En el año 2018 la humanidad tiene la tarea de seguir afrontado la realidad de los migrantes y refugiados, desde una mirada contemplativa como una oportunidad para crear un futuro de paz y sostener a quienes fatigados recorren miles de kilómetros en busca de mejores posibilidades.
El Papa Francisco dedicó el mensaje de la 51 Jornada Mundial de la Paz, para reflexionar sobre los “migrantes y refugiados: hombres y mujeres que buscan la paz”. Que son aquellos que deja su nación para conseguir la paz que no tienen en su país, y con disposición de aportar paz a la comunidad que los recibe.
Se pregunta el Santo Padre: ¿Por qué hay tantos refugiados y migrantes?, para dejar en evidencia las múltiples dificultades políticas, sociales, económicas, y ecológicas que muchas personas siguen padeciendo hoy. “Se ponen en camino para reunirse con sus familias, para encontrar mejores oportunidades de trabajo o de educación: quien no puede disfrutar de estos derechos, no puede vivir en paz”, dice el Papa.
Sigue creciendo el número de migrantes y refugiados porque muchas personas no se ha despertado la capacidad de amar y servir, para respetar al prójimo como imagen de Dios. En cambio, se edifican dioses en la ideología, el dinero, y el egoísmo para buscar un bien particular.
En su mensaje el Papa aconseja cuatro acciones para afrontar el encuentro con los migrantes y refugiados: “acoger, proteger, promover e integrar”, que también son el centro de reflexión de la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2018.
Una adecuada compresión de la realidad migratoria en nuestros países nos debe comprometer y de manera especial a los responsables de favorecer el bien común, en ayudar dignamente a los migrante y refugiados para que encuentren la paz que anhelan.
Johan Pacheco
@padrejohan