Estas monjas aprenden a grabar profesionalmente con iPhones y iPads

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16 monjas de distintas congregaciones de EEUU entre el 27 y el 28 de octubre participaron en taller dedicado al montaje y edición de vídeos

Las técnicas de realización de vídeo han llegado a los conventos. El ministerio de A Nun’s Life (La Vida de una Monja) alojó a 16 monjas de distintas congregaciones de EEUU entre el 27 y el 28 de octubre para impartir un taller dedicado al montaje y edición de vídeos,según informa GlobalSistersReport.
En el taller participaron como profesores Alexandra Morrow y Ben Severance, fundador de la compañía ganadora de un premio Emmy, Timber & Frame (www.timberandframe.com). Con su ayuda, las monjas han aprendido a utilizar técnicas de grabación y realización de vídeo profesionales con iPhones y iPads para hacer vídeos sobre el discernimiento, la oración, el servicio, la comunidad y otros aspectos de la vida religiosa que puedan ayudar y animar a las nuevas vocaciones.

Grabando con iPhones y iPads

Las monjas aprendieron a realizar vídeos de tipo entrevista basados en la popular serie #nunday del ministerio A Nun’s Life, en el que hermanas de todo el mundo comparten sus testimonios de vida religiosa. Contaron además con la experta en iMovie Julie Brown, que enseñó ciertos aspectos de edición en esta plataforma a las monjas.

Las clases incluyeron una gran variedad de temas, desde cómo crear historias hasta cómo preparar las entrevistas. Las alumnas aprendieron también a escoger y preparar los lugares donde grabar; todo ello por equipos, utilizando tabletas y smartphones. El curso se centró también en la importancia del uso de las redes para promocionarse, utilizando estrategias para publicitar los contenidos que las monjas vayan a crear en un futuro.

“El resultado: buenas conversaciones, nuevas ideas, muchas risas y muchos vídeos de #nunday grabados, editados y producidos por las propias monjas”, ha explicado Maxine Kollasch, cofundadora del ministerio.

Experiencia para producir y experiencia positiva

El taller es un proyecto piloto, por lo que el ministerio preguntó a las monjas qué experiencia se llevaron de él. “El proyecto nació por la gran demanda que teníamos por parte de muchas monjas y congregaciones”, comentó Kollasch. “Quieren utilizar medios apropiados para conectar mejor con la sociedad actual”.

Kollasch contó también su propia experiencia en GlobalSistersReport. Según ella ha habido tres cosas que le gustaría resaltar de la actividad: “Lo primero es el espíritu de aventura y creatividad que trajeron las monjas. Me recuerda a generaciones anteriores de hermanas que presentaban una actitud abierta hacia nuevas perspectivas”.

“Otra es que hubo muchos momentos de diversión y risas durante esos dos días. Me recordó a la alegría profunda de la vida religiosa, un regalo maravilloso que podemos compartir con el resto del mundo”.

“Pero para mí lo más conmovedor fueron los ánimos que las monjas dedicaron a todos los potenciales espectadores de sus vídeos”, aseguró. “Ánimos para responder a la llamada de Dios en sus vidas, servir a otros y vivir con compasión, amor, integridad y paz”.

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