«Nos hemos sentido sobrecogidos por la densidad del sufrimiento» de las víctimas de abusos

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El sacerdote, Jordi Bertomeu, el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el nuncio apostólico, Ivo Scapolo, en Santiago, Chile

Concluye la misión de Scicluna y Bertomeu, enviados por el Papa a Chile para conocer testimonios que acusan al obispo de Osorno, monseñor Barros, de encubrir abusos sexuales. También han escuchado a otras víctimas de abusos. «Nos hemos sentido un poco sobrecogidos por la densidad del sufrimiento (…) Hemos intentado escuchar, hemos estado dispuestos a entrar en aquel sufrimiento»

Oficialmente la misión del arzobispo de Malta –enviado por el Papa a Chile para conocer testimonios que acusan al obispo de Osorno, monseñor Barros, de encubrir abusos sexuales– terminó el viernes. Sin embargo, una complicación médica de Charles Scicluna hizo que el sacerdote español Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, tuviera que sustituir en su cometido al emisario papal y que la misión encomendada por Francisco se alargara algunos días más hasta este miércoles 28 de febrero.

Pero la intervención quirúrgica del prelado maltés y el paso al frente del cura español no fueron las únicas sorpresas del trabajo pontificio desarrollado en Chile. Los emisarios fueron enviados para escuchar testimonios sobre monseñor Juan Barros, pero Scicluna y Bertomeu decidieron atender también a otras víctimas de abusos cometidos por algunos religiosos chilenos.

Con otras víctimas

Por ejemplo, los sacerdotes llegados de Roma se reunieron este martes con un grupo de presuntas víctimas de los hermanos maristas en colegios de esta congregación. El encuentro, que se pudo concretar por la prolongación de la estancia en Chile del arzobispo, fue la respuesta de Scicluna a una carta que estas víctimas le hicieron llegar la semana pasada.

Entre quienes fueron recibidos este miércoles por Charles Scicluna estuvo Isaac Givovich, yerno del político Joaquín Lavín, excandidato presidencial y actual alcalde del municipio santiaguino de Las Condes, quien denuncia haber sido abusado por maristas de niño en el colegio Alonso de Ercilla. «Hemos sido escuchados por el obispo de Malta. Nos llevamos el compromiso de él, que es lo que más nos importa, de transmitir a la Santa Sede, que los hermanos maristas no puedan ser juez y parte en el proceso», dijo.

Para Givovich, Scicluna «ha escuchado con mucha caridad a cada uno de nosotros en nuestros testimonios. Ha habido momentos muy difíciles adentro, no es fácil volver a contar lo que hemos vivido y sufrido».

Por su parte, el médico Jaime Concha, también víctima de un religioso, consideró la jornada de este martes «histórica», porque «se ha roto el círculo de hierro que se había establecido para la impunidad».

«Ahora nunca más las víctimas de abuso sexual de parte de eclesiásticos no van a ser escuchadas. Van a ser escuchadas y nunca más los informes y testimonios serán acortados, censurados y la verdad será escuchada por doquier», subrayó.

Sobrecogidos por el sufrimiento

Antes de regresar al Vaticano, lo que presumiblemente ocurrirá este jueves, el sacerdote catalán que formaba parte de la delegación pontificia ha explicado cómo han sido estas jornadas de escucha. «Nos hemos sentido un poco sobrecogidos por la densidad del sufrimiento (…) Hemos intentado escuchar, hemos estado dispuestos a entrar en aquel sufrimiento», ha explicado Jordi Bertomeu.

«Se han cumplido las expectativas. El Santo Padre nos ha pedido escuchar y hemos escuchado. Ahora hay que gestionar toda esta información para entregarla al Santo Padre», ha añadido.

Alfa y Omega/Agencias