En mayo de este año Cáritas de Venezuela registró 11,4% de desnutrición infantil, que debido a la crisis humanitaria en la que está sumergida el país, la situación se ha agravado en los últimos meses, hoy la cifra es de 14.5% de niños entre 0 y 5 años que se encuentran en estado de desnutrición. Janeth Márquez, socióloga y directora nacional de Cáritas, ofrece más detalles sobre la situación en la siguiente entrevista:
¿Cómo va el proceso de apertura al Canal Humanitario que el gobierno aseguró, iba a permitir?
Hemos tenido conversaciones con los representantes del Estado para alguna cooperación puntual, como el permiso para pasar algunos alimentos. Hemos logrado trasladar medicamentos de Caracas a otros estados sin mayor problema hasta el momento. Desde que hicimos la petición se han mejorado, por lo menos, los procesos.
¿A qué se refiere?
Por ejemplo, los camiones que llevan el medicamento para las diócesis con las cartas incluidas son respetadas tanto por la Policía como por la Guardia Nacional. Hasta ahora, ninguna de las cargas de Cáritas ha sido decomisada y hemos visto que hay más disponibilidad para la cooperación puntual, que es diferente a una cooperación abierta. En este acuerdo hemos quedado en que no habrá permiso permanente sino dependiendo de cada situación.
300.000 mil niños están en riesgo de morir por nutrición, es una cifra alarmante ¿Por qué ocurre esto?
Esa es una cifra de tendencia, normalmente no damos este tipo de cifras, pero la doctora Rafalli lo que ha hecho es dar esos números, que no son falsos, para llamar la atención y para buscar claves de acción. Por lo general, no nos gusta a hablar de niños muertos sino de niños que se pueden salvar, creo que debemos empezar a hablar más que de muerte de la vida y esos 300.000 niños que pudieran entrar en ese huracán de la desnutrición, pues creemos que con buenas políticas públicas el Estado puede salvarlos.
Por ello, ustedes han creado diversos programas, el más reciente es SAMAN ¿Qué beneficio tendrán los niños con este nuevo proyecto?
Estamos en pleno desarrollo del proyecto SAMAN, pero lo que buscamos es no solo dar cifras sino la atención. En SAMAN los niños entran a un proceso que le llamamos “Vivero de Atención Integral” donde le damos vitaminas, desparasitantes, filtros artesanales y acompañamiento, además de una atención médica. En los niños que se han podido atender que no es ni siquiera el 15% de los que están en esa problemática, hemos logrado bajarlos de la tendencia de la desnutrición y subirlos a la nutrición. Hacemos un llamado principalmente al Estado, pero también a las organizaciones y a toda las personas que tengan bondades, a unirse a una gran intervención para salvar la vida de estos 300.000 niños y a tomar las medidas necesarias para que cualquier factor agravante como las lluvias empeore la situación.
¿Cuál es el riesgo de un virus o epidemia para un niño en estado de desnutrición?
Las Cáritas que están haciendo este mismo trabajo en Machiques y en Maracaibo ya empiezan a atender a niños que vienen con enfermedades como la malaria, que se convierten en crueles porque atacan con más fuerza a niños con desnutrición, y eso es hablando de las enfermedades que fueron erradicadas en el país hace 60 años y que están regresando, pero el Zika, el dengue o algún virus que se transforme en una bronquitis también pueden hacer mella. En nuestras jornadas de salud, tenemos muchísimos niños con problemas respiratorios o con sarna, el problema casi normal en la vida de un niño pero que se convierte en algo grave cuando ese niño viene con desnutrición.
¿Cómo ha evolucionado la desnutrición en el país desde que Cáritas presentó el primer boletín?
Tenemos un año con este monitoreo, desde Cáritas de Venezuela queremos aclarar que nosotros no hacemos un estudio sino un monitoreo, que lo hemos hecho hasta julio en cuatro estados y ahorita lo estamos haciendo en 10 estados. En estos monitoreos se ha observado que la curva en vez de ir bajando (como nosotros queremos), en realidad está subiendo. Se comenzó con la desnutrición aguda, la que más se visibiliza y cuyo efecto da el criterio a la OMS para informar sobre la situación de los países, comenzó con 8.2 y en este momento está en 14.5%. Cáritas está interviniendo pero en proporciones pequeñas y no hemos podido hacer lo que queremos porque la crisis del país lo complica, pero la idea es que otras instituciones se nos unan y que además el Estado coopere, incluso le hemos sugerido que a los niños que estén en esa situación les llegue la bolsa o caja del Clap con una lista de productos que sugerimos necesarios para que los niños aumenten su calidad de vida, y en algunos casos lo han hecho. También les sugerimos la creación de un kit de higiene, porque hay muchísimos niños con sarna o piojos y la idea es que se mejore la vida de los niños de 0 a 5 años.
De todos casos que hemos atendido, logramos que un 54% de los niños subieran a la curva de la nutrición, pero el problema que vemos es que a nivel de tendencia sigue aumentando la desnutrición.
¿De qué manera pueden ayudar las organizaciones o particulares y sobre todo el Estado?
Cáritas le ha propuesto al Estado trabajar en conjunto, porque hacemos el llamado de despolitizar esta problemática, ya que se trata de la vida. Pero el ente rector que es el Estado debe ser quien lleve la batuta, Cáritas puede ayudar pero muy poco, lo que podemos hacer y estamos haciendo, es dándole visibilidad a la problemática.
¿Qué tan alarmante es el caso de Venezuela ante la Organización Mundial de la Salud?
Es muy alarmante pero el problema no es decir que hay 300.000 niños que podrían morir por desnutrición, el problema es que un país que tenía un nivel de desnutrición del 3% suba a 14.5. Eso es algo que no deberíamos estar viviendo, por ello en su momento hicimos una alerta para atraer el enfoque a esta situación y juntos busquemos soluciones. En Cáritas no queremos ser amarillistas con estos datos en los medios de comunicación social, lo que queremos hacer es un llamado a la vida y a trabajar el conjunto. Los niños lo que necesitan es que demos respuestas y además que empecemos a unirnos en una mesa de diálogo para encontrar soluciones. A nosotros a veces nos da tristeza cuando utilizan el tema de la desnutrición de manera inadecuada y negativa, porque esto es una realidad compleja y triste pero hay muchísimos elementos para hacer que esa tendencia comience a bajar y es que todos los sectores se unan dejando a un lado diferencias ideológicas y políticas.-
Isaic Calderón/ Reporte Católico Laico