó al cadáver del “Médico de los pobres” para orar por su eterno descanso.

En este particular del encuentro entre los dos beatos venezolanos y notando que la Madre Candelaria de San José estuvo aproximadamente cuatro meses en el Hospital Vargas, y el doctor José Gregorio Hernández siempre acudía a este centro para la atención de los pacientes, es posible que durante el tiempo en que ella estuvo convaleciente, conoció y trató al médico de los pobres quien era muy conocido y famoso como profesional de la medicina y como católico practicante.

Ejemplo a Seguir

La vida de la Beata Candelaria de San José es un ejemplo a seguir en el amor y confianza en Dios, en la devoción a la Santísima Virgen María; en la práctica de las virtudes cristianas; en el servicio al prójimo especialmente en los enfermos, pobres y necesitados; y cumplir con obediencia y fidelidad las enseñanzas y disposiciones de la Iglesia como lo hizo ella en su vida terrenal.

Beata Candelaria de San José ruega por nosotros.

El Guardián Católico

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