Niños españoles se visten de superhéroes ¡de venezolanos!

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Niños colegio de Galicia, España se disfrazan de héroes venezolanos.

Un nuevo disfraz sorprende…y más que un disfraz es un homenaje

 Cuando aún están presos varios de los participantes en las protestas de los “guerreros del asfalto” -como fueron bautizados los jóvenes que por miles salieron a las calles a enfrentarse a los tanques y los fusiles por la libertad de su patri- y cuando aún tantos hogares lloran a sus hijos asesinados en aquellas refriegas, circula este hermoso tuit que incluye una gráfica, testimonio de la idea de un colegio de Galicia, España.

Los niños decidieron disfrazarse de “héroes venezolanos”. Los héroes son aquellos jóvenes que jamás se irán de nuestra memoria y que por siempre recordaremos como ejemplo vivo de muchachos valientes y estudiantes comprometidos con el bien común y el destino colectivo de todo un país. Jóvenes en lo mejor de su vida que literalmente se inmolaron mostrando su amor y generosidad por su patria. Chamos que buscaban despejar el futuro brillante que Venezuela merece.

Hay una colonia gigantesca de gallegos en Venezuela, que arribó y se compenetró con nosotros a través de varias oleadas. Gente trabajadora, honesta y alegre. De hecho, la emigración gallega ha sido una de las migraciones europeas más importantes que ha venido a la América Latina, especialmente a Argentina y Venezuela, durante la década del cincuenta del siglo XX.

Según datos aportados por distintas investigaciones, entre 1520 y 1539 entraron a América 193 gallegos, incluidas tres mujeres, entre los cuales se cuentan 2 capitanes o gobernadores, 3 religiosos, 10 marineros, 7 mineros y 8 encomenderos; 14 de estas personas se ubicaron en Venezuela. A través de varios ciclos migratorios conformaron una diáspora que, con el rebote de vuelta, enriqueció con sus aportes a la propia Galicia pero también consiguió hacerse indispensable para los países a los que llegaron, se instalaron y formaron sus familias.

A pesar de que el historiador venezolano José Eliseo López, a partir de la investigación realizada en el Archivo de Indias de Sevilla sobre la emigración española a Venezuela en los siglos XVI, XVII y XVIII, refiere que son pocos los datos en cuanto a la presencia de gallegos en tierras americanas y en particular en Venezuela; y a pesar de que los países de preferencia en un comienzo fueron Cuba, Argentina, Brasil y Uruguay, se sabe que el viaje a América/Venezuela lo hicieron en su mayoría hombres solos, algunas veces parejas y muy pocas con sus hijos, y, con la incertidumbre de emprender la aventura hacia un país del que tenían pocas referencias, como los propios emigrantes revelan, según los testimonios recogidos por la antropóloga María del Pilar González Fernández en sus “Apuntes sobre la emigración gallega a Venezuela”:

“De Venezuela decían que estaba bien, pero… yo de saber no sabía prácticamente nada porque no la conocía, no sabía en donde estaba. De América sí, pero… de Venezuela nada…no sabíamos dónde íbamos a llegar ni qué íbamos a hacer; decidimos marchar los dos solos” (1999)

“¡Venezuela!, nosotros no sabíamos dónde quedaba, íbamos a la aventura, no sabíamos dónde quedaba tal país. Decían que en esa época raptaban a las mujeres, que se las llevaban, que mataban que robaban, cuando llegué no vi nada de eso, vi a la gente normal como era aquí* [Galicia]” (2002)

Pero llegaron y en nuestro país trabajaron, prosperaron, fundaron familias, con manos expertas sembraron la tierra, crearon negocios y abrieron empleos. Se integraron a la perfección y hoy la marca “Galicia” está hasta en el ADN de tantas familias, por generaciones ya venezolanas.

En Venezuela, la existencia de variadas formas de articulación de los gallegos indica, en primer lugar, su diseminación en diferentes regiones del país aun cuando el mayor número se encuentra ubicado en el Área Metropolitana; y en segundo lugar, la necesidad de agruparse y constituirse en asociaciones no sólo de tipo benéfico, sino sobre todo, para compartir, perpetuar y transmitir elementos de cultura y de identidad. Como dicen los directivos de la Hermandad Gallega, “… es una manera de hacer la galleguidad”.

El tributo de los niños de Galicia llega en momentos en que aún muchos de esos gladiadores de la calle permanecen y tras las rejas en Venezuela. El querer parecerse a ellos en días de carnaval, con sus banderas a la espalda a modo de capa de superhéroe, sus jeans y sus lentes anti gases es un sentido recuerdo que agradecemos y recibimos como muestra de solidaridad y de ese cariño que nace entre los corazones de bien, a pesar de la distancia y de no conocernos. Pero se conocen las obras y se comparten los ideales.

En este mundo en que se emplea tanta energía para separar y ofender, para liquidar y lastimar, surgen estos gestos que nos permiten renovar nuestra fe en la gente y reiterar nuestro agradecimiento al prójimo que sigue con expectación lo que sufrimos y comparte nuestro dolor.

¡Bonita manera de llegarnos al corazón!

Macky Arenas/ Aleteia