La diferencia entre el martirio y el heroísmo, como conducta individual o colectiva, es importante a los fines de entender los difíciles momentos por los que atraviesa el pueblo venezolano.
Este año 2017 hemos pagado un costo muy alto de martirio, en el que la cuota de 140 jóvenes que perdieron la vida luchando por la libertad de todos, ocupa un primer plano. Son 140 mártires que pasaran a la historia de nuestra vida republicana.
Pero ha habido muchos otros que han muerto por falta de alimentos, medicinas, por la inseguridad o que han padecido torturas y maltratos físicos o psíquicos por parte del régimen. Estos también han engrosado esa larga lista de mártires, cuya sangre ha cubierto buena parte del país, tanta, que no queremos seguir añadiendo más mártires.
No obstante, también nuestra historia se está nutriendo de miles de héroes, que están dando auténticas lecciones en la lucha por su libertad. El heroísmo, a diferencia del martirio, no implica el sacrificio de nuestras vidas, ni el padecimiento de grandes sufrimientos.
El heroísmo comprende la realización de actividades extraordinarias para favorecer al prójimo o evitar alguna desgracia. Ellos, son todo solidaridad y ejemplo. El héroe también lo puede ser por acciones menos trascendentes, pero que van igualmente dirigidas a obtener el mismo propósito. Entre estos, la actividad que despliegan miles de venezolanos, que ponen día a día su granito de arena para tratar de acabar con el narcorégimen.
También lo es el esfuerzo que hace una madre para conseguir comida a fin de evitar que sus hijos mueran de hambre; las angustias y desvelos de unos nietos por encontrar medicinas para sus padres y abuelos; o simplemente declarar tu rebeldía ante tanto atropello; y muchas otras conductas similares, por insignificantes que parezcan, son auténticos actos de heroísmo, pues se llevan a cabo con absoluto desprendimiento y sin esperar nada a cambio.
Este es el héroe cotidiano de nuestra Venezuela, el joven, el adulto o la persona mayor, hombre o mujer, que tiene ese profundo compromiso con la patria de Bolívar, absolutamente identificado con su pueblo, y que actúa sin competir con sus compañeros por ser mejor que los demás.
Ambos, Mártires y Héroes, están escribiendo una de las páginas más dramáticas y bellas de nuestra historia, en estos primeros 18 años del siglo XXI.
William Cárdenas Rubio