Hoy 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, la Iglesia también celebra la XXVII Jornada Mundial de la Vida Consagrada, instituida por el Papa San Juan Pablo II en 1997.
Bajo el título “Hermanas y hermanos para la misión”, el Cardenal João Braz de Aviz y Mons. José Rodríguez Carballo, prefecto y secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, respectivamente, aseguraron en una carta que “esta Jornada nos une a todas las comunidades de vida consagrada dispersas por el mundo, peregrinas en la misma tierra que nos sostiene y en la que vivimos esta historia que nos desafía con sus clamores”.
“Dios sigue llamando a consagrar la vida en las diferentes expresiones que se complementan y enriquecen mutuamente, y que son sobre todo un don para la Iglesia”, expresaron.
Señalaron además que “en ausencia del Santo Padre, con motivo de su viaje apostólico a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur”, la Misa que se celebrará hoy en la Basílica de Santa María la Mayor, a las 18:00 horas (hora de Roma), será presidida por el Cardenal João Braz de Aviz.
“Esta Jornada nos impulsa, como vida consagrada, a hacernos estas preguntas: ¿Invocamos al Espíritu con fuerza y frecuencia y le pedimos que Él reavive en nuestro corazón el fuego misionero, el celo apostólico, la pasión por Cristo y por la humanidad? ¿Nos sentimos urgidos a ‘hablar de lo que hemos visto y oído’ (1Jn 1,3)? ¿Sentimos la nostalgia de Cristo? ¿Sufrimos y arriesgamos en sintonía con su corazón pastoral? Estamos dispuestos a “ensanchar nuestra tienda”, a caminar juntos? Y sobre todo nos preguntamos: ¿Es la Persona de Jesús, sus sentimientos, su compasión, lo que apasiona nuestro corazón?”, señalaron.
Al presidir la Santa Misa con ocasión de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada de 2022, el Papa Francisco alentó a los consagrados a preguntarse si se dejan inspirar por el “Espíritu Santo o del espíritu del mundo”, pues “esta es una pregunta con la que todos nos debemos confrontar, sobre todo nosotros, los consagrados”.
“Mientras el Espíritu lleva a reconocer a Dios en la pequeñez y en la fragilidad de un niño, nosotros a veces corremos el riesgo de concebir nuestra consagración en términos de resultados, de metas y de éxito”, advirtió el Santo Padre.
En la jornada de 2021, el Papa Francisco se refirió a la sequedad espiritual que afecta a muchos consagrados ante las expectativas defraudadas y frustraciones durante su misión.
Advirtió que “la tristeza interior en nosotros consagrados es un gusano que nos come desde dentro. Huid de la tristeza interior”; y animó a los consagrados a “ser pacientes con nosotros mismos y esperar con confianza los tiempos y los modos de Dios: Él es fiel a sus promesas”.
En la Jornada de 2020, el Papa Francisco dijo que los consagrados son “el gran tesoro en la Iglesia”, porque “siguen de cerca al Señor al profesar los consejos evangélicos” que son la pobreza, la castidad y la obediencia.
Además, el Pontífice recordó que la vida consagrada es un “don de amor” inmerecido del Señor que hay que acoger “con los brazos abiertos”; e invitó a los consagrados a “saber ver la gracia” recibida en la vocación en la historia personal, “no sólo en los grandes momentos de la vida, sino también en las fragilidades, en las debilidades, en las miserias”.
Cabe recordar que el 26 de enero de 2019, durante su visita a Panamá por la Jornada Mundial de la Juventud, el Papa Francisco presidió una Misa con los sacerdotes, religiosos y consagrados.
En esa ocasión, el Santo Padre recordó algunas de las causas que provocan cansancio en los consagrados: “Desde largas horas de trabajo que dejan poco tiempo para comer, descansar y estar en familia, hasta ‘tóxicas’ condiciones laborales y afectivas que llevan al agotamiento y agrietan el corazón”. “Todas reclaman, como grito silencioso, un pozo desde donde volver a empezar”, dijo.
Frente a ello, el Pontífice alentó a los consagrados a recuperar “la pasión de enamorados” de su vocación y “volver sin miedo al pozo fundante del primer amor, cuando Jesús pasó por nuestro camino, nos miró con misericordia, nos pidió seguirlo”.
“Al decirlo recuperamos la memoria de aquel momento en el que sus ojos se cruzaron con los nuestros, el momento en que nos hizo sentir que nos amaba y no solo de manera personal sino también como comunidad”, agregó.
Vida consagrada en el mundo
Algunos datos importantes sobre las personas que decidieron consagrar su vida al servicio de Dios.
La vida consagrada está conformada por todos los bautizados que se consagran a Dios a través del rito de profesión o el de consagración de vírgenes. Estos fieles se comprometen a vivir la pobreza, castidad y obediencia, a través de emisión de votos o promesas.
Los fieles que responden a la vocación de la vida consagrada integran los institutos de vida contemplativa (varones y mujeres en comunidades claustrales), institutos de vida apostólica (congregaciones religiosas masculinas y femeninas, sociedades de vida apostólica), institutos seculares, orden de las vírgenes consagradas y nuevas formas de vida consagrada.
Según un informe estadístico de la Iglesia Católica publicado en octubre de 2022 por la agencia vaticana Fides, en el mundo hay 5.363 obispos, 410.219 sacerdotes, 48.635 diáconos permanentes, 50.569 religiosos no sacerdotes y 619.546 religiosas.
El número de seminaristas mayores, diocesanos y religiosos, es de 111.855 y 95.398 son los seminaristas menores, diocesanos y religiosos.
El Año de la Vida Consagrada comenzó el 30 de noviembre del 2014 y concluyó el 2 de febrero de 2016 en Roma, en presencia de unos seis mil religiosos y religiosas.
ACI Prensa
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