Fue la exhortación que hizo el párroco del Sagrario Catedral en su homilía el pasado sábado 22 de julio cuando se conmemoraba un año más de la manifestación de este Crucifijo de Gibraltar.
La Catedral de la capital zuliana celebró solemnemente el aniversario número 423 de la preservación milagrosa del Santísimo Cristo de Maracaibo, con una Eucaristía en acción de gracias presidida por el párroco de esta comunidad, el Presbítero Néstor Primera.
Además de ello, la Iglesia Católica celebraba litúrgicamente la Fiesta de Santa María Magdalena, discípula seguidora de Cristo, quien lo acompañó en su Pasión, Muerte y fue testigo de la Resurrección.
Ambas devociones son promovidas principalmente por la Hermandad del Cristo Negro y Santo Sepulcro, corporación de carácter pasionista que rinde culto a estas figuras icónicas de la fe popular en la región zuliana.
La homilía fue un momento clave para brindar una catequesis profunda no sólo del Crucifijo del milagro de Gibraltar, sino también en torno a la figura de la Magdalena, sobre la cual siempre ha habido controversias a lo largo de la historia.
La Eucaristía fue amenizada por el Coro San Juan de Dios perteneciente a la Basílica de Ntra. Sra. de Chiquinquirá. Al término de la misma, se exhortó a los presentes a fomentar y dar a conocer ambas devociones como parte importante de nuestra identidad religiosa.
Sobre la devoción a la “Santa Reliquia”
El sacerdote comenzó su predicación reconociendo el papel que tuvo el Cristo Negro como devoción principal de la ciudad durante la época colonial, y como ésta por diversas vicisitudes se fue apagando con el tiempo a causa de diferentes factores sociales.
“No buscamos competir ni menospreciar a nuestra Madre del Rosario de Chiquinquirá, devoción principal de nuestra tierra, porque somos un pueblo mariano y matriarcal por excelencia, pero debemos recordar estas otras devociones que también forman parte importante de la historia del catolicismo en el Zulia y que se han ido quedando en el olvido”, afirmó.
Con el fin de hacer este realce, Primera explicó que se ha reunido con diferentes movimientos civiles, como cronistas, fundaciones, gaiteros, entre otros, para impulsar la historia de la Catedral y darla a conocer en la sociedad actual, con especial énfasis en el Cristo Negro, como también en San Sebastián, patrono de Maracaibo, entre otras más.
No dejó de hacer mención sobre los milagros realizados por Dios a través del Santo Cristo, en torno al cual se dio la manifestación divina hace 423 años al resistir las llamas del incendio provocado por los indígenas que pretendían destruir todo Gibraltar en protesta a los españoles. Es allí donde se inicia una historia que traspasó las aguas del Atlántico, que movió multitudes por los innumerables prodigios que se realizaban.
“El Señor nos ha mirado con ojos de bondad, ha querido permanecer presente en nosotros a través del Cristo Negro para derramar su misericordia y escuchar nuestras plegarias, utilizándolo como medio para su plan de salvación”, prosiguió diciendo: “Nuestra tierra esta doblemente bendecida al tener estas dos extraordinarias Reliquias, pocos lugares en el mundo tienen este privilegio, de tener tanto al Hijo como a la Madre manifestados en un hecho extraordinario y sobrenatural, y que a día de hoy siguen presentes derramando una lluvia de bendiciones para los que los busquen”.
María Magdalena “primera misionera”
En la segunda parte de la homilía, el presbítero habló de la figura de esta importante Santa, considerada como la “apóstol de los apóstoles” al ser la que anunció a Cristo Resucitado, recordando que hace poco más de un lustro, el Papa Francisco elevó esta celebración litúrgica de la categoría de “Memoria” a “Fiesta” para realzarla su importancia en la historia.
Hizo referencia a la diatriba de los estudios bíblicos que relacionaban a la Magdalena con la adultera que iba a ser apedreada y María de Betania la hermana de Marta y Lázaro, concluyendo que la Iglesia optó por reconocer la personalidad propia de cada personaje.
Hizo alusión a la cita bíblica de que “fue liberada de 7 demonios”, algo que generó en su momento la creencia de que cada demonio era un marido diferente, lo cual llevó a creer erróneamente que era una prostituta. La referencia de los demonios actualmente se reconoce como la posibilidad de un pecado muy grande y no precisamente con la interpretación mencionada anteriormente.
Continuó recordando la falacia creada por la película del Código Da Vinci, que la coloca como mujer de Cristo presente en la Última Cena, aclarando que la pintura refleja verdaderamente a San Juan Evangelista: “No había ninguna mujer allí, en la Cena de Pascua a las mujeres no se les permitía estar con los hombres mezclados”.
Por último, habló del papel de la Magdalena en la Resurrección de Cristo: “Ella fue misionera, puesto que cumplió el deber que le encomendó el Señor de anunciar su Resurrección, así lo hizo… seamos como Ella y prediquemos que Cristo está vivo y Resucitado”, y como dato importante explicó que: “Su testimonio era sumamente importante y no podía considerarse como una invención evangélica para resaltar su figura (…) en una sociedad donde la mujer no tenía voz ni voto, siendo precisamente una de ellas la que anunciara esta noticia de tal magnitud, indudablemente es considerada como totalmente verídica, no puede ser falsa: Cristo escogió a una mujer, la Magdalena en este caso, para anunciar su Resurrección”.
Allan Sillie
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