Un hombre armado ingresó esta mañana a un templo bautista en Sutherland Springs, estado de Texas, en Estados Unidos, y abrió fuego, causando “múltiples víctimas”.
Según recoge el canal KSAT, afiliado a la cadena ABC, la policía local estima en “múltiples víctimas” tras el tiroteo en la First Baptist Church. El ataque se produjo alrededor de las 11:30 a.m. (hora local).
La prensa local ha identificado al atacante, que murió tras el tiroteo en situaciones por esclarecer, como Devin Patrick Kelley. De acuerdo a la cadena estadounidense NBC, se trata del asesinato en masa más grande cometido dentro de un lugar de culto en la historia de Estados Unidos.
En declaraciones recogidas por Associated Press bajo condición de anonimato, un policía indicó que hay más de veinte muertos y más de una decena de heridos.
El Gobernador de Texas, Greg Abbott, expresó a través de Twitter que “nuestras oraciones están con todos los que fueron heridos por este acto maligno. Nuestro agradecimiento a las autoridades por su respuesta”.
El Arzobispo de San Antonio, Texas, Mons. Gustavo García-Siller, pidió a los fieles que “por favor, hagamos oración por nuestros hermanos en la fe”.
“La iglesia bautista está en dolor y muy profundo. ¡No guerra, no violencia, no armas!”, pidió, a través de Twitter.
El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo, publicó un comunicado, asegurando que junto a Mons. García-Siller, “extiendo mis oraciones y las oraciones de mis hermanos obispos por las víctimas, las familias, los primeros en responder a la situación, nuestros hermanos y hermanas bautistas, y toda la comunidad de Sutherland Springs”.
El Cardenal DiNardo aseguró que “estamos en unidad con ustedes en este tiempo de terrible tragedia, mientras ustedes están en terreno santo, terreno empañado hoy por la horrenda violencia”.
“Le pedimos al Señor por la sanación de aquellos heridos”, así como que cuide amorosamente a “aquellos que han muerto y el consuelo de sus familias”.
“Este evento incomprensiblemente trágico se suma a una creciente lista de tiroteos masivos, algunos de los cuales fueron también en iglesias, mientras que la gente estaba en adoración y oración”, señaló.
El Presidente de la USCCB señaló que “debemos llegar a la firme determinación que hay un problema fundamental en nuestra sociedad. Una Cultura de Vida no puede tolerar, y debe prevenir, la violencia armada sin sentido en todas sus formas”.
“Que el Señor, que es la Paz, envíe Su Espíritu de caridad y no violencia para nutrir Su paz entre todos nosotros”, concluyó.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó que 26 personas murieron en el tiroteo iniciado este domingo por una persona en un iglesia baptista de Texas, y que ha dejado además decenas de heridos.
En una rueda de prensa en San Antonio, Abbott dijo que el tiroteo ocurrido en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, es “la peor matanza registrada en la historia del estado”.
“La tragedia es peor porque ocurrió en una iglesia durante un oficio religioso”, lamentó el gobernador.
Las autoridades señalaron que las edades de las 26 víctimas oscilan entre los 5 y 72 años de edad, una de las cuales es Annabel Pomeroy, la hija de 14 de años del pastor de la iglesia Frank Pomeroy, quien se lo confirmó a ABC News.
Las autoridades señalaron que se investiga si el atacante, que pereció poco después del tiroteo, pertenecía a una organización criminal y solo se dio a conocer que era un hombre de poco más de 20 años de edad.
Aunque las autoridades no revelaron el nombre del atacante, varios medios estadounidenses lo han identificado como Devin Kelley, un hombre blanco de 26 años que murió después de una breve persecución.
Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, señaló en la rueda de prensa que el atacante vestía completamente de negro y portaba un chaleco antibalas.
El oficial agregó que sobre las 11.20 hora local (17.20 GMT), momento en que se celebraba en la pequeña iglesia un oficio religioso, el atacante fue visto en una estación de servicio y poco después entró y disparó con un rifle semiautomático.
Producto de los disparos, 23 personas murieron en el interior de la iglesia, dos más en el exterior y una posteriormente en un hospital local.
Tras el tiroteo, el atacante se enfrentó con un vecino que al escuchar los disparos cogió su rifle y disparó al autor de la matanza.
Poco después, en el interior del vehículo del tirador se encontraron varias armas.
El alguacil del Condado Wilson, Joe Tackitt, dijo que las víctimas no ha sido identificadas todavía pero antes de hacer públicos sus nombres han de informar a sus familiares.
Audrey Lewis, fiscal de distrito en el condado Wilson, dijo que no hay “una amenaza latente” en el área.
Las autoridades no informaron si el atacante pereció por disparos de la policía o se quitó la vida.
El presidente de EEUU, Donald Trump, que se encuentra de gira en Japón, dijo que estaba siguiendo desde allí la situación en el pueblo de Sutherland Springs y, según portavoces de la Casa Blanca, ya habló con Abbott.
“Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter desde Tokio, donde eran poco más de las 05.00 hora local.
EFE / ACI Prensa
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