En la ciudad fronteriza de Boa Vista, en los últimos días se han registrado tres ataques racistas con métodos incendiarios
La Diócesis de Roraima advierte que “los crímenes de cuño xenófobo demuestran la nefasta consecuencia de la falta de una política migratoria eficaz y coherente”
En menos de diez días varios migrantes venezolanos que han cruzado la frontera hacia Brasil, en búsqueda de oportunidades ante la crisis que atraviesa el país, han sido víctimas de tres ataques incendiarios. Las acciones xenófobas se presentaron en Boa Vista, capital del estado de Roraima, donde se calcula que al menos 40.000 venezolanos han llegado en los últimos meses, la mayoría en condiciones de precariedad.
“El que manda es el odio entre etnias”
La voz de alerta la ha dado la superiora general de las Hermanas Misioneras de San Carlos Borromeo (Scalabrinianas), cuyo carisma específico es, precisamente, la pastoral de la movilidad humana, quien ha manifestado a la Agencia Fides, el pasado 14 de febrero, que “los ataques racistas contra los migrantes venezolanos en Roraima requieren una atención especial por parte de las instituciones y de la comunidad internacional”. Además, la Hna. Neusa de Fátima Mariano ha advertido que “cada frontera del mundo, se está convirtiendo en un lugar delicado donde, en lugar de conforto y acogida, el que manda es el odio entre etnias”.
Los tres ataques se registraron el 31 de enero, en un lavadero de autos; el 5 de febrero, en una terraza donde dormían 31 migrantes venezolanos; y el 8 de febrero, en una casa habitada por 13 venezolanos. Aunque en el primer caso no se reportaron heridos ni daños materiales, el segundo y el tercero –ocasionados bajo la modalidad de ‘coctel molotov’– resultaron afectados un joven de 23 años, con quemaduras graves, y dos menores de edad, incluyendo un niño de apenas 4 años.
Ambiente de desinformación y temor
Por su parte, la Diócesis de Roraima ha repudiado –a través de una nota pública– la xenofobia contra la población venezolana, apuntando que “la respuesta de las entidades públicas en Brasil ha sido insuficiente y desarticulada, creando una atmósfera de desinformación y temor por parte de la población en Roraima”.
“Los crímenes de cuño xenófobo ocurridos en Boa Vista demuestran de forma trágicamente vívida la nefasta consecuencia de la falta de una política migratoria eficaz y coherente”, añade la Iglesia local.
En efecto, la propagación de estereotipos estigmatizantes y racistas, en contra de la población venezolana migrante, no es ajena a la indiferencia y a las omisiones por parte del gobierno federal, estadual y municipal, llamados a “asumir sus responsabilidades frente a sus obligaciones constitucionales de protección de la dignidad humana y de acogida humanitaria preconizada en la ley 13.445 / 2017”.
Abrirse al otro
“Es necesario que se intervenga de forma coordinada en la integración y el análisis de las principales vulnerabilidades”, recuerda la Hna. Neusa, evocando la exhortación del papa Francisco a “no tener miedo, abrirse al otro, refinando la mirada que nos hacer ver al otro no como un invasor, sino como una persona”.