Venezuela podría ser sancionada por la violencia contra las mujeres

Linda Loaiza, la joven venezolana que fue torturada, mutilada, violada y agredida hace 17 años, fue recibida por primera vez en la CIDH

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Protesta en apoyo a Linda Loaiza y contra la violencia de la mujer en Caracas

Linda Loaiza López tenía 18 años de edad cuando aquél 27 de marzo de 2001, fue secuestrada por Luis Carrera Almoina. Un apartamento de la urbanización El Rosal, en Caracas, Venezuela, fue el principal espacio donde sufrió el terrible cautiverio que se extendió por cuatro largos y sufridos meses. Durante ese tiempo la joven recibió golpizas tan fuertes que luego de ser rescatada el 20 de julio, tuvo que ser operada más de 15 veces, y hospitalizada durante un año para reconstruir su desfigurado rostro.

Por primera vez, este 6 de febrero, después de casi 17 años, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) recibió a Loaiza en San José (Costa Rica) para escuchar la versión de los hechos en primera persona, y abrir la posibilidad de sentar un precedente en favor de las mujeres que sufren violencia en Venezuela y América Latina.

La petición de Linda Loiza no es sencilla: declarar al Estado venezolano como responsable por la violación de los derechos humanos, la violación a su integridad personal y de su familia; así también, por la falta de garantías procesales y sanción de los delitos de violencia sexual, tortura y homicidio frustrado vividos en su cautiverio.

“Solo pido que con todo lo que hay ahí, y el testimonio que he podido dar que haya justicia, que el Estado venezolano sea declarado responsable por el delito de violación de tortura y todos los que hubieron relacionados en ese caso”, dijo ante la Corte.

El jurado en pleno, la recibió en audiencia pública y recoge sus denuncias en el expediente 12.7797. Durante su intervención fue detallando que fueron casi 4 meses en los cuales durante cada día había sido sometida a violencia física, sexual y psicológica.

“El día de mi rescate el agresor me vio totalmente desvalida, sin fuerzas, sin animo, y ese día antes de salir fue el único día que no me amarró. Quedé ahí tirada, ensangrentada, violada, torturada entonces saqué todo lo que tenía, le pedí a Dios mucha fuerza y pude arrastrarme y rodar para llegar a un ventanal y pedir auxilio”.

En la oportunidad de su rescate, la emisora Radio Fe y Alegría de Caracas, informó que “la joven se arrastró en un momento de lucidez, el 19 de julio del 2001, amordazada y atada a una silla como pudo hasta el balcón y abrió la puerta de vidrio; con gritos pidió ayuda a los transeúntes, quienes acudieron a los funcionarios de la Policía de Chacao y, junto a los bomberos, forzaron la cerradura para rescatarla”.

Hambre de sed y justicia

Luego vino un difícil proceso judicial con una opinión pública expectante por la historia de la chica nacida en el estado Mérida que se fue a probar suerte a Caracas, y presuntamente, conoció y fue cortejada por quien luego se convirtió en su agresor.

Carrera Almoina fue conocido como “El monstruo de Los Palos Grandes”. Es hijo de Gustavo Carrera Damas, para el momento rector de la Universidad Nacional Abierta, quien disponía de influencias económicas, sociales y judiciales en Venezuela.

Fue así como el agresor fue recluido durante unos meses en la cárcel de Yare (estado Miranda), pero el 7 de noviembre de 2001, el Tribunal 18 de Control de Caracas, a cargo de Ángel Zerpa Aponte, le otorgó una medida cautelar de casa por cárcel bajo custodia policial, generando un retardo procesal. Vinieron entonces varias acciones contundentes por parte de Linda Loaiza, demostrando su infatigable espíritu de lucha. En agosto de 2004, se declara en huelga de hambre durante trece días ante la dilación administrativa, y será en septiembre de ese año cuando se inicia el juicio.

Carrera Almoina, cumplió posteriormente una sentencia de seis años y un mes de prisión dictada en el año 2006 por el delito de lesiones gravísimas y privación ilegítima de libertad; no obstante, fue absuelto del delito de violación sexual, homicidio frustrado y tortura contra la joven, conllevando otro motivo de lucha para la incansable Linda.

El expediente de Linda Loaiza López estuvo recorriendo los escritorios de 76 Jueces y Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia habida cuenta de 59 inhibiciones y 38 diferimientos de audiencia. Todo es parte del historial que conoce la CIDH desde 2007, pero fue este 6 de febrero de 2018 cuando logra ser escuchada por esta Corte.

Nada justifica la violencia contra la mujer

Simultáneo a la intervención de Linda Loaiza en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Red Naranja Venezuela y varias organizaciones sociales vinculadas a los derechos de las mujeres, invitaron a lo que denominaron #ACCIONDECALLE para visibilizar la audiencia que se realizaría este 6 de febrero en Costa Rica.

La actividad se cumplió en la emblemática plaza san Juan Pablo II del municipio Chacao.

Liliana La Rosa, de Aliadas en Cadena, sostuvo que se reunieron en esta plaza pública porque el caso de Linda Loaiza es muy sensible ante la opinión pública venezolana y con su coraje ha logrado denunciar al Estado por no haberle dado un acompañamiento. “Nada justifica la violencia contra la mujer”, aseguró La Rosa.

El Guardián Católico