El nuevo presidente del Episcopado considera que la tarea urgente de la Iglesia “es acercarse a los venezolanos más pobres y necesitados”
La nueva presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), elegida este 9 de enero en el marco de la centésima novena asamblea ordinaria plenaria, hará un trabajo de continuidad en la labor pastoral, en la defensa de los derechos humanos y en la promoción de la dignidad de las personas, hasta ahora desarrolladas. También, afianzará un mayor compromiso de solidaridad con los venezolanos más pobres y necesitados.
Así lo ha dejado claro ante los medios de comunicación, monseñor José Luis Azuaje Ayala, tras resultar electo presidente de la CEV para el trienio 2018-2021.
El prelado relató parte de los objetivos que motivarán su plan de trabajo en el que estará acompañado de Mario Moronta Rodríguez, como primer vicepresidente; Raúl Biord Castillo, segundo vicepresidente; y José Trinidad Fernández Angulo, en la secretaría general.
El Gobierno debe escuchar la voz del pueblo
José Luis Azuaje, quien es también responsable de la Diócesis de Barinas, expresó que su gestión estará marcada por el compromiso con los más necesitados.
“Nosotros tenemos constatación de todas las sugerencias, especialmente del magisterio del Papa Francisco, que nos invita a una ‘iglesia en salida’, testimonial y que se enraíce en la vida del pueblo, especialmente de los más pobres y necesitados”, indicó.
También solicitó a todas las instancias de autoridad especialmente del Gobierno que preside Nicolás Maduro y de aquellos que tienen en sus manos las decisiones: “Escuchen la voz el pueblo”.
El prelado cree que la del pueblo “es una voz que cada día se oye más y más en todas las instancias, y sobre todo, en los estados de Venezuela”.
Conciliador y convencido del trabajo social
El nuevo presidente de la CEV llega a esta responsabilidad, precedido de un talante conciliador.
Vale la pena recordar dos episodios: el primero en abril de 2002, cuando la Iglesia fue llamada para ser garante de la vida de Hugo Chávez, al “renunciar” a su cargo. Precisamente, Azuaje Ayala, acudió junto a monseñor Mario Moronta y el ahora cardenal Baltazar Porras, para brindarle las garantías de vida al nervioso presidente.
Luego estuvo su labor al frente de Cáritas de Venezuela, convirtiéndose en importante bastión de apoyo para el Gobierno, cuando las lluvias de septiembre y noviembre de 2010, dejaron a miles de personas damnificadas y desplazadas de sus comunidades.
Pero también, Azuaje ha desarrollado en Barinas un intenso trabajo con refugiados y desplazados procedentes del conflicto armado de Colombia, en colaboración con ACNUR, el Consejo Noruego Para Refugiados y otras organizaciones humanitarias.
Más recientemente, y debido a la escasez de alimentos y medicinas que viven los sectores más pobres en Venezuela, desde la Diócesis de Barinas se impulsan iniciativas de comedores populares, ollas comunitarias y el proyecto SAMAN de Cáritas para estudiar y contrarrestar los niveles de desnutrición en los niños.
Actualmente, José Luis Azuaje es el presidente de Cáritas América Latina y El Caribe, un organismo social de la Iglesia que comprende cuatro zonas geográficas para un total de 22 países en los que se realiza el trabajo social y humanitario.
Recientemente expresó durante una entrevista: “Un católico en las circunstancias en que vivimos debe ser un permanente promotor del bien común, la solidaridad y la justicia (…) No es tiempo de adornos, sino de ir a lo esencial, a lo que da un sentido a la vida”.
El Guardián Católico