Ángel Viera, quien ha servido como laico en la Iglesia Santa Bárbara en el casco central de la ciudad por más de 40 años, él comparte con nosotros un poco sobre la historia de las dos devociones más populares en el pueblo marabino.
Según Viera, el culto a Santa Bárbara fue promovido por la Miliera Armada en la mitad del siglo XVII, cuando se instaló en Maracaibo. La patrona de todo lo relacionado con la pólvora y la artillería comenzó a ser venerada en la Capilla de Santa Bárbara, que se encontraba en el mismo lugar donde hoy se encuentra el templo. En el siglo XVIII, los Capuchinos trajeron la devoción a la Purísima Concepción de Nuestra Señora a Maracaibo y establecieron la Archicofradia de la Siempre Purísima Madre de Dios. Esta devoción cambió su nombre antes de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción en 1854.
En 1750, el Papa Benedicto XIV otorgó el permiso para la celebración de ambos cultos: Santa Bárbara y la Inmaculada. Sin embargo, la rivalidad entre las dos congregaciones impidió que se llevara a cabo la celebración conjunta. Finalmente, en 1756, la Cédula Real del Rey Fernando VI estableció la celebración de ambos cultos. A pesar de esto, la rivalidad entre los devotos de ambas devociones se ha mantenido en mayor o menor grado hasta el siglo XXI.
Santa Bárbara fue parte de las primeras parroquias eclesiásticas conformadas en Maracaibo en 1806, junto con San Juan de Dios y la Catedral. A lo largo del tiempo, se han mantenido las festividades de ambas devociones, cada una con su estilo y con devotos hasta cierto punto diferentes, lo que ha marcado la pauta de rivalidad.
Las tradicionales fiestas de diciembre son una muestra de esta rivalidad. Aunque solo 4 días separan una fiesta de la otra, la de Santa Bárbara el 4 de diciembre y la de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre, las festividades de Santa Bárbara irrumpen las de la Inmaculada, que se iniciaban por tradición el último sábado de noviembre con la Bajada de la Inmaculada. Esta ceremonia es la primera y más antigua en Maracaibo desde finales del siglo XIX, y su novena solía realizarse a partir del día 9 de diciembre hasta el 20 de diciembre, fecha en que culminaban las fiestas en su honor con la subida de su imagen hasta su Camerino en la parte superior del altar mayor.
Sin embargo, esta tradición cambió a principios de la década de 1970, cuando la Novena comenzó inmediatamente después de la Bajada de la Virgen, cruzándose con las fiestas de la Santa Mártir. Las fiestas de Santa Bárbara siempre han contado solo con 4 días: del 1 al 3 de diciembre un triduo preparatorio y su fiesta central el día 4 de diciembre. Esta rivalidad permite ver que hay fieles diferentes en cada una de las fiestas, a pesar de que ambas devociones han sido aceptadas oficialmente por la Iglesia, la rivalidad entre los fieles ha persistido.
Desde 1854, el 8 de diciembre, el Papa Pío IX proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción, lo que le dio un mayor carácter y fuerza al culto de la Santísima Virgen bajo este dogma de fe. Según algunos historiadores, a partir de esa fecha, la Inmaculada quedó proclamada como Patrona Principal de la Parroquia, mientras que Santa Bárbara quedó como patrona titular o copatrona. Sin embargo, algunos textos relatan a la Inmaculada como Patrona sentimental desde 1812. Aunque el título canónico oficial registrado en la Santa Sede es el de Santa Bárbara, el pueblo ha consagrado a la Inmaculada Concepción como patrona principal de la Parroquia por orden jerárquico, al ser la Madre de Dios.
De las dos imágenes veneradas desde hace más de dos siglos, la imagen actual de la Inmaculada data de 1877 y fue traída de España y donada por el General Jorge Susterland, entonces Presidente del Estado Zulia, como agradecimiento a la Virgen por concederle el milagro de tener un hijo cuando su esposa no podía concebir. Es una hermosa imagen de vestir, articulada en sus brazos, con una altura de 1,57 cm, ojos azules y finamente vestida con cabello en forma de rizos. Aunque en el pasado lucía un color castaño claro, en la década de los 60 su color fue aclarado y se le dio el apodo de “La Catira”, que aún se utiliza hoy en día. Anteriormente, era conocida como “La Purísima”.
En cuanto a la imagen de Santa Bárbara, no existe data en los libros de la Parroquia, pero se puede apreciar que es una imagen tallada en una sola pieza, de gran valor artístico y cultural.
Una característica notable de la época colonial de Maracaibo es que esta parroquia estaba integrada por la aristocracia marabina. La imagen de la Virgen fue adaptada a su estilo, luciendo ostentosos trajes y joyas. Además, eran selectivos con quienes formaban parte de las asociaciones que tenían que ver con el culto mariano, especialmente con la Sociedad Hijas de María, integrada por señoritas de la sociedad con una conducta irreprochable.
En contraste, el culto a Santa Bárbara siempre se vio un poco más empañado por el sincretismo de algunas sectas que la invocan como protectora. Sin embargo, hasta la fecha, los grandes celebrantes y devotos de esta santa tan antigua, que data del siglo IV, siguen venerándola los grupos de artillería y sus componentes, así como muchos devotos que llenan su templo cada 4 de diciembre.
Según Ángel Viera en esta parroquia marabina el culto a Santa Bárbara tiene 376 años, y el de la Virgen Inmaculada 273 años y enfatiza que en la actualidad hay muy pocos grupos de apostolado en esta parroquia; solo existen un grupo de devotos marianos quienes se ocupan de organizar las fiestas de la Inmaculada, la Sociedad de Santa Bárbara, el grupo del Dulce Nombre de María, la Sociedad de San José y el grupo del Sagrado Corazón de Jesús.
Ángel Viera que estuvo por 40 años al servicio de la Iglesia en este templo como acólito, sacristán, secretario, Presidente de la extinta Sociedad Siervos de María y colaborador permanente organizando las celebraciones parroquiales, refiere que “si la cuenta no me falla, por esta Parroquia han pasado 14 párrocos y 4 administradores o Vicarios desde 1806 hasta la fecha.”
Templo Inmaculada Concepción en la parroquia Santa Bárbara
Por su parte el joven Edgar Ely Gómez, quien está próximo a cumplir quien 11 años de servicio como laico en la parroquia, comenta por su parte, haciendo un gran aporte sobre este tema, que para él, es un error llamar a este templo Iglesia Santa Bárbara. El templo es de la Inmaculada, mientras la parroquia se llama santa Bárbara.
Y muestra imágenes antiguas revelan:
“Se habla mucho de una disputa que hubo en el siglo XVIII por la titularidad de la iglesia”, dice Edgar Gómez, para quien esa disputa consistió en que los frailes capuchinos defendían el hecho de que los enseres que estaban dentro de la Capilla de Santa Bárbara era de la cofradía de la Inmaculada, fundada con autorización del Rey y del Papa Benedicto XIV, mientras que la sociedad de Santa Bárbara decía que todos los enseres era de su cofradía porque la capilla era de Santa Bárbara.
Según Gómez, reconocido por su trabajo documentado en la historia de la parroquia y su imagen de devoción, la Inmaculada Concepción, en 1810 se creó la parroquia eclesiástica Santa Bárbara y en 1812 se nombró a la Inmaculada patrona principal de la misma.
Edgar Ely también relata un dato curioso: en 1860, se iniciaron los trámites para derribar la antigua capilla de Santa Bárbara, pero el párroco que inició el proceso falleció. Fue entonces cuando nombraron al Padre Joaquín Piña como nuevo párroco, quien continuó con los trabajos y comenzó la construcción del templo actual, que se inauguró el 7 de diciembre de 1877. Según Ely, dado que la devoción a la Inmaculada Concepción era muy importante en esa época, el Padre Piña cambió la titularidad del templo y lo convirtió en el Templo de la Inmaculada.
De acuerdo a Gómez, como se puede apreciar en el plano de la fachada de la imagen, que el Padre Piña regaló en 1883, la imagen de la Inmaculada Concepción llegó a la parroquia en el siglo XVIII junto con los capuchinos, aunque no hay una fuente que precise su fecha de llegada.
Edgar Ely también destaca que los capuchinos llegaron a la capilla Santa Bárbara en 1747 y restauraron la capilla que estaba en ruinas, fundando la cofradía de la Inmaculada. En 1877, cuando se inauguró el templo actual, la imagen de la Inmaculada Concepción ya se encontraba en su retablo, presidiendo en el centro del altar mayor.
En 1954, se celebró el año Mariano en honor al centenario del dogma de la Inmaculada Concepción. Hubo peregrinaciones de sacerdotes y fieles hacia el templo para venerar a la Inmaculada. El 8 de diciembre de ese mismo año, se nombró a la Inmaculada como Reina de Maracaibo y se consagró la Diócesis de Maracaibo a Ella.
Muchos de los datos aportados por este joven cargado de historia y devoción, son sustentados como se muestra en las imágenes con publicaciones de la prensa de la época.
Gracias al trabajo documentado de Edgar Ely Gómez, podemos conocer más sobre la historia de la parroquia y su imagen de devoción, la Inmaculada Concepción. Desde su nombramiento como patrona principal en 1812, hasta la construcción del templo actual y la consagración de la diócesis en 1954, la devoción a la Inmaculada Concepción ha sido una parte fundamental de la parroquia Santa Bárbara. Además, el papel de los capuchinos en la restauración de la capilla y la fundación de la cofradía de la Inmaculada es un importante aspecto de la historia de la Iglesia. La historia de la parroquia también revela el cambio en la titularidad del templo de Santa Bárbara a la Inmaculada Concepción, lo que demuestra la importancia de la devoción a la Virgen en la zona. En definitiva, la historia de la parroquia y su imagen de devoción es una parte valiosa del patrimonio religioso y cultural de Maracaibo.
“El día de Santa Bárbara va mucha gente sobre todo gente foránea, que no son feligresía de la parroquia”, y compara Gómez “a las festividades de la Inmaculada Concepción, no va tanta gente como en el pasado, pero aún va una cantidad considerable el día de su bajada y el 8 de diciembre en su fiesta principal”.
La devoción a Santa Bárbara y a la Inmaculada Concepción es de gran importancia en el centro de la ciudad de Maracaibo. Desde la creación de la parroquia eclesiástica Santa Bárbara en 1810 y el nombramiento de la Inmaculada como patrona principal en 1812, hasta la construcción del templo actual en 1877 y la consagración de la Diócesis a la Inmaculada en 1954, estas devociones han sido una parte fundamental de la historia religiosa y cultural de la zona.
La devoción a Santa Bárbara y a la Inmaculada Concepción ha sido una parte valiosa del patrimonio religioso y cultural del centro de la ciudad de Maracaibo desde hace más de dos siglos. Los fieles veneran estas imágenes con gran fervor, y la historia de la parroquia y su imagen de devoción es un testimonio de la importancia de la fe en la zona.
como se puede apreciar en el plano de la fachada de la imagen, que el Padre Piña regaló en 1883
Texto: José R. Espina F.
Fotos Cortesía: Allan Sillie y Edgar Ely Gómez