David Chacón Rodríguez.-
Suceso de singular importancia para la vida de nuestra Nación, es la Aparición de la Madre de Dios, en tierras Venezolanas, la cual constituye una MARIOFANÍA por ser una “manifestación de la Virgen viva”.
Los únicos casos de apariciones en el mundo en los que la Virgen ha dejado no sólo testigos, sino también testimonios físicos son: Nuestra Señora de Guadalupe en México y Nuestra Señora de Coromoto en Venezuela. Ambos son conocidos como países con fuertes culturas matriarcales, sin ser casualidad que la Virgen, Madre de Dios y de los hombres, es la intercesora por excelencia, de sus hijos ante el Padre de los cielos.
La historia de la Virgen de Coromoto se la debemos al historiador Hermano Nectario María de la congregación Hermanos de las Escuelas Cristianas La Salle. En 1928, elaboró su primera historia y logró que, el 1º de mayo de 1942, los Obispos de Venezuela en la Conferencia Episcopal, la declararan Patrona de Venezuela. Finalmente, el 7 de junio de 1954, el Papa Pío XII la instituye canónicamente.
El historiador Hermano Nectario María refiere que, el 8 de septiembre de 1652, el Cacique de la tribu de los Coromotos se encontraba en su bohío con su mujer, su cuñada Isabel y un hijo de ésta de 12 años de edad; y allí se le presentó en forma corpórea la Virgen Santísima indicándoles: “vayan a casa de los blancos, para que les echen el agua en la cabeza y así poder ir al cielo”. El Cacique con irrespetuosas palabras y actitud violenta le respondió y agarro el arco, ella se le aproximó para abrazarlo. Las armas se le cayeron.
Cuando tomó por un brazo a la Señora para sacarla de su choza, ocurrió el milagro: ella desapareció y dejó en su mano una diminuta imagen de 2,5 cm de alto por 2 cm de ancho. Él la escondió en la paja del techo. Esto sucedió el día sábado, entrada la noche. Al día siguiente, cuando el Cacique de los Coromoto se disponía a regresar a sus montañas, fue mordido por una culebra. Mortalmente herido, rindió su último suspiro, arrepintiéndose de su soberbia actitud y clamando por el sacramento del bautismo.
A partir de ese momento comienza una gran historia de favores y milagros, devoción y renovación de la fe de la mano de la Virgen de Coromoto. La fama y veneración del culto se hicieron tan grandes que, el 1º de febrero de 1654, el Vicario don Diego Lozano ordena que se traslade con toda solemnidad la milagrosa imagen para la iglesia parroquial de Guanare.
Es en el siglo XX cuando se recuperó la venerada imagen que se encontraba en precario estado. El trabajo de restauración se debe a la Fundación María Camino a Jesús, con sede en Maracaibo, quienes a partir de 2002 iniciaron una campaña para impulsar el proyecto de restaurar los daños que ocultaban gran parte de la imagen de la Virgen con el niño Jesús.
Del 9 al 15 de marzo del año 2009, en un laboratorio instalado para este proceso, en la casa La Bella Señora, dentro de las inmediaciones del Santuario Nacional de la Virgen de Coromoto, el equipo de trabajo compuesto por los restauradores Pablo Enrique González y Nancy Jiménez, acompañados por José Luis Matheus, director de la Fundación Zuliana y monseñor José Manuel Brito como custodios del proceso, se comenzaron los trabajos de conservación de la imagen; lográndose realizar con éxito y arrojando una serie de hallazgos que hasta el momento resultaban desconocidos.
A lo largo del proceso se fueron descubriendo elementos desconocidos.
– El relicario estaba sellado y los restauradores no podían abrirlo…de repente se abrió sólo.
– La imagen, además de manchada y muy deteriorada, estaba pegada al vidrio del relicario que la contenía. Sin manipularla ni aplicar químicos, comenzó a desprenderse sola.
Fue detectada la presencia de varios símbolos, los cuales según indagaciones del antropólogo Nemesio Montiel, son de origen indígena.
– Al medir el ph del soporte y contenedor, encontraron acidez, todo estaba contaminado, excepto la imagen, que se mantiene con un ph neutro.
– La primera etapa de restauración estaba prevista completarla en 3 a 7 semanas. Sin explicación científica posible, comenzó a auto-restaurarse (las partes faltantes se fueron completando) en 6 días, y el proceso de auto-restauración ha continuado, mostrando nuevos hallazgos cada vez que se expone a microscopios de alta resolución.
– La tinta que define la imagen no está adherida al papel, es decir, no lo penetra, sino que flota sobre él (coincidiendo con el hallazgo en la tilma de la Virgen de Guadalupe).
La Virgen se encuentra en el interior de una choza indígena.
El niño que lleva en sus piernas está vestido de Príncipe Europeo, con un fajín ceñido a su cintura, un pantaloncito bombacho y sus medias.
– Se devela un rostro sonriente en la cara de la Virgen, de una mujer muy joven, adolescente, delgada, de rasgos finos, delicados y serenos.
– Los hallazgos en los ojos han creado gran sorpresa e impacto en la comunidad científica, ya que no existen explicaciones humanamente posibles:
Por observación microscópica de los ojos de la Virgen, de menos de 1 milímetro (aproximadamente 2 micras), se logró identificar:
En el ojo derecho hay células humanas vivas y la silueta del mapa de Venezuela en la época de su aparición, en 1652. En el centro está la imagen de Jesús. Debemos recordar que Venezuela es el único país del mundo consagrado al Santísimo Sacramento del Altar y al Sagrado Corazón de Jesús.
Al profundizar en el estudio del ojo izquierdo, se pudo definir características de un ojo humano. Tiene cornea, conducto lacrimal, el iris que tiene forma de mapa de Venezuela, y en su centro se encuentra la imagen de Jesús. Además se ve el cristalino, las células epiteliales con color, diferenciándose con claridad el orbe ocular y un pequeño punto de luz donde se observa la imagen del cacique de los Coromotos, en el momento de querer atrapar a la Bella Señora. Maximizando el punto de luz se pudo observar que el mismo parece formar la imagen de una figura humana con características muy específicas. Estos hechos son particularmente desconcertantes, pues se pensaba que los ojos de la imagen eran simples puntos.
Igualmente se corroboró que la corona que la Virgen trae sobre su cabeza y el Niño es típicamente indígena. La parte central del penacho es de pluma y en la parte central aparece la imagen de la Virgen de Chiquinquirá (Rosario), Patrona de los zulianos. En el segmento derecho se observa una flor de lis, símbolo sagrado por excelencia de la Virgen María. Igualmente aparece Nuestra Señora de Guadalupe, La Dolorosa, La Candelaria, José Gregorio Hernández y el Templo Votivo.
Lo que se ve detrás, como fondo de la imagen, es el interior de una choza indígena. Sobre las columnas o estacas posteriores ubicadas a los lados a manera de tejido de cestería indígena, se encuentran varios pictogramas con escritura en arameo, que era el idioma que hablaba Jesucristo, entre las cuales se ha traducido “La mujer más grande llena de gracia”.
En la frente aparece una constelación de estrellas, que indica la posición de las mismas en el cielo el día y hora de su aparición (coinciden con la fecha 8 de septiembre de 1652 y la hora: 6:30 pm).
La nariz tiene forma de barco sobre el mar, y coincide con imagen de la Batalla de Lepanto, en la que el rezo del rosario fue el arma más poderosa para vencer.
En su cabello aparece la planimetría de lo que es el actual templo votivo (Basílica) de la Virgen de Coromoto en Guanare.
Pero lo más impresionante es que en la auto-restauración la imagen se está reconstruyendo como si tuviera vida. La cara del niño y parte del pie, que se habían extraviado, está apareciendo con “piel humana”.
Las mariposas amarillas que aparecían en Guanare cerca del lugar de aparición de la Virgen, en cuyas alas estaba grabada la fecha de su aparición (8 en un ala y 9 en la otra) han vuelto a aparecer en fechas cercanas a sus festividades. También en Caracas, fieles a la Virgen reportan haber estado rezando a la Virgen con muchísima fe y al poco tiempo ver revolotear mariposas a su alrededor. Algunos las han conservado y puede verse claramente la impresión de la fecha en las alas.
La restauración de la Sagrada Imagen de la Patrona de nuestra Patria, constituye un verdadero hito histórico que, sin duda alguna, contribuirá al afianzamiento y renovación de la fe de todos los venezolanos, y más allá de ser la expresión del resultado del esfuerzo de un equipo multidisciplinario, es un llamado a volver nuestras vidas a Dios, al bautismo, y vivir la invitación que la Virgen hizo a nuestros antepasados, cuando les conminó a reconciliarse y unirse como verdaderos hermanos en Dios, a pesar de que las culturas española e indígena, tenían visiones e intereses totalmente opuestos. Es un llamado a la fraternidad y a la aceptación del otro; es un signo de esperanza, de alegría y de fe. Es la comprobación de que a pesar de las dificultades, si nos unimos como verdaderos hermanos, es posible alcanzar resultados que deriven en bienestar para todos”.
A manera de conclusión podemos decir que:
La reliquia que la Virgen le dejó al Cacique Coromoto proviene directamente del cielo, no es de hechura humana.
Es la primera aparición de la Virgen a una familia.
Es una de las pocas advocaciones tiene el nombre del Vidente: el indio Coromoto.
Sólo hay dos casos en el mundo en que la Virgen deja una reliquia: la de Guadalupe, en México, en 1531 y en Coromoto, en 1652
La de Guadalupe es de tamaño macro: 1,70 x 1,05 cm
La de Coromoto es micro: 2,5 cm x 2,0 cm
Venezuela un pueblo elegido y Guanare es una Tierra Santa. La Madre de Dios quiso venir del cielo para quedarse entre nosotros. En las cosas más pequeñas vemos la grandeza de Dios. – Así como la Virgen se restaura, Venezuela se restaura. Entre nosotros se cumple el dicho “allí donde abunda el pecado, sobreabunda la Gracia”, por eso es necesario repetir frecuentemente y con mucha fe la jaculatoria dicha por el Hermano Nectario María en 1922: “Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria”, con el fin de obtener la certificación del Vaticano, para comenzar la difusión de estos hallazgos a nivel nacional y mundial.-
Datos del escritor
David Chacón Rodríguez es un historiador venezolano, que junto al padre Hermano Nectario María hizo seguimiento y ahora forma parte del equipo de la restauración de la Patrona de Venezuela.