Sínodo de los obispos: comunión, participación, misión

44
Asamblea General del Sínodo de los Obispos

El día de la fiesta de san Francisco de Asís, comenzó en Roma la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, en el que la misión de todos los bautizados y cómo llevarla a cabo desde la comunión y la participación será uno de los ejes centrales de reflexión.

En el Instrumentum Laboris, el documento que guiará las diversas sesiones que se prolongarán hasta el próximo 29 de octubre, toda una sección se dedica al tema “Corresponsables en la misión”. Un tema que suscitará las preguntas y aportaciones llegadas desde todos los rincones del mundo durante la fase de preparación de este sínodo, que son cinco.

La primera: “¿Cómo podemos caminar juntos hacia una conciencia compartida del significado y el contenido de la misión?”. Se plantea con esta pregunta la responsabilidad de todos los bautizados en el anuncio del Evangelio y en el hacer presente a Cristo. Una responsabilidad que necesita de los sacramentos y de la liturgia por lo que se hace hincapié “en la calidad de la predicación y en el lenguaje de la liturgia”, que debe hacerse visible en la proximidad y la caridad de todo cristiano que vive la vocación “samaritana” de la Iglesia, y en el ambiente digital, como oportunidad para la evangelización. Siempre teniendo en cuenta que para una gran parte del Pueblo de Dios la misión se realiza “ocupándose de las cosas temporales y ordenándolas según Dios”.

Con la segunda pregunta, “¿Qué hacer para que una Iglesia sinodal sea también una Iglesia misionera ‘totalmente ministerial’?”, se busca superar el reduccionismo de la misión, reservada a los sacerdotes, religiosas y religiosos obispos. Son los “muchos ministerios que brotan de la vocación bautismal”, de todo fiel cristiano, son “ministerios espontáneos” y otros más o menos reconocidos.

Esa vocación bautismal da sentido a la tercera pregunta, “¿Cómo puede la Iglesia de nuestro tiempo cumplir mejor su misión mediante un mayor reconocimiento y promoción de la dignidad bautismal de las mujeres?”. El Instrumentum Laboris pone de relieve que, “de manera sustancialmente unánime, a pesar de las diferentes perspectivas de cada continente, todas las Asambleas continentales piden que se preste atención a la experiencia, la condición y el papel de las mujeres. Celebran la fe, la participación y el testimonio de tantas mujeres en todo el mundo, laicas y consagradas, como evangelizadoras y a menudo primeras formadoras en la fe, destacando especialmente su contribución a la dimensión profética, en lugares remotos y contextos sociales problemáticos”.

Las dos últimas preguntas relacionan el sacerdocio con la misión de todo bautizado: “¿Cómo puede valorarse el ministerio ordenado, en su relación con los ministerios bautismales, en una perspectiva misionera? ¿Cómo renovar y promover el ministerio del obispo en una perspectiva sinodal misionera?”. Apuntan, como las anteriores preguntas, a la necesidad de ser “Corresponsables en la misión” desde el bautismo, por lo que obispos y sacerdotes han de alentar y acompañar, siempre guiados por el Espíritu.

Como señalaba el Papa esa misma mañana en su homilía en la misa de apertura: “No estamos aquí para llevar a cabo una reunión parlamentaria o un plan de reforma. El Sínodo, queridos hermanos y hermanas, no es un parlamento. El protagonista es el Espíritu Santo. No. No estamos aquí para celebrar un parlamento, sino para caminar juntos con la mirada de Jesús, que bendice al Padre y acoge a los cansados y oprimidos. Partamos, pues, de la mirada de Jesús, que es mirada de bendición y de acogida”.

Fuente: OMPRESS

Síguenos por  Instagram  y X como @lagreydigital y en Telegram: La Grey Digital