Diáconos permanentes de Maracaibo celebraron su día

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La Arquidiócesis de Maracaibo, cuenta con 15 diáconos permanentes

El pasado 26 de diciembre día que la Iglesia Universal celebra a san Esteban, los diáconos permanentes de la Arquidiócesis de Maracaibo, se reunieron para celebrar su día, en torno a su pastor Monseñor Ubaldo Santana Sequera.

La información la dio a conocer el director de la Escuela de Formación Inicial del Diaconado Permanente “Filiberto Prieto”, el diácono Cesar Montoya, quien ese día también dio gracias a Dios por décimo tercer aniversario de ordenación diaconal.

La Celebración Eucarística, se realizó en la parroquia Santísimo Sacramento del sector Las Lomas,  y fue presidida por el Arzobispo de Maracaibo, quien en la homilía destacó la vida de San Esteban.

San Esteban, fue un diácono de la Iglesia primigenia de Jerusalén y protomártir (de los primeros mártires) del cristianismo. Quien por sus por sus enseñanzas se granjeó la enemistad de varias sinagogas, siendo acusado de blasfemia. En su juicio, Esteban dio un largo discurso criticando a las autoridades judías que le juzgaban. Fue condenado a la lapidación.

Monseñor Ubaldo anunció este esta celebración la ordenación de seis nuevos diáconos permanentes el próximo 10 de febrero.

Actualmente la Arquidiócesis de Maracaibo, cuenta con 15 diáconos permanentes, en febrero se ordenaran seis más y están en formación otros diez, Escuela de Formación “Filiberto Prieto”, que funciona en la misma sede  de la Pastoral Social, detrás de la Iglesia San José, en 5 de Julio.

Qué son y qué hacen los diáconos permanentes

Los diáconos permanentes son, por lo general, hombres casados, que reciben este ministerio para colaborar con el Obispo en el quehacer pastoral y de evangelización de la Iglesia. Este ministerio, si bien tiene su origen en los primeros siglos de la Iglesia, fue restablecido en el Concilio Vaticano II (1962-1965), como un grado estable de la jerarquía eclesiástica.

Los diáconos permanentes colaboran con la iglesia en su tarea de llevar la Buena Noticia a todos los ambientes y su servicio está enfocado en tres aspectos fundamentales:

1.- Servicio autorizado de la Palabra de Dios: La proclamación del mensaje de Dios puede desarrollarse en el contacto directo del diácono con personas o grupos en la catequesis, en la educación de jóvenes y adultos, en el uso de los medios de comunicación social y, de manera especial, en la lectura del Evangelio y la homilía, ocasión privilegiada para exponer el misterio de Cristo en la comunidad.

2.- Ejercicio de la caridad: Tanto en el sentido de ayuda fraternal como de la promoción humana. Sus preocupaciones están orientadas hacia los ancianos, enfermos, indigentes, abandonados y aquellos que están en las cárceles, entre otros.

3.- Ministerio litúrgico: el diácono sirve y asiste al obispo y al sacerdote en la celebración de la Misa; puede presidir la celebración de la Palabra y también administrar los sacramentos del Bautismo y Matrimonio. Además, distribuye la Sagrada Comunión, preside la Liturgia de las Horas; las oraciones comunes; los ritos de funerales; responsos y entierros.

José R. Espina F.

Los diáconos permanentes colaboran con la iglesia en su tarea de llevar la Buena Noticia