Los habitantes de la parte oriental de Guta en Siria corren el riesgo de morir de hambre
La violencia, las escasas ayudas humanitarias y los precios de la comida muy altos están agravando la malnutrición aguda entre los niños en la zona del este de Guta, en Siria. Cerca de 400.000 personas, la mitad de las cuales son menores, están atrapadas en la zona, bajo asedio desde mediados de 2013.
La alarma fue lazada por Unicef. Según una investigación reciente conducida por el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, en veintisiete localidades en la zona del este de Guta, el 11’9% de los niños por debajo de los cinco años sufren malnutrición aguda, la tasa más alta registrada en Siria desde el inicio del conflicto, hace siete años. Un estudio similar, realizado en enero de este año, había mostrado que el 2’1% de los niños supervivientes en el este de Guta sufría malnutrición aguada.
El rápido crecimiento de los precios de la comida de base ha hecho para la mayor parte de las personas muy difícil acceder a un comida. En agosto, el pan costaba 24 veces más en el este de Guta que en Damasco. «Los niños viven en condiciones extremadamente difíciles. El asedio debe ser interrumpido para garantizar en seguida la asistencia salvavidas que necesitan», ha dicho Geert Cappelaere, director regional Unicef para Oriente Medio y el norte de África. Mientras tanto en el frente diplomático el enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Staffan de Mistura, ha definido «muy útil, constructivo y profesional» el primer encuentro tenido en Ginebra con el embajador sirio ante las Naciones Unidas, Bashar Jaafari.
L`osservatore romano