La ciudad de Maracaibo es conocida por ser un lugar de fuerte arraigo católico, donde la fe y la devoción forman parte importante de la vida de muchas personas. Los católicos de Maracaibo, como en otras partes del mundo, recurren a la intercesión de los santos e imágenes sagradas en busca de protección y ayuda en momentos de necesidad.
Entre los santos más venerados en Maracaibo se encuentra la Virgen de Chiquinquirá, patrona de la ciudad. La imagen de la Virgen, que se encuentra en la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, es objeto de gran devoción por parte de los marabinos, quienes le atribuyen numerosos milagros y favores. Cada año, en el mes de noviembre, se celebra la Feria de la Chinita, en honor a la Virgen de Chiquinquirá, y miles de personas acuden a la ciudad para participar en las festividades.
En general, la fe y la devoción de los católicos de Maracaibo se manifiestan en la visita a Iglesias y Santuarios, la participación en procesiones y festividades religiosas, y la oración y el rezo del rosario. Los marabinos confían en la intercesión de los santos e imágenes sagradas para obtener la protección y ayuda que necesitan en su vida diaria, y consideran que estas prácticas son una parte importante de su identidad religiosa y cultural.
Pero la Chinita, no es exclusivamente el centro de la fe y devoción de los marabinos, las Iglesias del casco central de ciudad, abiertas con frecuencia para el público, no dejan de ser visitadas por los transeúntes, jóvenes, adultos y de la tercera edad, porque para esto de la fe no hay edad.
Una de las devociones de mayor arraigo es el Santísimo Cristo de Maracaibo, la Santa Reliquia o el Santo Cristo Negro como se le conoce también desde hace siglos. Se venera en la Parroquia El Sagrario que también es la Catedral de San Pedro y San Pablo.
El Cristo Negro
En este Templo del centro de la ciudad, son muchas las personas que asisten los días de sus celebraciones anuales, sin embargo, El Cristo Negro, es una devoción de referencia en la Semana Santa para la cultura religiosa popular, acudiendo un buen número de personas a venerarlo en los días Santos.
Conversando con el presidente de la Cofradía del Cristo Negro de la Catedral de Maracaibo, el joven Allan Sillie, obtuvimos muchos datos interesantes, información que Él fue recibiendo de los sacerdotes de este Templo en el que prácticamente creció.
“La imagen llegó a la Catedral en torno a las primeras tres décadas del siglo XVII, originario de Gibraltar donde sufrió un atentado del cual salió ileso el 22 de julio de 1600, lo cual provocó tal asombro entre los habitantes dando así inicio a su devoción, la cual alcanzó en los siglos posteriores fama internacional”, refirió Sillie al relatar que el Crucifijo presidía la Capilla del pueblo de Gibraltar al sur del lago de Maracaibo, cuando en la madrugada de la mencionada fecha, un grupo de indígenas de diferentes etnias asaltaron el pueblo, asesinando a sus habitantes y saqueando todas las propiedades, incluida la Capilla que además fue incendiada.
“El Crucificado recibió 5 flechazos y fue quemado, sin embargo, de forma inexplicable y sobrenatural, resistió a las llamas y sólo se ahumó, este hecho marcó el inicio de la devoción”, refirió el encargado de la devoción del Cristo Negro de la Catedral de Maracaibo, según quien la imagen fue trasladada al entonces al Templo Mayor de la ciudad de Maracaibo, mientras era reconstruido Gibraltar tras el asedio de los indígenas, siendo entonces la capital el epicentro de la difusión del culto en honor a la Santa Reliquia del Cristo.
Comentó Allan Sillie, que por diversas vicisitudes, entre las cuales estuvo involucrado el Consejo de Indias de Sevilla, como órgano supremo de gobierno durante la Colonia, y quienes dictaron sentencia sobre el regreso de la imagen a su pueblo originario, el Cristo de Negro terminó quedándose en la Catedral en uno de sus altares principales. “Sobre esta situación se tornó una leyenda que narra que la decisión del Consejo de Indias fue la de colocar al Señor en una barca sin tripulantes sobre el Lago de Maracaibo, mientras estuviera el viento favorable hacia el sur del lago, pero, a pesar de los 3 intentos que se hicieron, terminaba por vararse a la altura de lo que hoy es el Destacamento de Bomberos”.
Lo que influyó en la popularidad del Cristo Negro, fueron los innumerables prodigios y favores que se obtenían de su devoción y oración de quienes acudían a visitarlo, “como las curaciones milagrosas, entre las cuales destaca la del clérigo ciego Ventura de la Peña, difundiéndose ampliamente por el orbe católico más allá de las fronteras del Zulia, llegando a Colombia, México y España, sobre todo por la labor de los marineros que se encomendaban a él en sus idas o llegadas de las expediciones marítimas”.
En la Catedral de Maracaibo, también se destacan otras devociones importantes para los católicos de la ciudad. Entre ellas se encuentra la del Santo Sepulcro, que cobra especial importancia durante la Semana Santa. Esta devoción se centra en la figura de Cristo muerto y enterrado, y es una oportunidad para reflexionar sobre la pasión y muerte de Jesús.
Otra devoción importante es la de Nuestra Señora del Carmen, una advocación mariana muy querida en todo el mundo católico y especialmente en la comunidad de Maracaibo, donde es considerada patrona de la Parroquia El Sagrario. La imagen de Nuestra Señora del Carmen se venera también en la Catedral de Maracaibo, donde es visitada por numerosos devotos que acuden en busca de su protección y ayuda.
También es destacable la devoción a San Sebastián, patrono de Maracaibo, impulsada y custodiada especialmente por la Alcaldía de la ciudad. La imagen de San Sebastián se venera también en la Catedral de Maracaibo, y es objeto de gran devoción por parte de los marabinos, quienes le atribuyen numerosos milagros y favores, sobre todo en los tiempos de las gripes, pestes, plagas o pandemias.
Además, se encuentran otras devociones menores que también se viven el resto del año, como la devoción a San Benito de Palermo y San Pancracio. Estos santos son objeto de gran veneración por parte de los católicos de Maracaibo, a quienes acuden para protegerlos y ayudarlos en momentos de necesidad, sobre todo en cuanto a la salud, el trabajo y la comida se refiere.
La Catedral de Maracaibo es un lugar de gran importancia para la comunidad católica de la ciudad, donde se pueden encontrar diversas devociones y manifestaciones de fe. Cada una de estas devociones representa una parte importante de la identidad religiosa y cultural de los marabinos, y son una muestra de la riqueza espiritual de esta comunidad.
Texto: José R. Espina F.
Fotos: Allan Sillie
