Venezuela cerró el año 2017 con una inflación acumulada del 2.616 %, según cifras reveladas hoy por la Asamblea Nacional (Parlamento), que calculó en 85 % la inflación del mes de diciembre.
“No hay aumento de salario que pueda combatir esta situación”, dijo durante la presentación Rafael Guzmán, de la Comisión de Finanzas del Parlamento, el único poder del Estado en manos de la oposición, en alusión a los constantes aumentos salariales con los que el Gobierno trata de contrarrestar la explosión de precios.
“Somos el único país en hiperinflación (inflación de más del 50 %) del mundo”, afirmó el diputado opositor.
El Parlamento venezolano es la única institución oficial que publica cifras de inflación, después de que el Banco Central dejara de ofrecer números sobre este y otros indicadores económicos en 2015.
Durante la rueda de prensa, el presidente de la Comisión de Finanzas, José Guerra, explicó la inflación desbocada por “la impresión de dinero del Banco Central de Venezuela (BCV) para financiar el déficit del Gobierno”.
“El 70 % del déficit del Gobierno venezolano para el año 2017 fue financiado con impresión de dinero”, dijo Guerra, que agregó: “La inflación es distinta a la hiperinflación porque la inflación dentro de todo es normal. Una hiperinflación es insoportable. Es la ruina de un país”.
Según el diputado Guerra -economista de profesión y con una larga trayectoria en el Banco Central a sus espaldas- “estamos hablando de un inflación que puede pasar 10.000 % si el BCV sigue financiando al Gobierno”.
Por su parte, el diputado Guzmán se refirió a la caída libre del bolívar respecto al dólar en el mercado paralelo como una de las causas de que los precios crezcan a diario en el país caribeño, y atribuyó al control de cambio impuesto por el Gobierno chavista desde 2003 como la causa de esta depreciación.
“El Gobierno mantiene control de cambio, es decir sigue entregando dólares a un grupito para que ese grupito siga metiendo esos dólares en el mercado negro: mientras exista control de cambio va a existir mercado negro”, dijo Guzmán.
En virtud del control de cambio, el Gobierno venezolano venía adjudicando dólares a empresas del sector privado a una tasa preferencial muy por debajo del valor de la moneda estadounidense en el mercado libre, que es ilegal en Venezuela.
Los críticos de este sistema lo denuncian como una fuente de corrupción, que permite a quienes obtienen dólares del Estado a tasa preferencial revenderlos en el mercado paralelo y hacer grandes negocios.
Sumido en graves dificultades financieras, el Gobierno venezolano no adjudica dólares ni ninguna otra divisa desde agosto pasado, lo que ha redoblado la presión sobre el precio del dólar en el mercado paralelo. EFE