Un peculiar hurto se registró al final de la mañana de este miércoles 27 de diciembre de 2017 en la Catedral de Mérida, pues el Niño Jesús de esta Iglesia fue sacado del pesebre y 24 horas después fue devuelto, gracias al hallazgo de una feligresa.
El párroco de la Basílica Menor de Mérida, padre Edward Molina, narró que al final de la mañana el personal de limpieza de la iglesia se percató de la ausencia en el pesebre de la imagen del Niño Jesús, la cual presumen fue sacada por un niño, toda vez que dijo que en el pesebre quedaron las huellas de una persona pequeña.
La imagen hurtada tiene más de 100 años en la Catedral de Mérida, es del siglo XVIII y tiene un valor histórico patrimonial de la iglesia, ya que ha sido una imagen venerada durante muchos años.
El padre Molina dijo que el robo del Niño Jesús es una muestra más de la pérdida de valores que hay en la sociedad venezolana.
Pasadas las 8:00 de la mañana de este jueves 28 de diciembre llegó “una humilde mujer del barrio Simón Bolívar a la catedral con el Niño Jesús”, informó el padre Edward Molina, quien relató que lo entregó en una bolsa tras “arrebatárselo” a una indigente que lo cargaba envuelto en un trapo.
Eugenia Guillén, legionaria de María, fue quien reconoció la imagen cuando la persona que presumiblemente lo hurtó trató de venderlo por las casas del barrio Pueblo Nuevo.
Ante lo ocurrido y para evitar que se vuelvan a robar el Niño Jesús, el párroco de la Catedral de Mérida decidió guardar la imagen, por lo que el pesebre, hecho el pasado primero de diciembre luce ahora sin el Niño Jesús en su cuna.
Claman por vigilancia permanente
Durante este año 2017 la Catedral de Mérida ha sido blanco de la delincuencia, pues han hurtado hasta las piezas de bronce de las puertas con el fin de venderlas para ser fundidas, acción por la cual se gana buen dinero.
Sobre los reiterados hurtos en la mayor iglesia del estado Mérida, el padre Molina señaló que ha buscado apoyo en los organismos de seguridad para lograr una vigilancia permanente, pero “lamentablemente no han sido consecuentes con eso de mantener una guardia permanente en la Catedral”.
En ese sentido, el párroco de la Catedral de Mérida solicitó a las autoridades del estado vigilancia permanente del recinto eclesiástico de día y de noche, sobre todo en esta temporada cuando las cámaras de seguridad de la iglesia están en reparación y no tienen como monitorear el ingreso y salida de las personas a este reciento. (El Universal)
Diario Católico