Los Obispos de Colombia, reunidos en Asamblea Plenaria, hicieron un llamado a seguir reconstruyendo la paz en el país, y denunciaron distintos problemas sociales, como la corrupción y los atentados contra la vida y la familia en el país.
En un mensaje difundido el 3 de noviembre, los obispos recordaron también la reciente visita del Papa Francisco al país, y destacaron que el Santo Padre los alentó a no quedarse “parados”.
“Por eso invitamos a los católicos y a todo el pueblo colombiano a tomar conciencia de la realidad y de la responsabilidad que todos tenemos frente a ella”, señalaron.
Los obispos advirtieron que el pueblo colombiano atraviesa “un momento delicado e importante”, en el que “encontramos fuerzas que nos impulsan a grandes ideales”.
“Pero también, como lo dijo el Papa, ‘hay densas tinieblas que amenazan y destruyen la vida’”.
Los obispos denunciaron la corrupción, “que ha permeado las estructuras fundamentales de la sociedad y ha contaminado las ideas, los principios y los valores”, y lamentaron “la falta de soluciones a la gravísima problemática del sector de la salud””.
También denunciaron el “fortalecimiento de las dinámicas que sustentan el cultivo de productos de uso ilícito y el tráfico de estupefacientes”.
Los obispos también advirtieron sobre la “incertidumbre” sobre la implementación de los acuerdos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia (FARC) y el diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Además de advertir sobre el “resurgimiento de nuevas formas y actores de violencia”, criticaron “la polarización y la división” existente en el país, “por cuenta de partidismos e intolerancias”.
Líneas más adelante, los obispos denunciaron en su mensaje “los atentados contra la vida y la familia, así como la manipulación ideológica de la educación, sustentados también desde los ámbitos legislativo y judicial”.
“El país se está acostumbrando a recibir decisiones que tocan y afectan la dignidad de las personas y la identidad de la familia, que son valores fundamentales de la sociedad”, lamentaron.
Además, dijeron, “nos preocupa la crisis humanitaria en que se encuentran nuestros hermanos que han venido de Venezuela”.
Frente a estos desafíos, citando al Papa, los obispos alentaron a “sanar heridas”, así como a “tender puentes” y “limar diferencias”.
Como propuestas para responder a los problemas abordados, los prelados colombianos pidieron colocar en el centro de toda acción política, social y económica “a la persona humana”, y alentaron a mantener “la esperanza”.
Los obispos pidieron también a los colombianos multiplicar “la solidaridad con los más necesitados”, y exhortaron a las autoridades a que se vea la salud como “un derecho, no un negocio”.
También alentaron a promover esfuerzos y políticas “claras” frente al “narcotráfico y la drogadicción”, y pidieron fortalecer “valores esenciales como la verdad, la libertad, la justicia, el perdón y la reconciliación, sin los que no se llega a una paz auténtica e integral”.
Al finalizar su mensaje, los obispos colombianos alentaron a los fieles a no tener miedo, pues “con fe y esperanza se pueden superar las dificultades y generar una cultura del encuentro que nos comprometa en la construcción de una nación reconciliada y en paz”.
ACI Prensa