Los niños son condenados a morir si sus padres denuncian la crisis sanitaria en Venezuela

89
El hospital “Dr. José Manuel de los Ríos” de Caracas, es un centro de referencia nacional donde se evidencia la “emergencia humanitaria compleja” que sacude a Venezuela

Aleteia ingresó al hospital “JM de los Ríos” de Caracas, y las historias escuchadas en este centro médico, no dejan dudas de la crisis de salud que azota al país suramericano

El hospital “Dr. José Manuel de los Ríos” de Caracas, es un centro de referencia nacional donde se evidencia la “emergencia humanitaria compleja” que sacude a Venezuela. Allí, son tratados niños con padecimientos severos en neurología, hematología, traumatología, cardiología y neonatología, entre otras. Siempre sorprende a los noticieros rojos debido al fallecimiento de niños por escasez de medicamentos.

Para ingresar como “paciente” se pasa por la referencia médica desde los hospitales o a través de consultas y emergencias directas en el centro. La hospitalización se resuelve de acuerdo con la disponibilidad de las camas y el tratamiento ambulatorio. También, por el fallecimiento de otros niños, lo cual ocurre regularmente, “aunque no se dice”.

Estremece escuchar en el propio centro médico, que las madres de los niños enfermos son amenazadas por distintas vías coercitivas para que no hablen sobre las irregularidades allí existentes, cuya responsabilidad es del Gobierno de Nicolás Maduro. Si éstas cumplen con lo impuesto, evitarían que a sus hijos no dejen de suministrarles los medicamentos, y así poder escapar de las macabras cifras de la mortalidad infantil.

“De hecho, ingresar como paciente al JM de los Ríos, es ganarse una lotería. Tampoco es que sea fácil. Muchos familiares han visto morir a sus hijos en las puertas del hospital sin ser atendidos”, dijo una de las madres que habló con Aleteia. “Mi hijo estaría condenado a morir si saben que hablo de esta realidad con los periodistas. Nos echarían discretamente, o harían imposible conseguir los medicamentos”, agregó.

El temor siempre está latente porque además, “ahora el gobierno tiene ojos y oídos por todo el hospital”, dijo una enfermera que pidió reservar su nombre. “Ayer falleció un niño porque sus padres no pudieron conseguirles sus medicamentos a tiempo. Muchas veces se les impide traerlos desde afuera porque esto le acarrea mala fama al gobierno”.

Explicó que “los medicamentos de alto costo –los del cáncer- son muy difíciles de conseguir y la mayoría de las veces la dotación del hospital no es suficiente para el tratamiento de todos los niños. A las madres les niegan los informes médicos con los cuales podrían tramitarlos ante otros organismos nacionales o extranjeros. Pero nada. Eso los dejaría en evidencia ya que es un documento oficial, firmado y sellado”.

“¡No queremos morir!”

La palabra “voluntario” permite muchas veces la entrada a sus áreas, a pesar de que una cuadrilla de milicianos se endurece cuando sospechan la presencia de algún periodista. Aleteia coincidió con la asociación civil, Conquistando la Vida, un grupo de mujeres que han sufrido cáncer y luego de su sanación o tratamiento avanzado, se han convertido en la alegría de muchos de estos niños y adultos en el JM de

Nuestra bandera es luchar por la vida y la salud, somos pocos pero nuestra voz es la de miles”, es el eslogan que los identifica, citó Mildred Varela una de las activistas de Aconvida. “Todas las semanas entregamos no menos de 200 almuerzos y arepas, además de llevar esperanza y algunos insumos médicos”, explicó Varela.

No obstante, hay que decirlo: muchas de estas organizaciones no gubernamentales todavía no las aceptan en el hospital y su ingreso es vetado por las autoridades internas, salvo que sean “personalidades” o “artistas reconocidos” que lleven ayudas que primeramente pasan por los despachos de estos funcionarios públicos.

Recientemente, ante las insistentes declaraciones de voceros del gobierno negando la emergencia humanitaria en salud y nutrición que atraviesa Venezuela, la coalición de organizaciones por el derecho a la salud y a la vida (Codevida), planteó una agenda de lucha para denunciar el deterioro y la emergencia en la cual se encuentran todos los enfermos en Venezuela con el lema. Su lema actual es: “No queremos morir”.

Para el 8 de febrero está convocada una concentración en la plaza “Alfredo Sadel” de Caracas, en la que aspiran llamar la atención de las autoridades sanitarias de Venezuela y el mundo. La intención es salvar las vidas a más de 300 mil personas en condiciones de salud crónica y 77 mil que padecen VIH ante la ausencia de retrovirales.

Jornada Mundial de los Enfermos

Por otro lado, Aconvida tiene previsto impulsar junto a las iglesias católicas la Jornada Mundial del Enfermo que anualmente es convocada por el Papa Francisco, la cual se cumple cada 11 de febrero. Luego, el 21 de febrero, se realizará una Oración por los enfermos en la iglesia “Nuestra Señora de la Chiquinquirá”, en Caracas, a las 10 de la mañana, a la que invitan a sacerdotes, personas enfermas y en la que esperar recibir donación medicamentos. “Tenemos que parar este genocidio”, sostiene Aconvida.