El hambre continuó subiendo en Venezuela en 2017, según los datos preliminares recogidos por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señaló hoy su director general, José Graziano da Silva.
El responsable apuntó en una rueda de prensa al concluir la Conferencia regional de la FAO en Jamaica que la inseguridad alimentaria en ese país creció tanto en 2016 como de acuerdo a los datos preliminares del año pasado.
Entre 2014 y 2016 el 13 % de la población venezolana sufría hambre, lo que supone un aumento de 3,9 puntos porcentuales o 1,3 millones de personas respecto al trienio anterior, según las últimas cifras publicadas por la FAO elaboradas a partir de información oficial y estimaciones.
“El país se enfrenta a una hiperinflación y cuando un país con economía de mercado se enfrenta a ella pierde la sensibilidad a los precios, la moneda no tiene valor y la gente pretende deshacerse de ella trocando productos”, señaló.
El director general agregó que “al final falta todo porque cualquier producto material que viene es mejor que la moneda y que perder el valor de la moneda”.
Respecto al sistema gubernamental de control de precios, Da Silva se limitó a decir que “una economía totalmente controlada es difícilmente eficiente” ante la dificultad de importar productos y controlar su distribución efectiva sin un mecanismo de precios.
“Es muy difícil hacer cualquier afirmación sin correr un gran riesgo de afirmar cosas que no se corresponden exactamente con lo que pasa”, dijo Da Silva.
Además, reivindicó que los datos de los que disponen sobre Venezuela son los “mejores” que tienen y están sometidos a una “incerteza mayor que en otros países donde funcionan los sistemas de precios”.
EFE