Es un secreto a voces en la Venezuela en crisis. Dentro de los hospitales públicos se está abriendo paso un “mercado negro” que comercia la sangre y sus derivados, necesarios para miles de pacientes y que escasean en el sistema público de salud debido a la falta de reactivos para analizar estos fluidos.
Médicos de cinco estados del país petrolero y de Caracas aseguraron a Efe que esta situación, denunciada esta semana por la Coalición por la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida de las Personas en Venezuela (Codevida), se repite en sus lugares de trabajo siempre con los supuestos responsables en la penumbra.
La secretaria general de la Sociedad Venezolana de Hematología (SVH), Maribel Meléndez, dijo a Efe que han “descubierto personas dentro de las instituciones públicas” que tratan de beneficiarse ante la paralización de al menos el 70 % de los bancos de sangre públicos del país, según estimaciones de su organización.
La doctora subrayó que el responsable de estas irregularidades es el Estado venezolano que, aseveró, dejó de comprar reactivos en septiembre pasado, lo que ha ido menoscabando los bancos de fluidos hasta alcanzar un punto crítico en diciembre, mes desde el que algunos estados del país reportan que se encuentran en “cero”.
Meléndez señaló que el “mercado negro” de la sangre lo operan exclusivamente las “personas inescrupulosas” que la venden dentro de instituciones públicas y no las clínicas privadas que, con bancos de fluidos propios, continúan vendiendo estos líquidos analizados previamente con reactivos que adquirieron por su cuenta.
Los químicos que se usan para analizar la sangre no se producen en Venezuela, por lo que deben ser importados en un país en el que el Estado tiene el monopolio de las divisas y en los últimos años ha reducido significativamente las importaciones y asignaciones a empresarios.
“No traen reactivos ni para bancos de sangre públicos ni para bancos de sangre privados”, remarcó Meléndez, que informó sobre una reciente compra de estos químicos por parte del Gobierno de Nicolás Maduro y que, “según información extraoficial”, se está entregando de manera racionada y alcanzará apenas para 45 días.
Sobre los casos de venta ilegal de sangre en los centros de salud públicos, la hematóloga dijo tener conocimiento de varias denuncias según las cuales “personas llegan a la cama de los pacientes y les dicen ‘usted va a ser operado y necesita sangre, yo le vendo los glóbulos rojos en tanto (a este precio) y las plaquetas en tanto’”.
“¿De dónde la sacan esas personas?”, se preguntó Meléndez, e insistió en que los médicos y las clínicas privadas están fuera de cualquier “mafia” en este sentido pues su trabajo es vigilar que la sangre a ser transfundida cuente con los siete análisis previos y mantener los bancos de sangre operativos.
“La mayoría de la gente se niega a poner la denuncia”, lamentó.
Efe pudo constatar que una bolsa de glóbulos rojos se vende esta semana en Caracas a 4.333.000 bolívares (unos 140 dólares, según la tasa oficial de cambio) y es posible comprarla solo en un centro clínico privado, pues cinco hospitales públicos consultados no cuentan con reactivos en sus bancos de sangre.
Un paciente caraqueño aseguró a Efe que la bolsa de plaquetas, que cuesta 1.104.428 bolívares (38,08 dólares) en la misma institución privada de salud consultada, es vendida por “personas dentro del hospital público” en el que se encuentra recluido a un precio de 800.000 bolívares (27,58 dólares), cuando debería ser gratuito.
La misma fuente, que pidió permanecer bajo estricto anonimato, dijo desconocer la procedencia de esas bolsas de sangre y explicó que la compra y venta se concreta sin muchas preguntas y en medio de la urgencia del enfermo.
Todos los médicos consultados por Efe remarcaron que los miembros de su gremio son ajenos a estas irregularidades y que nunca han transfundido sangre sin el despistaje previo.
El presidente de la Federación Médica de Venezuela, Douglas León Natera, suscribió la denuncia de que los bancos de sangre “están quebrados” y alertó sobre el peligro en el que esta problemática deja a cientos de miles de pacientes pues “la situación es caótica en todos los sentidos”.
EFE