En un retiro espiritual a cargo de fray Ramón Pérez, formador de la orden venido a Barquisimeto, desde Roma
La Orden Agustinos Recoletos (OAR) se dio cita en la ciudad de Barquisimeto para realizar los Ejercicios Espirituales para esta Cuaresma 2018 bajo la dirección de Fray Ramón Pérez, para mantener la alegría y el entusiasmo por la extensión del Reino de Dios.
“Agradecemos a nuestras autoridades de la Congregación al sacrificar su capital económico para traernos al ponente desde Roma, a fray Ramón Pérez, quien además fue un antiguo formador de nosotros en Barquisimeto, hace 30 años, el material de apoyo suministrado a todos los participantes sin escatimar el costo de ello y la cancelación de la casa de acogida”, expresó fray Antonio Griman Medina, párroco de la parroquia Santa Rosa de Lima.
La primero observación dentro de la actividad, fue llamar a estos días con el nombre de “ejercicios espirituales” que aunque terminen en cinco días, siempre quedará en el compromiso de ejercitarse en alcanzar en el mundo del ruido un contacto personal con Dios, explicó fray Griman, al comentar que “Cosa contraria que se llamaba antes, retiro. El término retiro haría tan solo referencia al lugar y nada de ejercitación de un compromiso en la búsqueda de la conversión con la gracia divina”.
“Los ejercicios espirituales, giraron en torno a cinco citas bíblicas del evangelista San Juan, que nos ayudaron a aclarar nuestra vocación de consagrados (año vocacional); y se ha escogido al evangelista San Juan por ser el más joven de todos ellos, (año juvenil). Desde lo vocacional y juvenil, nos deleitamos durante cinco días con los aportes bíblicos de nuestro Padre San Agustín que significa, actualmente, en Venezuela, la invitación de ser El discípulo amado de Jesús”, señaló fray Antonio Griman.
“A pesar que estos temas los vimos en los estudios del seminario, y que también son leídos en la liturgia en el año litúrgico, ahora nos ha tocado al igual que María, la de Betania, hermana de Lázaro, saborearlo con mucho entretenimiento en las cosas divinas, o inclinar nuestra cabeza al pecho de Jesús, sin que los quehaceres pastorales nos expropien ese bello momento y gesto del discipulado”, agregó el fraile Agustino.
“El discípulo amado” de Jesús es aquel que: sigue al maestro, se mantiene joven, corre en sus servicio, respeta a las autoridades competente, invierte tiempo en la contemplación, reconoce la enseñanza del maestro y la hace vida, esta al pie de la cruz, escribe y habla de su maestro a los demás a cada rato, crea comunidad en torno al resucitado, mantiene una alegría, e incluso es capaz de dar la vida por aquel que murió en la cruz por todos nosotros, dijo enfático fray Griman, al concluir que, eso es lo que significa la expresión: Si amas a Cristo. ¡Síguelo como el discípulo amado!”
En su meditación Fray Griman, manifestó que “Desde el silencio, prudencia con los medios de comunicación, descanso, alimentación balanceada, apagón eléctrico, vía crucis, celebración penitencial, Eucaristías concelebradas, rezo del rosario y rica compañía entre los frailes recoletos asistentes: así transcurrió este regalo cuaresmal que nuestra familia de Agustinos Recoletos nos ha regalado para que no nos enfriemos en la vocación religiosa que hemos recibido y, a la vez, para mantenernos jóvenes y alegres en la extensión del reino de Dios, en estas tierras de la vinotinto”.
“Esperemos que el Sarnoso sea vencido no por nuestros escritos o predicas del contenido de estos ejercicios espirituales, sino por las buenas obras de misericordias que constataran que hemos tenido toda una transfiguración en el resucitado sin obviar que la cruz nos visitará cada amanecer”, sentenció el Fraile, al hacer un llamado al resto de comunidad religiosa “Ahora nos tocara como Marta, la de Betania, hermana de Lázaro y María, hacer las actividades parroquiales, religiosas OAR y cristianas con la fragancia del ungido en Betania”.
“Que el Dios de Abraham, Moisés y de Elías nos ayude a subir siempre a la montaña a tener nuestra transfiguración en este caminar hacia la pascua”, y haciendo una oración, el párroco de la Iglesia Santa Rosa de Lima, dijo “Que mama María, madre del silencio, nos ayude apartarnos de nuestras rutinas diarias y nos dediquemos, en lo que este a nuestro alcance a saborear las cosas de papá Dios, por que los ejercicios espirituales continúan hasta el ocaso, porque a la tarde de nuestra vida seremos juzgados desde el amor”.
Marina Valencia
Pasante ÚNICA