Hoy 2 de noviembre, en la conmemoración de todos los fieles difuntos, se puede ganar una indulgencia plenaria para el alma de un ser querido, familiar o amigo.
El Papa Francisco explicó el 30 de octubre de 2013 que así como los santos interceden ante Dios por nosotros, podemos rogar al Señor por las almas del purgatorio.
“Todos los bautizados en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los beatos que están ya en el Paraíso forman una única gran Familia. Esta comunión entre tierra y cielo se realiza sobre todo en la oración de intercesión”, dijo en esa ocasión.
Según la Indulgentiarum Doctrina (Norma 15), un católico puede ganar indulgencia plenaria por un difunto “en todas las iglesias, oratorios públicos o —por parte de quienes los empleen legítimamente— semipúblicos” y siguiendo las condiciones habituales de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice.
Las condiciones habituales para ganar una indulgencia plenaria son la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa.