Con una base pastoral muy definida gracias a los Cursillos Prematrimoniales, Keyra Nazaret Pachano es enfermera de profesión, junto a su esposo pertenece al “Programa de Familia Sustituta” y recientemente se unió a la Red Provida Caracas.
Son pastorales sociales que como laica comprometida, a pesar de las condiciones sociales y económicas que vive el país, asume Keyra, quien dice que “son eslabones que Papa Dios nos asigna y debemos mantenerlos unidos para llevar una vida a la luz del Evangelio”.
El primer eslabón asignado fue que de ser enfermera instrumentista paso a cumplir su pastoral social como enfermera de parto en el Hospital Domingo Luciani, donde ahora atiende a embarazadas y a recién nacidos. Keyra no entendía esa asignación hasta que seis meses después dio el “Sí” como María lo hizo con Jesús, pues se convirtió en madre de un niño, cuya madre biológica no podía cuidarlo por razones económicas. “Cuando la mamá me dice textualmente refiriéndose al niño que acababa de dar a luz: <<si tu lo quieres, yo te lo doy>> yo le dije sin pensarlo <<si tu lo estas dando, yo lo recibo>>. En ese momento no sabía en qué me estaba metiendo, pero fue el cambio positivo que Dios quiso en mi vida”.
A raíz de todo el proceso legal de adopción, obtuvo conocimiento intelectual sobre el tema que lo materializó en el Programa de Familia Sustituta. Allí, su pastoral social se basa en dar hogar temporal a aquellos niños que aún no han sido adoptados, pero también, da testimonio sobre su experiencia como madre no biológica y como hogar de abrigo “es un testimonio diferente a otros, no es el mejor, pero da luz a padres que todavía no tienen niños en casa” señala Keyra.
El aumento de niños abandonados en las calles o de que padres deciden postular a sus hijos para que otra familia los adopte, como consecuencia del desplome de la economía nacional, es una situación que a Keyra le angustia y dice al respecto que “en estos momentos hay miles de niños esperando un hogar en las casas de abrigo, pero no hay estadísticas de cuántos padres desean adoptar”.
La enfermera resalta la importancia de no mezclar el caso de los niños abandonados con el control de la natalidad, señala que “en el caso de los niños abandonados es multifactorial porque son niños de padres que han fallecido y que no han sido reclamados por otros familiares cercanos, padres que están en prisión o en condición de calle”.
Y continúa afianzando su pastoral en la recién impulsada, Red Provida Caracas donde busca defender la vida en todo su esplendor. “Todo es una cadena que uno no puede desligar. Son eslabones que Papá Dios nos pone y se deben mantener unidos para llevar una vida a la luz del evangelio”, dice la laica.-
Isaic Calderón / Reporte Católico Laico