Así lo ha confirmado el secretario de Estado, Pietro Parolin, aunque no ha dado una fecha concreta
Una de las posibilidades que se baraja es que sea el 26 de septiembre, día del nacimiento de Montini
La canonización de Pablo VI podría tener lugar en septiembre. Lo anunció el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, durante una reunión de la asamblea plenaria de la Comisión Católica Internacional para las Migraciones en Roma, según una información publicada por Crux. El ‘número dos’ de la Curia romana no especificó el día concreto en que tendrá lugar la ceremonia. Una fecha posible sería el 26 de septiembre, cuando nació Giovanni Battista Montini, el futuro Pablo VI, en Concesio, una localidad de la provincia de Brescia, en el norte de Italia.
El papa Francisco confirmó el pasado 15 de febrero que la canonización iba a ser en 2018. Fue durante su habitual encuentro anual con los párrocos de Roma en la basílica de San Juan de Letrán, cuando dijo: “Hay dos obispos de Roma (recientes) que ya son santos”. Hacía así referencia a Juan XXIII y Juan Pablo II, a los que él mismo elevó a la gloria máxima de los altares el 27 de abril de 2014. A continuación anunció Jorge Mario Bergoglio: “Pablo VI será santo este año. Juan Pablo I tiene su causa de beatificación abierta”. Y acabó con una broma: “Benedicto XVI y yo estamos en lista de espera: ¡rezad por nosotros!”.
Desde que se conocieron aquellas palabras del Pontífice argentino, se ha venido especulando sobre cuándo cuándo tendría lugar la canonización del gran impulsor del Concilio Vaticano II, que fue beatificado por Bergoglio durante la misa de clausura del Sínodo de la Familia celebrado en 2014. Esta circunstancia hacía pensar que tal vez fuera canonizado coincidiendo con la asamblea sinodal que tendrá lugar el próximo mes de octubre con los jóvenes como objeto de debate.
El padre de ‘Humanae vitae’
Pablo VI alcanzó el estadio previo a la santidad gracias a un milagro muy ligado al más célebre de sus textos magisteriales, la encíclica ‘Humanae vitae‘ (1968), en la que habla de la maternidad y la paternidad responsable y fija la postura contraria de la doctrina ante el aborto y los llamados métodos anticonceptivos “artificiales”, como el preservativo o la píldora.
“El milagro sucedió en Estados Unidos en el año 2000, cuando a una mujer embarazada de 24 semanas los médicos le dijeron que no tenía líquido amniótico en la placenta y que el feto tenía la vejiga agujereada. Había un gran riesgo de muerte intrauterina del feto y también de infección para la madre. En el mejor de los casos se pensaba que el niño podía nacer con graves problemas renales o con deformaciones en el rostro y en las articulaciones. Los médicos aconsejaron el aborto, pero los padres lo rechazaron”, explicó entonces el sacerdote italiano Antonio Marrazo, postulador de la causa de beatificación de Pablo VI.
La canonización vendría por la curación inexplicable para la ciencia de una niña que todavía no había nacido y se encontraba en el quinto mes de desarrollo.La madre era una señora que vive en la provincia de Verona, en el norte de Italia, y a la que los médicos habían dicho que corría peligro tanto su vida como la de la pequeña por las complicaciones en el embarazo. Después de rezarle a Pablo VI pocos días después de su beatificación, los problemas de salud desaparecieron y la niña nació sana.
Vida Nueva